Los sospechosos abatidos habrían disparado contra la policía durante un allanamiento. Habían viajado recientemente a Siria y se presume que planeaban atentados en el país europeo. El primer ministro avaló el operativo. La policía belga mató a dos presuntos jihadistas en la ciudad de Verviers, en el marco de un masivo operativo antiterrorista que abarcó […]
Los sospechosos abatidos habrían disparado contra la policía durante un allanamiento. Habían viajado recientemente a Siria y se presume que planeaban atentados en el país europeo. El primer ministro avaló el operativo.
La policía belga mató a dos presuntos jihadistas en la ciudad de Verviers, en el marco de un masivo operativo antiterrorista que abarcó varias ciudades del país. Los dos hombres abrieron fuego con armas automáticas cuando agentes belgas intentaron detenerlos, informó el vocero de la fiscalía federal. El primer ministro belga avaló el operativo. Los sospechosos abatidos habían viajado recientemente a Siria y se presume que planeaban atentados en el país europeo, dijo el vocero de la fiscalía, Eric van der Sypt, en conferencia de prensa.
«La policía allanó inmuebles en busca de personas que una investigación oficial apuntó como presuntos islamistas radicales que habían vuelto recientemente de Siria y que planeaban cometer atentados en el país», comunicó Van der Sypt.
Según el vocero, la acción comenzó a las 17.45 de ayer (hora local), cuando efectivos de la policía federal iniciaron el asalto. Los uniformados entraron en la casa donde encontraron a varios sujetos, mientras francotiradores apostados en los tejados lindantes vigilaban la escena. Cuando los sospechosos se dieron cuenta de la situación, abrieron fuego con armas automáticas. Ningún policía o civil resultó herido. Los efectivos respondieron a los disparos y acabaron con la vida de dos de los sospechados, además de herir gravemente a un tercero, quien fue capturado y retirado de la propiedad.
Además del tiroteo, los residentes de la zona escucharon varias explosiones. Las calles cercanas fueron cerradas al tráfico y ocupadas por coches de la policía y del equipo de antiexplosivos. Varias ambulancias se dirigieron al lugar de los hechos. Un vecino del barrio donde ocurrió el tiroteo le contó al periódico local Vers l’Avenir que fueron varios los detenidos. «La policía me dijo: ‘Vete a casa y no abras las ventanas’. Eso es lo que me gritaban. Quince minutos más tarde vi a un hombre en ropa interior con el rostro enmascarado, que había sido capturado por esta brigada especial. Más tarde, otras personas fueron metidas en Audis negros de la policía.» Otro testigo dijo que el barrio parecía estar en guerra. «Teníamos la impresión de que la casa retumbaba y luego cayeron las puertas de golpe. Al principio pensé que era una explosión de gas. Entonces oí los disparos y me di cuenta de que era más grave.»
La operación en Verviers no fue la única llevada a cabo ayer por las autoridades locales. El centro urbano de Vilvoorde y el distrito de Molenbeek, de población mayoritariamente musulmana, fueron el blanco de varios procedimientos en busca de presuntos terroristas residentes en el país. La policía realizó alrededor de diez operaciones, provocando disturbios en Molenbeek.
El vocero de la fiscalía no dio detalles sobre qué resultados tuvieron los otros allanamientos, ni cuáles eran los objetivos en el país de los presuntos islamistas. Van der Sypt prometió que hoy daría una nueva conferencia de prensa para precisar con más detalles el rumbo del operativo.
Ante la gravedad de los acontecimientos, Charles Michel, primer ministro de Bélgica, anunció la decisión de elevar el alerta terrorista del nivel 2 al 3 para las fuerzas de seguridad y de Justicia, contra las que esta célula tenía intención de atentar, y la mantuvo en nivel 2 para el resto de los ciudadanos. La policía también aumentó las medidas de seguridad en los edificios oficiales y en las sedes de las instituciones europeas en el barrio internacional de Bruselas. La sede central de la policía federal belga, en pleno centro de la capital del país, tuvo que ser evacuada por una amenaza de bomba. «Esto demuestra la determinación del gobierno para luchar contra aquellos que quieren sembrar el pánico. El miedo debe cambiar de lado», declaró Michel.
En los últimos meses, cientos de jóvenes viajaron a Siria e Irak para sumarse a la lucha de milicias islamistas radicales. Los gobiernos europeos temen que esos jóvenes vuelvan a sus países de origen para cometer atentados terroristas. Europol, la agencia de policía comunitaria, informó esta semana que entre 3 mil y 5 mil ciudadanos de la Unión Europa viajaron recientemente por Medio Oriente para convertirse en combatientes. El gobierno de Bruselas estima que alrededor de 400 belgas ya viajaron a Siria y a Irak para unirse a la lucha de la milicia del Estado Islámico.
Mientras tanto, en el marco de las investigaciones que realizan los Estados europeos para esclarecer el atentado de la semana pasada, la policía belga arrestó ayer a un hombre por tráfico de armas y está investigando si fue él quien se las suministró a Amedy Coulibaly, uno de los tres islamistas abatidos la semana pasada tras matar a cuatro rehenes en un supermercado kosher en París. Coulibaly había tomado al supermercado por asalto para solidarizarse con los dos terroristas que habían masacrado al staff de la revista satírica Charlie Hebdo el día anterior. El traficante acudió por iniciativa propia a las dependencias policiales de la policía en Charleroi, asustado tras conocer la identidad de su supuesto cliente.
La policía pudo averiguar que Coulibaly negoció con el hombre hoy detenido la venta de munición para un arma de fuego de calibre 7,62 mm. Este tipo de balas son las que emplea la pistola Tokarev que Coulibaly usó en su asalto al supermercado de Vincennes. «El hombre está detenido por orden del juez en Charleroi bajo la sospecha de tráfico de armas. Investigaciones adicionales tendrán que demostrar si existe una relación con los acontecimientos de París», confirmó el portavoz de la fiscalía belga.
Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-264029-2015-01-16.html