La ciudadanía empieza a valorar el ejemplo de Islandia para reclamar a su clase dirigente responsabilidades penales por negligencia en la gestión de la crisis financiera.
Hace solo dos semanas que el Parlamento de Islandia aprobó demandar al ex primer ministro Geir Haarde por negligencia en la gestión del crac financiero. El 61% de los islandeses apoyaron la medida, y en Irlanda, el país más próximo a la isla helada, las encuestas empiezan a apuntar en el mismo sentido.
La clase dirigente está completamente desprestigiada, empezando por el actual primer ministro, Brian Cowen, del histórico partido nacionalista y liberal Fianna Fail, en el poder casi ininterrumpidamente desde 1987. Sus colaboradores lo apodan Biffo, un mote al que la inteligencia popular no había sacado partido hasta ahora: Bloody Ignorant Fellow From Offaly, es decir, ‘jodido tipo ignorante de Offaly’, la localidad donde nació. Cowen es primer ministro desde mayo del 2008, pero desde 1992 ha sido ministro de Trabajo, de Energía, de Sanidad, de Asuntos Exteriores… y de Finanzas, justo entre el 2004 y el 2008.
«Es un inepto y el apelativo lo define desde que ocupó el puesto de McCreevy, a quien mandaron a Bruselas cuando advirtió de que la economía iba a estallar», asegura un funcionario dublinés de la Administración central, que pide el anonimato porque si su nombre aparece relacionado con el insulto al primer ministro, lo despedirían de inmediato, asegura.
Rival de Solbes
Se refiere a Charlie McCreevy, ministro de Economía de 1997 al 2004 y añejo rival en Bruselas del entonces comisario español del ramo, Pedro Solbes, quien le advirtió en repetidas ocasiones del sobrecalentamiento de la economía irlandesa. El choque se repitió a la inversa, con Pedro Solbes como vicepresidente económico en España, y McCreevy de comisario de Servicios y Mercado Interior, una cartera desde la que impidió cualquier intento de regular a escala europea los mercados financieros. Ahora ocupa un bien remunerado puesto en el consejo de la aerolínea Ryanair, aunque no se ha sonrojado por seguir cobrando durante meses el sueldo que la Comisión Europea ofrece a sus ex comisarios hasta que encuentran un nuevo empleo.
McCreevy era el brazo derecho de Berti Ahern, antecesor de Cowen como primer ministro y muy querido por su decisivo papel en el proceso de paz de Irlanda del Norte. Ahern perdió ese crédito cuando tuvo que dimitir por haber aceptado 60.000 euros en sobornos de varios empresarios de la construcción, aunque hoy reconoce que quizá tendría que haber puesto coto antes a la burbuja que crearon esos tipos. También dice estar demasiado ocupado para concederle una entrevista a La Voz, aunque sí tiene tiempo para escribir una columna deportiva semanal en la edición irlandesa del dominical sensacionalista británico Noticias del Mundo. A algunos de sus compatriotas les indignó que anunciara su reaparición en un irreverente spot de televisión, en el que aparece escondido en una nevera tomando té, el mismo día en que supieron que el rescate de los bancos que se enfangaron durante su mandato les costará más de 50.000 millones de euros.
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/mundo/2010/10/10/0003_8775438.htm