“Señores, no sean indolentes, no sean indiferentes; el pueblo, las comunidades campesinas están en las calles demostrándoles a ustedes que nosotros defendemos a nuestra patria, y ustedes … mirándonos de vuestras rendijas, de vuestras ventanas; ¡no es posible señores, sumémonos a esta causa, a esta lucha!” (Remo Candia Guevara, 10 de enero del 2023, en la ciudad del Cusco – Perú), https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid02UqZSJ2vAPxogNXE3D5rkmpJx9JoxAqepum8ZKmwiSCUnWXaibUGCXvKdQ6zgBKtyl&id=1830284841&sfnsn=mo&mibextid=RUbZ1f
Estas palabras dichas por el dirigente social de la provincia de Anta del departamento del Cusco, Remo Candia Guevara, en circunstancias en que delegaciones de las 13 provincias del Cusco arribaron a la ciudad del Cusco, señalan la verdadera dimensión de la llegada a las diversas ciudades, incluida la capital peruana, de delegaciones de lo que se ha denominado: las regiones.
Estas luchas, iniciadas el 7 de diciembre del 2022, y que a la fecha ya ha costado más de 70 seres humanos asesinados, y casi 2000 heridos, en un marco de represión cruel, feroz, irracional e inhumana, que todavía continúa, acentuándose la criminalización de la protesta y el “terruqueo”; han encontrado indiferencia e indolencia, acompañada de racismo y discriminación, de una significativa parte de la población citadina; claro que también han encontrado el acompañamiento y participación activa de importantes sectores y organizaciones de verdaderos luchadores sociales, que fortalecen y aumentan su capacidad organizativa al responder positivamente a este llamado.
Sin embargo, en las ciudades; desde las rendijas del academicismo, desde las ventanas del oportunismo, se está pretendiendo ver esta lucha popular como una lucha de los pueblos originarios, como una lucha indígena, como una lucha de las regiones excluidas de las comodidades de las ciudades, donde falta educación y que ya van varios siglos postergadas… entonces han venido a las ciudades a hacerse escuchar, a presentar sus reclamos; En el mejor de los casos han generado sentimientos de simpatía y solidaridad, y en el peor de los casos, el desprecio expresado en la discriminación y racismo.
Ellos han venido a las ciudades a luchar por la patria, como pueblo que son parte de todo el pueblo peruano, ahora la que tiene capacidad de organización y capacidad de indignación, además de valentía y moral para levantarse y luchar por una patria libre y soberana, por liberarla del saqueo y despojo, además del sometimiento económico y político. Han puesto en la orden del día la lucha por una nueva constitución con la recuperación de la soberanía popular sobre los recursos naturales ahora privatizados en virtud al actual marco legal y constitucional; y por un estado democrático y participativo, un estado plurinacional al servicio del pueblo peruano.
Tras sus rendijas y sus ventanas, el academicismo se esfuerza por explicar desde la historia milenaria y contemporánea esta lucha de los “pueblos originarios siempre alzados”, y darle un contenido y orientación teóricos, del cual, supuestamente carecen. Tras sus rendijas y ventanas el oportunismo intenta montarse en esta ola, y el gamonalismo sindical se vuelca a proteger sus feudos gremiales, y ante una autentica y justa critica, solo atinan a una defensa cerrada de la institucionalidad, además no cuestionada, antes que a asumir en forma madura esta crítica e iniciar un proceso de renovación y apertura democrática, abandonando definitivamente el clientelismo, que se ha convertido en su marca distintiva.
Remo Candia Guevara, el 11 de enero del 2023, fue asesinado con el impacto de un proyectil de arma de fuego, seguramente disparado por un francotirador de las fuerzas represivas, proyectil que ingreso por el tórax y salió por el abdomen. Asesinaron a un buen hombre, a un gran líder, a un lúcido dirigente, pero no lograrán callar la voz del pueblo, no podrán parar la lucha del pueblo peruano, no podrán evitar el advenimiento de una patria para todos, no podrán seguir obstaculizando que la voluntad popular se exprese en una asamblea constituyente; sumémonos a esta causa, a esta lucha, defendamos la patria. Que la muerte de Remo y de todos nuestros hermanos no sean en vano, que las lágrimas y sufrimientos rieguen nuestra lucha cotidiana por concientizar y organizar a los diversos sectores del pueblo peruano para poder hacer realidad una asamblea constituyente verdaderamente popular y con vocación de soberanía y dignidad.
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