Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín
El presidente de Bielorrusia Alexánder Lukashenko considera que es imposible dialogar con Occidente. Esas manifestaciones las hizo hoy (18 de marzo) durante un encuentro con representantes de los medios rusos, según informa el corresponsal de Belta.
«¿Con Occidente, con los Estados unidos? No se puede hablar con ellos, es imposible. No se puede dialogar con ellos. Son gente indecente: dicen una cosa, y piensan otra», ―declaró el jefe del estado bielorruso.
Alexánder Lukashenko recordó la visita de los ministros de exteriores de Alemania y Polonia, la víspera de las elecciones: «Me puso en guardia el hecho de que la víspera de las elecciones, de repente dos ministros de exteriores solicitasen audiencia. Y me dije: aquí algo raro pasa. No entiendo a que viene esta visita, ¿para qué vienen?» ―dijo el presidente.
«Estuvimos conversando, charlando tranquilamente: por ese lado le entendemos, le respaldamos y cosas por el estilo, ―continuó Alexánder Lukashenko. «Ahora entiendo por qué vinieron a verme la víspera de las elecciones: tenían que hacerme la pelota».
En opinión del jefe del estado, eso formaba parte del guión: «Nunca pensé que en nuestro país, donde la «quinta columna» está formada por unas 800 personas, unos 400 militantes activos, y en donde los conocemos a todos por sus nombres, siendo que no salen de Minsk y viven del dinero que les llega del extranjero, nunca pensé, que algo así pudiera ocurrir, esa pelea, ese intento de asalto», ―dijo el presidente.
«¿Por qué han seguido detenidos? Teníamos que aclarar quienes son y de quién reciben el dinero», ―declaró el jefe del estado, añadiendo que por desgracia allí también había dinero ruso de por medio. Alexánder Lukashenko desmintió al mismo tiempo las informaciones sobre posibles torturas en los centros de detención del KGB». ¿Cómo se puede afirmar que en Bielorrusia se les ha torturado, etc. Pero oigan ¿Qué estupideces son esas, dónde van con eso? ¿Para qué, que sentido tiene, en nuestros días, en el centro de Europa?».
«¿Por qué ha suscitado tanto revuelo en Alemania y Polonia? Les hemos presentado los hechos, para que lo comprueben. Y ellos no quieren comprobarlo», ―dijo el líder bielorruso.
«Y saben, sorprende el gran Occidente, ―señaló Alexánder Lukashenko. Están dispuestos a destinar 87 millones de euros a través de distintos fondos. Dinero de los contribuyentes, a un fondo. Un fondo que necesita justificarse de algún modo. Luego va a través de Lituania, Polonia, una parte de ese dinero pasa por Ucrania. Y para cuando llega a la «quinta columna» de él solo queda un 10% (lo hemos calculado en el pasado). Todo lo demás se lo han repartido. Ese es su negocio, su comercio».
Alexánder Lukashenko considera que a la oposición bielorrusa no se le puede denominar de otro modo que como «quinta columna». «Insisto, eso no es oposición, es la «quinta columna». ¿Por qué? Pongamos por caso a los comunistas en Rusia. Que los comunistas dijesen: «¡Aprueben sanciones contra Rusia, coloquen misiles alrededor, para asfixiar a esos rusos que respaldan a Putin y Medvédev! ¿Qué es lo que dicen aquí (la oposición)? ¡Sanciones con urgencia!Son la «quinta columna», no se les puede llamar oposición».
Según palabras del jefe del estado, en Rusia también circulaba la opinión de que «Lukashenko coqueteaba con Occidente, y que había dado un viraje hacia Occidente». «¡Menuda tontería! Además ya lo dije en los días previos a las elecciones, que en Occidente nadie me necesita: En lo ideológico soy para ellos un extraño. Nunca me van a aceptar allí. No puedo bailar al son de su música. Y siempre lo he manifestado de un modo abierto y honrado. Es una valoración lógica», ―dijo Alexánder Lukashenko.
Al mismo tempo, el presidente considera que no podemos ignorar el volumen comercial con Occidente. «A día de hoy nuestro intercambio comercial con Occidente representa el 48% y con Rusia el 45%. ¿Cómo puedo ignorar que la mitad de nuestra producción la comercializamos en la Unión Europea y los EE.UU.? No puedo ignorar eso. Incluso con Rusia efectuamos hoy el intercambio en dólares y euros».
«Por eso todo esto no ha sido nada fácil, aunque aparentemente hayamos salido bien librados. Ya sabemos que no podemos bajar la guardia, que no nos van a dejar tranquilos. Es algo que tenemos muy claro, por eso nos apoyamos en nuestras propias fuerzas. Nunca lo vamos a tener fácil», ―concluyó el jefe del estado.