Podemos València invitó a Yorgos Mitralias para una jornada de encuentro que buscó poner sobre la mesa qué se debe hacer el día después de ganar las elecciones. El activista griego realizó llamadas al internacionalismo, a priorizar a las personas frente el pago de la deuda y a parar el auge de la ultraderecha en nuestro continente.
Diagonal València entrevistó a Yorgos Mitralias, uno de los impulsores de la plataforma Syriza y miembro fundador del Comité Griego contra la Deuda, horas antes de que interviniera como principal invitado en las Jornadas de Encuentro y Debate Ciudadano organizadas por Podem Ciutat de València el pasado sábado 8 de noviembre.
Mitralias utilizó sus primeras palabras en público para agradecer la convocatoria en un fin de semana histórico en referencia a la consulta catalana. Horas antes, en privado, Yorgos Mitralias, que habla francés, italiano, inglés y castellano, nos explicó que «la cuestión catalana» será uno de los test más importante de Podemos ya que «es algo concreto e inmediato. Aunque indicó que también es una prueba para toda la izquierda europea porque exige un posicionamiento claro, «sí o no, con un contenido de masas de gente, no de teoría». Asimismo, reclamó que se debe traducir en medidas tangibles: «una de las primeras prioridades, la construcción de un movimiento de solidaridad europeo, con el pueblo catalán y su derecho a decidir», en respuesta a lo que «los enemigos de clase europeos hacen ya, porque en contra de los catalanes, no sólo se pronuncian, hacen acciones muy concretas, desde Obama hasta Merkel o los mercados, hay que imitar, hacer lo mismo».
Esta exigencia de concretar respuestas conjuntas frente a un enemigo común fue uno de los ejes de su intervención pública unido a serias advertencia por el resurgimiento de los movimientos de extrema derecha. En este sentido, nada más comenzar llamó al internacionalismo, «la situación de Europa es catastrófica»; mostró una enorme preocupación por el ascenso de estos movimientos, específicamente por el caso francés, donde el Frente Nacional, avisó, puede auparse al gobierno o a la presidencia. «El combate no es nacional, es continental por muchas razones, pero quiero hablar de una impuesta para todos, cuando los enemigos están colaborando, armados, ordenados, preparados, para nosotros, nosotros los de abajo, es un lujo impensable pensar que podemos conseguir éxitos luchando cada uno en su rincón». Uno de los momentos en que Mitralias fue más aplaudido, ocurrió refiriéndose a esto mismo, animando a que «todos juntos podemos, Europa también»
Retos de la coalición Syriza ante una previsible victoria En marzo de 2015 puede producirse la anunciada –por las encuestas– victoria de Syriza en las generales griegas y dar lugar a «una terrible polarización con la desaparición de las formaciones intermedias», opinó Mitralias.
Frente a la pregunta de Diagonal València sobre la modulación del lenguaje y del programa de Syriza, Mitralias respondió que «seguro que estamos asistiendo a una moderación del lenguaje y sobre todo a una moderación del programa, de las perspectivas y de las tareas». A este respecto, se mostró especialmente crítico con la tibieza de Syriza sobre el pago de la deuda. Según él, la coalición en su nuevo discurso repite que ellos serán mejores negociadores frente a la troika que los anteriores gobiernos de derecha. Mitralias se muestra muy pesimista al respecto preguntándose si «van a facilitar [los acreedores] el trabajo de izquierdas de un gobierno Griego ¿por qué? No lo han hecho con los gobiernos de la derecha». Tanto en la entrevista previa con Diagonal, como en su charla posterior, advirtió que pagar la deuda probablemente lleve al fracaso la coalición de izquierdas. Al respecto recordó que existen precedentes de deudas que fueron declaradas ilegítimas, como el caso de Cuba tras la guerra hispano-americana en 1898. «Así que hay precedentes en el Derecho Internacional. No entiendo cómo no se utiliza el Derecho Internacional»
«El problema verdadero es que este hecho histórico, la primera vez de un gobierno de izquierda [en Grecia], no está acompañado de ningún entusiasmo o ilusión (…) hace un año que en Grecia no tenemos grandes manifestaciones». «La gente está muy cansada, es imposible estar en la calle por cinco años, hemos experimentado todas las luchas extremas, ejemplares, más de 30 huelgas generales, manifestaciones, barricadas; las personas no sólo están cansadas, tienen hambre, no tienen trabajo, no tienen nada, es un infierno», nos relató en la conversación que mantuvimos.
El desgaste de la ciudadanía griega unida a un eventual fiasco, según él, llevaría al desastre «habrá una sola posibilidad para exprimir la ira [si no se dan soluciones rápidas desde la izquierda]. Si esto no ocurre la respuesta la dará Amanecer Dorado, pero no será a través de unas elecciones (…) puede significar un baño de sangre (…) Ésta es mi gran pesadilla».
Movimientos sociales
Con Diagonal València conversó sobre el papel y la importancia de los movimientos sociales, su cabida en un eventual gobierno encabezado por Syriza y su burocratización. «El verdadero problema [de los movimientos sociales] fue siempre la falta de coordinación, cada uno lucha en su rincón. Este problema es debido al tradicional sectarismo terrible de las izquierdas griegas, algo que existe desde siempre. Que podría ser la causa de una derrota terrible en un futuro próximo. Por ejemplo tenemos tres grandes formaciones de izquierda (…) el partido comunista KKE, que no tiene otro símil en el mundo, se trata de un partido poltpotista. Para comprender un poco hace unos pocos días su representante en la tribuna del parlamento dijo que ‘amanecer dorado y Syriza son la misma cosa’. Al otro lado está Antarsya es la organización de extrema izquierda que no están en el interior de Syriza, no es tan sectario (…) pero cada una de estas formaciones se queda en su campo y no crea problemas a los otros y está es la mejor garantía del inmovilismo total». Sobre la posible burocratización de los organizaciones de base señaló que algunas ya lo están y mucho.
Yorgos, además reclamó utilizar lo aprendido en el movimiento en solidaridad con las trabajadoras de la limpieza. Así relató cómo Sonia Mitralias y él no encontraron colaboración para crear la organización internacional de apoyo, que «fue muy didáctica, no recuerdo una respuesta comparable cualitativa y cuantitativa en apoyo y solidaridad con la lucha obrera en nuestros tiempos, al menos en las dos últimas décadas».
Respecto a la pregunta de Diagonal València de qué debería hacer un posible gobierno de Syriza respondió «La primera cosa que un gobierno de Syriza debe hacer, en coordinación con Podemos o la Izquierda Unida de [Alberto] Garzón, o la Izquierda Unida de Eslovenia [Združena levica], es tomar una iniciativa europea simbólica para mostrar a la gente que existe siempre la izquierda y no está desaparecida (…) para llamar a la resistencia contra la ultraderecha en Europa». Aprovechó para criticar «que el Partido de la Izquierda Europea no ha publicado un comunicado, por ejemplo después de las elecciones europeas cuando este fenómeno (el avance de la ultraderecha) se tradujo en las urnas».
Nuestra entrevista con él terminó comentando el artículo que The Guardian había publicado dos días antes, titulado: ‘Los nuevos partidos europeos de izquierdas pueden hacer los sueños de 1968 realidad’. «Ok, sí, hay que aceptar esta buena perspectiva y dar un contenido a ésta, deben de pasar a acciones concretas. Pero la situación será muy dura, no podemos esperar regalos de Merkel o del sistema bancario. Es la guerra».
Auge de la extrema derecha en Francia
«En Francia no existe oposición a Jean-Marie Le Pen, lucha sin adversario, esto es muy grave (…) yo no acepto la decisión de los años 30 cuando la dirección del partido comunista alemán después del acceso al poder de Hitler, ¡no antes!, dijo: ‘serán solo unos meses, luego gobernaremos nosotros'», según Yorgos.
En declaraciones a Diagonal València Mitralias nos explicó, «En esta Europa arruinada, (…) hay dos oasis [en referencia a la presencia de la Izquierda], España y Grecia, pero no basta decir que hay dos oasis, se ha de traducir en tareas concretas (…) Francia no es Grecia, siempre fue el país que ha dado el tono de los cambios europeos a mejor o a peor ahora [en relación al auge del movimientos ultraderechista], pero debemos constatar que no hay reacciones, hemos intentado los últimos dos años iniciativas antifascistas europeas (…). Pero también los dirigentes de la izquierda europea tienen que dar un cierto apoyo, ahora desgraciadamente, la constatación es que no existe nada, el resultado son estos millones de trabajadores, o no trabajadores, los de abajo que pasan al Frente Nacional (…) no hay tiempo, es una verdadera pesadilla (…). Sé que es un discurso pesimista».