Mesa Análisis de Coyuntura. XIV Congreso Nacional de Sociología, Agosto de 2012. En Junio de 2010, al exponer en el XIII Congreso Nacional de Sociología las consideraciones del CEE-Panamá sobre la Coyuntura, nos permitimos hacer algunas precisiones sobre el contenido que otorgamos a los conceptos: Coyuntura, Período, Contradicción Básica, Contradicción Principal y Mafiocracia (1). En […]
Mesa Análisis de Coyuntura. XIV Congreso Nacional de Sociología, Agosto de 2012. En Junio de 2010, al exponer en el XIII Congreso Nacional de Sociología las consideraciones del CEE-Panamá sobre la Coyuntura, nos permitimos hacer algunas precisiones sobre el contenido que otorgamos a los conceptos: Coyuntura, Período, Contradicción Básica, Contradicción Principal y Mafiocracia (1).
En aquella ocasión dedicamos parte de la intervención a ofrecer las cifras más relevantes de lo que denominamos El Axioma compartido especial, aunque no exclusivamente, por los Partidos Democrático Revolucionario (PRD) y Cambio Democrático (CD): Para robar en grande, hay que invertir en grande y comentamos sobre la manera de financiar tales inversiones en medio de una rebaja de las tasas impositivas a las Grandes Empresas. Enumeramos las medidas fiscales de una suerte de Aspiradora Tributaria aplicada a los Sectores Populares -los de más bajos ingresos- y a las capas medias y profesionales, así como de un endeudamiento masivo, entonces en ciernes y hoy en plena concreción.
El día de hoy nos corresponde referirnos al tema Clases Dominantes en esta Mesa Análisis de Coyuntura del XIV Congreso Nacional de Sociología. En los 20 minutos de que disponemos, no nos detendremos mayormente en las cifras aunque se impone una breve mención a ciertos hechos y órdenes de magnitud relevantes.
Son los siguientes: En primer lugar, la apropiación privada de miles de hectáreas de Tierras Nacionales (el terreno de Punta Paitilla, Juan Hombrón, los Manglares, Bahía Honda en Veraguas, los terrenos de la Zona Libre de Colón,…); en segundo lugar, los sobreprecios en las Obras Públicas (USD 776 Millones en la interconexión de las Avenidas Balboa y de los Poetas, 238 M en la Vía Tocumen, 375 M en la Vía Brasil, 168 M en Casco Antiguo y Panamá Viejo,…); en tercer lugar los sobreprecios en proyectos emblemáticos (USD 3,224M en Proyectos Llave en Mano que culminarían en 2015-2016; 237 M en Hospitales, 1880 M en la Línea 1 del Metro,…); en cuarto lugar, los principales escándalos de los últimos meses (Radares, Lanchas Patrulleras, Finmeccanica, Recolección de la Basura; 120 M condonados a empresas deudoras de la Caja de Seguro Social…; una Deuda Pública estimada a 2015 en USD 15,307 M; un gasto publicitario sólo televisivo de USD 68,000 diarios; aumentos a los soldados rasos de 175% en 3 años; paralelamente, una caída de 26% del poder adquisitivo del dólar en los últimos años, un aumento incesante de la canasta básica alimentaria y un ataque permanente al Derecho de Sindicalización de los trabajadores.
Parece pertinente, además, un breve recorderis respecto a los contenidos de las categorías que hoy utilizaremos.
Sostenemos que un Análisis de Coyuntura propiamente dicho es aquel que da cuenta de los cambios que se operan en las correlaciones de las fuerzas en conflicto en un momento determinado; tanto al interior del bloque en el poder (fracciones y/o estratos de la clase dominante: hegemónicos, subordinados, en desarrollo, en decadencia,…) como expresamente entre las clases dominantes y las clases dominadas.
Así entendidas, es claro que las coyunturas no definen un Período propiamente dicho. Pero también es claro que sólo en ellas se puede acumular fuerza social y política de manera eficaz. De allí que sea dable, pues, analizar la correlación de fuerzas en cada coyuntura específica a través de las expresiones – conscientes o no – que tal correlación de fuerzas tiene en las plataformas de lucha nacional, sectoriales, regionales, por áreas geográficas, etc. de las clases sociales en permanente conflicto.
Sostenemos que entre las categorías de análisis de las cuales nos servimos para tratar de entender mejor el devenir social – formación social, modo de producción, base económica, superestructura…- y las categorías políticas – programa, estrategia, táctica, plataformas de lucha… no sólo existe alguna relación sino un estrecho correlato.
Deriva de allí – para los que nos interesa la política activa – la gran importancia de definir claramente qué entendemos por cada concepto puesto que, en la medida que seamos capaces de dar cuenta de ello con rigurosidad y pertinencia, seremos capaces de contribuir al análisis, quehacer y desarrollo del movimiento popular al cual pretendemos servir.
Por último queremos referirnos a dos términos que suelen llamar a confusión: contradicción básica (o fundamental) y contradicción principal.
Por contradicción básica – simplificando al extremo – entendemos la del Modo de Producción, vale decir, la que existe entre el carácter social de la producción y la apropiación privada del producto del trabajo, que se exacerba al límite en el Modo de Producción Capitalista, más aún en el Capitalismo Dependiente y todavía más en el verdadero Capitalismo de Bandidos que aquí practican.
Por contradicción principal – seguimos abusando de la simplificación – entendemos aquella que opera al nivel de una Formación Social concreta, histórica y en un momento determinado.
La contradicción básica y la contradicción principal – sostenemos – sólo se identifican en momentos de ruptura del sistema, de crisis revolucionarias propiamente dichas.
En Panamá la contradicción básica es el carácter social de la producción y la crecientemente exacerbada apropiación privada del producto del trabajo. La contradicción principal – afirmamos en el XIII Congreso – se nos presentaba entre «la Mafiocracia y el conjunto de los trabajadores, más aún, de los asalariados.»
Hoy debemos precisar, corrijiéndola, tal apreciación. La contradicción principal, hoy, en Panamá, se opera entre la Mafiocracia en uno de los ‘polos’, pero en rigor, en el otro ‘polo’ no sólo encontramos trabajadores y asalariados, sino que encontramos también a un conjunto más amplio: el conjunto de los Sectores Populares que va más allá de trabajadores y asalariados.
Los Sectores Populares no sólo los incluyen a ellos, sino también a todas las personas que venden su fuerza de trabajo como única forma de obtener su subsistencia y reproducción, con independencia del uso que se le dé a esa fuerza de trabajo (productivo o improductivo); incluye, además, a todas las personas que sin vender su fuerza de trabajo, realizan uno en el cual no explotan trabajadores extra-familiares y cuyo producto apenas cubre las necesidades de subsistencias y reproducción propias y de su familia inmediata. El ejemplo más claro es el creciente sector del ambulantaje que los economistas del Sistema denominan pomposamente SIU (Sector Informal Urbano).
En síntesis: en el ‘polo’ contrapuesto a la Mafiocracia encontramos a todas aquellas personas que no son propietarios de capital ni se apropian de una ganancia que provenga de un trabajo extra-familiar. Desde otra óptica: son todas las personas que cumplen dos condiciones: se ven obligadas a vender su fuerza de trabajo y el consumo de su fuerza de trabajo o bien permite las condiciones para otras formas de explotación o bien contribuye a un consumo de las minorías no populares. A nuestro juicio, esos son los ‘polos’ de la contradicción principal hoy aquí.
Con los datos de realidad en mente y con las antedichas precisiones que consideramos necesarias, queremos comentar 3 ideas centrales en esta breve exposición.
La primera de ellas es un alcance, que no una precisión, relacionada al concepto de Mafiocracia.
En el CEE-Panamá hablamos de Mafiocracia por cuanto la actividad delictiva es sistemática y permanente por parte de una oligarquía incontrolada; porque la red de corrupción en las más altas esferas económicas, políticas y sociales del país forma un entramado que se extiende a los principales negocios públicos y a las grandes inversiones, abarca especialmente a los altos cargos de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a los mandos de los organismos de policía y seguridad, a los medios de comunicación, a las cúpulas rectoras de los sistemas de salud y educativo y a ciertas cúpulas sindicales tradicionalmente al servicio de los patrones. Es tal la omniprescencia de la Mafiocracia que ante ella el ciudadano de a pie parece no tener posibilidad alguna de defenderse y se ve obligado a convivir y pactar con ella en su vida cotidiana.
La Mafiocracia -y éste es el alcance- no sólo puede albergar, sino que de hecho da cabida a diversos grupos de intereses. Pandillas si quisieran Uds. utilizar la 3ª acepción del DRAE: Liga que forman algunos para engañar a otros o hacerles daño.
El hecho que alguna de ellas irrumpa con gran fuerza, conformada por nuevos actores-personas no altera la esencia del concepto Mafiocracia que no es -ni mucho menos- un término peyorativo, ni un insulto ni un recurso de agitación y propaganda. Es un término que pretende dar cuenta, definir y sintetizar una situación precisa, una manera de hacer las cosas, un modo de funcionamiento económico, político, social, mediático, cultural, ideológico al cual hemos llegado en esta Formación Social.
La encabezada por Ricardo Martinelli está conformada por miembros no tradicionales de lo que Frenadeso ha denominado «Los 100 Dueños». Sus más conspicuas figuras – Papadimitriu, Shamah, Suárez, Cortés, Mulino, Ho, Molinar,… – no pertenecen a lo que coloquialmente se denomina oligarquía tradicional y si bien sus métodos han brutalizado las prácticas tradicionales del conjunto de la Mafiocracia, tal exacerbación – bueno es recordarlo – no hace a lo esencial.(2)
Ello, aunado a pugnas intra-partidarias (en el PRD, en Molirena, en el Panameñismo,…), ha inducido a algunas personas a creer que la irrupción de Martinelli en el escenario social, su intención de perpetuarse -directamente o por interpósita persona en el Poder-, las pugnas internas y la consiguiente debilidad coyuntural de algunos de los aparatos políticos de la Clase Dominante, da cuenta de una Partidocracia en crisis terminal.
Discrepamos de tal criterio que no tiene asidero alguno en la realidad y que se explica sea por la sana confusión de algunos, sea por los deseos o los intereses de otros. En uno u otro caso puede dar pie a prácticas políticas que por ilusas son nocivas al desarrollo de la conciencia y organización y pueden llegar a dificultar la identificación clara de los intereses populares en el lento tránsito de la conciencia en sí a la conciencia para sí.
Si bien los sistemas de representación política tradicional están en crisis en numerosos países, muestran signos de agotamiento e incluso obligan a que muchos de sus principales representantes lo reconozcan expresamente, no es lícito inferir de ello que esas formas tradicionales, aún eficaces, amenacen colapso ni mucho menos.
La Partidocracia no es sino el conjunto de los instrumentos políticos de los cuales se vale la Clase Dominante -considerada como conjunto- para ejercer el dominio de la minoría sobre las mayorías. En nuestro caso, de la Mafiocracia sobre los Sectores Populares.
Aquí, más allá de pugnas secundarias y espacios o negocios en disputa, el consenso, la obra maestra de la clase dominante, la ficción de un Estado por encima de las clases que en unidad ciudadana pugna por todos y a favor de todos (Juntos haciendo un mejor Panamá, Todos Juntos con Samuel, Todos Unidos con Juan Carlos,…) está plenamente vigente.
La crisis de legitimidad puede afectar, y de hecho afecta coyunturalmente a unos y otros instrumentos, pero de ninguna manera al aparato de dominación en su conjunto ni a la ‘legitimidad’ o la eficacia de los partidos tradicionales (todos los existentes) a través de los cuales la clase a la cual responden opera.
La Partidocracia, digámoslo claramente, goza de buena salud. ¿O es que acaso los de arriba ya no están en condiciones de seguir viviendo y gobernando como antes o que los de abajo tienen ya plena conciencia de la imposibilidad de seguir viviendo como antes y exigen cambios?.
Las circunstancias en las que los de abajo no quieran (y puedan) y los de arriba no puedan aunque quieran, están aún -nos parece obvio- lejanas en el horizonte político y social.
Si bien desde el punto de vista del accionar político se va desdibujando más aún una Institucionalidad ya de por sí precaria y rayana en la Ópera Bufa -ejercicios electorales son un ejercicio mediático, candidaturas sustentadas sólo por el dinero, leyes electorales que cercenan los derechos ciudadanos, protestas crecientemente reprimidas y criminalizadas policial, mediática y judicialmente -ésta exacerbación del accionar mafiócrata, la voracidad de los nuevos actores, incluso las nuevas maneras del quehacer político -en Gobierno y Oposición- no deben llamar al engaño de confundir esencia y apariencia, forma y contenido.
La segunda idea que queremos compartir es la Desnacionalización
En períodos anteriores, especialmente en el Gobierno PRD de Pérez Balladares, las Clases Dominantes y la Partidocracia que la sirve concretó un vigoroso proceso de privatizaciones que no son sino la desposesión de Recursos Nacionales a favor del gran capital transnacional: electricidad, puertos, telefonía y comunicaciones,…
Hoy el proceso de desnacionalización presenta otra faceta. Ya no son las grandes transnacionales las que sistemáticamente se van apoderando de recursos y empresas antes propiedad del Estado o de particulares panameños.
El proceso incluye ahora una amplia gama que se ha ido operativizando por ‘oleadas. Primero fueron por las empresas vinculadas al sector de más rápido crecimiento en el momento (construcción) y así fueron adquiridas por capital extranjero Plásticos Nacionales, Industria Galvanizadora, el Grupo Metalplas, Acero Panamá, Cemento Panamá, Cemento Bayano, Durman y Esquivel,… Una segunda oleada adquirió empresas productoras de alimentos: Pascual, Estrella Azul, Café Durán, Conservas Panameñas, Bonlac, Nevada, Pan Ideal….Y una tercera oleada adquiere empresas terciarias y de servicios en general: Estaciones de Gasolina Puma, Call Centers, Novey, Cochez, Office Depot, la Agencia Mercedes Benz, FASA, Price Smart, PayLess, Multiplaza, MetroMall,…
A ellos se suman, porque las masivas inversiones en infraestructura del Gobierno Martinelli permite tratos más rentables y …discretos con empresas extranjeras: ICA de México, Odebrecht de Brasil, FCC de España, MECO de Costa Rica; aunque éste último es un caso especial: ni su tamaño ni sus capacidades se compadecen con la envergadura de las obras en las que participa ni con las alianzas empresariales a las que es capaz de acceder. La razón de su éxito hay que buscarla en determinantes más allá de su fortaleza o capacidad empresarial: en sus relaciones directas con el Poder.
El saldo neto de todo este proceso de Desnacionalización es que la base productiva material de los principales grupos económicos ‘nacionales’ se debilita cada vez más y tiende a desaparecer. No hay que ser un lince para entender que a poco andar, la ausencia de bases materiales propias, especialmente las apegadas a las esferas de la producción, que sigue siendo la fuente única de verdadera riqueza, convierten la Soberanía Nacional en una perfecta ficción.
Y la tercera idea es la de los Nuevos Enclaves
Uno de los elementos más importantes y menos conocidos del proceso que venimos señalando es el de las llamadas Áreas Económicas Especiales que ya se han convertido en verdaderos Enclaves en la acepción colonial del término.
Por ejemplo, en la llamada Área Económica Especial Panamá-Pacífico (la antigua Base de Howard), están radicadas 127 empresas que emplean a 4,500 personas (es decir unas 35 por empresa).
Actualmente está en desarrollo allí un Centro de Capacitación para formar técnicos en soldadura, refrigeración, robótica, informática, telecomunicaciones e inglés a un costo de USD 7 M; ya en Abril llegó allí, directamente, un primer vuelo de turistas desde los Estados Unidos con 157 personas.
Recientemente (16 de Agosto de 2012) el Consejo de Gabinete aprobó el establecimiento y operación de otro Enclave similar: la Zona Franca Parque Industrial y Corporativo Sur, S.A. (Parque Sur) en el corregimiento de Juan Díaz, con una inversión en infraestructura y edificios de USD 8. 2 M para ofrecerla a empresas extranjeras dedicadas a servicios, logística, educación superior, investigación científica, alta tecnología, servicios ambientales, procesamiento de productos terminados o semi-elaborados y manufacturas.
Sólo para ilustrar el proceso, el pasado 3 de Agosto (2012) se aprobó el Proyecto de Ley 487 para permitir a los extranjeros que hayan trabajado 5 años en la sede de alguna transnacional, optar a Residencia Permanente en Panamá. Existe una política de ‘Puertas Abiertas’ para el ingreso sin límites ni condiciones de trabajadores no-calificados, procedentes de los países más pobres del Continente (Honduras, por ejemplo), incluso de la Europa mediterránea en grave crisis y de algunos de los países más pobres del Asia.
A la fecha, según la Comisión del Colegio de Abogados que está conociendo del tema, han ingresado al país bajo la Ley 41, diseñada para atraer empresas extranjeras, más de 20,000 (veinte mil) personas. No se les exige Permiso de Trabajo ni tienen que pagar Seguro Social.
Los tramos de ingresos más altos – los ejecutivos – están exonerados de todo impuesto sobre la Renta.
Los otros tramos son Fuerza de Trabajo barata que, además – ése y no otro es el propósito – degrada las tasas salariales y los niveles de ingreso de los trabajadores panameños. Huelga decir que están exentos de tributos, sus patronos operan al margen de la Seguridad Social y el derecho a la sindicalización es cautelado, reprimido e inexistente.
Hay empresas, por ejemplo London Reginal, encargada de la ‘gestión’ de Howard, que tiene a su disposición una suerte de Régimen Migratorio Especial que le permite autorizar a las empresas allí registradas a traer desde el exterior Fuerza de Trabajo con una simple «Promesa de Contrato» y procedentes de China, India, Bangladesh,…
Las violaciones al Código de Trabajo, a la Ley Migratoria, a las Leyes Fiscales, de Seguridad Social y hasta a los Derechos Humanos más elementales, son masivas.
En los años ’70 se hablaba de un Enclave Colonial cuya más evidente expresión era la Zona del Canal.
En aquellos años algunos Cientistas Sociales – Ricaurte Soler, Simeón González, Xabier Gorostiaga,…por mencionar sólo algunos – complementaban el concepto incluyendo otros Enclaves Extranjeros: el Enclave Bananero, el Enclave Bancario-Financiero,…
Cuarenta (40) años más tarde, los Enclaves Extranjeros, libres de toda restricción y operando con total impunidad gracias a la anuencia, a la participación accionaria minoritaria o al cobro de los ‘gastos de gestión’ (en otros países le dicen coimas) de una Clase Dominante especialmente depredadora y corrupta, hacen del país una «Gran Zona Franca» en la cual las tasas de explotación de la Fuerza de Trabajo, la negación del derecho a la sindicalización, la extensión de las Jornadas de Trabajo o el no pago de horas extras alcanzan ribetes decimonónicos.
Éste es el Capitalismo Realmente Existente en el Panamá de hoy.
La Soberanía Nacional desleída, disuelta, pasa a ser una ficción, un concepto vacío de todo contenido real. Deberá, pues, constituirse en los años venideros, en un elemento central de la Plataforma de Lucha de los Sectores Populares, único sujeto histórico-social capaz de transitar el arduo camino de la construcción de una Patria para Todos.
Centro de Estudios Estratégicos (CEE-Panamá)
Notas:
(1) Véase el texto completo en el sitio web del Centro de Estudios Estratégicos (CEE-Panamá): http://www.
(2) Claude Cockburn cuenta que Capone resolvías sus diferencias a mazazos. Jack Higgins sostiene que Luciano era un intelectual del crimen. Sus diferencias fueron sólo de forma, no de contenido.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.