Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín
Parece que los georgianos, al menos los que viven lejos de la patria, han encontrado una especie de intercesor ante todas sus desgracias, algo así como un «santo», al que rezarle, arrodillarse, y hacerle grandes reverencias. El papel de valedor todopoderoso lo ejerce el influyente senador usamericano, ex candidato a presidente, John McCain.
Recientemente, los georgianos residentes en los EEUU, se dirigieron al famoso lobista de Georgia para pedirle ayuda para «poner freno a la agresión de Rusia». Es indudable, que el senador republicano McCain, no puede evitar conmoverse ante la patética y lacrimógena petición, citada por la agencia «La voz de Rusia». Sus autores, «en nombre de la absoluta mayoría de los georgianos residentes en Europa y los EEUU» expresan su enorme agradecimiento a McCain por el apoyo ofrecido al pueblo georgiano, en el más complicado periodo de su historia. «Georgia se vio inmersa en una situación muy compleja: Rusia continúa su agresión contra nosotros, frente a la que Occidente por ahora no ha podido contraponer una posición clara y firme. Esa tolerante relación de Occidente frente al fascismo alemán, ya condujo al mundo a la guerra en una ocasión. La UE y la OTAN, con sus llamados a Tiflis, para que encuentre una forma de dialogar con Moscú, no consiguen nada más que seguirle el juego a Rusia, reforzando sus ambiciones imperiales. ¿Acaso la comunidad internacional necesita que Rusia sea todavía más agresiva?» -se preguntan los patriotas georgianos en la emigración.
Los georgianos residentes en los EEUU manifiestan su confianza en que con la ayuda de McCain y sus correligionarios, el pacto firmado entre Georgia y los EEUU se llene de contenido real en un breve espacio de tiempo. En caso contrario,- se preocupan los peticionarios- el objetivo del presidente Mijaíl Saakashvili, de integrar al país en Occidente, difícilmente se podrá lograr.
Al final de su llamamiento los autores de la misiva agradecen entusiasmados a McCain sus «inolvidables palabras» pronunciadas en el momento álgido del conflicto de agosto del 2008: «¡Todos somos georgianos!».
Para la felicidad total ya solo falta erigir un monumento en el centro de Tiflis a este «defensor de todos los georgianos», o cuando menos renombrar alguna calle, como ya hicieran con el «principal pacificador del planeta», el 43 presidente de los EEUU, George Bush. Al fin y al cabo, McCain ya ha sido elevado al rango de héroe nacional de la república. Como ya informase en su momento Pravda, el presidente Saakashvili, a mediados de enero, concedió al político usamericano el mencionado título, imponiéndole la correspondiente orden en Tiflis, en reconocimiento por su «incalculable respaldo durante la confrontación ruso-georgiana». Unos meses antes, en otoño de 2009, la Asociación de georgianos de los EEUU, ya había impuesto al senador la orden por sus «actos heroicos en bien de Georgia».
Por cierto, que todo indica, que Tiflis se ha dirigido a una serie de países con la petición de que a partir de ahora en sus documentos se refieran a Georgia no como «Grusia»1, sino Georgia (pronunciado a la manera del estado de los EEUU[shórsha]). La «americanización» se desarrolla a plena máquina. Por eso los monumentos a los «amigos usamericanos» se convertirán seguramente en parte inseparable de la Georgia «libre».
Notas:
-Se refiere a que varias repúblicas de la antigua Unión Soviética continúan refiriéndose a Georgia con la denominación rusa (Grusia).