¿Se habrá enterado el Parlamento de la Unión Europea que en Honduras han sido asesinados varios periodistas, simplemente por hacer su trabajo? ¿Habrán sido informados de que Israel desalojará a 70 mil ciudadanos palestinos de los lugares donde han vivido desde que nacieron? ¿Les llegaría información a los ilustres eurodiputados de alguna violación de los […]
¿Se habrá enterado el Parlamento de la Unión Europea que en Honduras han sido asesinados varios periodistas, simplemente por hacer su trabajo?
¿Habrán sido informados de que Israel desalojará a 70 mil ciudadanos palestinos de los lugares donde han vivido desde que nacieron?
¿Les llegaría información a los ilustres eurodiputados de alguna violación de los más elementales derechos humanos ocurrida en Iraq o Afganistán, a cargo de los militares extranjeros ocupantes de esos países?
Es de esperar que no, pues de lo contrario hubieran emitido de inmediato su enérgica condena, después de rasgarse las vestiduras con violencia y haber proferido fuerte interjección. O es que están muy ocupados investigando los vuelos secretos sobre su territorio de aviones norteamericanos, llevando prisioneros de guerra acusados de terrorismo, para ser torturados en sus propias cárceles o ser conducidos a la base naval que ilegalmente poseen en Cuba.
También puede ser que les falte tiempo para ocuparse de esas nimiedades, mientras ellos legislan la forma de acabar con el desempleo galopante que recorre el viejo continente y amenaza con crecer más aun. Es lógico pensar así, pues de lo contrario no se explica que hasta la fecha, con tantas violaciones del derecho a la vida que ocurren a diario en este mundo, no hayan emitido la consiguiente resolución condenatoria.
De lo contrario sería lógico pensar que la Europa del capital, la de los golpes de pecho sobre la democracia, la igualdad y la fraternidad, ha perdido todo sentido de la ética, la moral y la vergüenza… ¡eso nunca!, porque ¿dónde iría a parar este mundo si en el viejo continente se perdieran semejantes valores?
Pensemos que solo tienen tiempo para ocuparse de Cuba, hacerle el juego a la extrema derecha –liderada por el PP– y bailar con la música de la reacción norteamericana y la mafia de Miami.
*Servicio Especial de la AIN
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.