Finalizados los actos de campaña electoral, Grecia vivió ayer una jornada de reflexión cuya expresión en las urnas será crucial para el futuro del país. La prensa local avivó los temores de que el resultado de hoy en las urnas suponga un revés a la continuidad de Grecia en la eurozona, ante la posibilidad de […]
Finalizados los actos de campaña electoral, Grecia vivió ayer una jornada de reflexión cuya expresión en las urnas será crucial para el futuro del país.
La prensa local avivó los temores de que el resultado de hoy en las urnas suponga un revés a la continuidad de Grecia en la eurozona, ante la posibilidad de que los dos principales partidos, Nueva Democracia (ND) y Pasok, no alcancen una mayoría parlamentaria.
El semanario Proto Thema dijo que la votación es la más crítica desde la caída de la dictadura militar en 1974, mientras que el diario Ethnos afirmó: «Lo que estamos llamados a hacer es determinar con nuestro voto si el país tendrá un futuro o no».
En la misma línea se expresó Ta Nea al asegurar que «Con el duro dilema entre quedarse en el euro o la bancarrota, los votantes llegan a las urnas en las elecciones más cruciales de las últimas décadas».
Estas afirmaciones abonan un camino sembrado por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) y los acreedores internacionales ante el temor de que el desenlace de las elecciones ponga en peligro la política de ajuste diseñada para Grecia.
«El futuro gobierno griego debe cumplir los compromisos del país», afirmó el viernes el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, advirtiendo que «si los griegos votaran por una mayoría que no cumple esos acuerdos, entonces Grecia tendrá que cargar con las consecuencias».
ND y Pasok son los dos únicos partidos que durante la campaña se mostraron fieles al memorando de préstamo firmado con la troika, pues el resto de las formaciones políticas con posibilidades de obtener representación parlamentaria rechazaron su cumplimiento.
Bruselas teme que el nuevo ejecutivo resultante de estos comicios intente renegociar los términos del acuerdo, y frente a ello su postura ha sido la de recordar que la permanencia de Grecia en la eurozona depende de su responsabilidad hacia las obligaciones adquiridas.
Por su parte el Fondo Monetario Internacional, cada vez más reticente a seguir financiando al país, a la espera de los resultados para continuar con un nuevo plan de recortes, confía en que el ejecutivo saliente de las urnas sea una reedición de la coalición ND y Pasok.
Los últimos sondeos, publicados hace dos semanas, marcaban una ligera ventaja de estos dos partidos con respecto al resto de competidores, pero su apoyo está muy mermado debido a su responsabilidad en una crisis que recortó salarios e ingresos, y disparó el desempleo hasta cotas desconocidas.
Según las encuestas realizadas, tanto ND como Pasok cosecharían los peores resultados de su historia, en torno a un 40 por ciento de los votos de forma conjunta, pues desde el fin de la dictadura de los coroneles (1974) siempre obtuvieron un apoyo cercano al 80 por ciento de los sufragios.
Todo parece indicar que las elecciones de hoy pondrán fin a décadas de bipartidismo, y marcarán el inicio de una nueva etapa en Grecia donde ningún partido contará con mayoría, ni siquiera para imponer un programa de ajuste altamente impopular que podría tener los días contados.
Antonio Cuesta es corresponsal de la agencia Prensa Latina en Grecia
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.