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Amilcar Méndez denuncia la impunidad en Guatemala

«Nuestro país se muere a causa de la violencia»

Fuentes: Diagonal

Entre 2001 y 2005 las cifras de homicidios en Guatemala se incrementaron en un 60%. En el caso de las mujeres, la policía está implicada en muchos asesinatos. DIAGONAL: Tras los Acuerdos de Paz de 1996, ¿se ha avanzado en la defensa de los derechos humanos? AMILCAR MÉNDEZ: La violación de los derechos humanos se […]

Entre 2001 y 2005 las cifras de homicidios en Guatemala se incrementaron en un 60%. En el caso de las mujeres, la policía está implicada en muchos asesinatos.

DIAGONAL: Tras los Acuerdos de Paz de 1996, ¿se ha avanzado en la defensa de los derechos humanos?

AMILCAR MÉNDEZ: La violación de los derechos humanos se ha agravado en los últimos años. No ha mejorado, hay continuidad. Los mismos sectores que están detrás de la matanza de entonces siguen dominando la sociedad y la justicia.

D.: ¿Cuáles son las características de esa violencia en Guatemala?

A.M.: Entre 2001 y 2005 los homicidios se han incremento en un 60%. En el caso de las mujeres los datos se han disparado, el feminicidio es mayor que en Ciudad Juárez. En muchos casos los asesinos son sicarios de la misma policía. Persiguen a jovencitas que son capturadas, muchas pertenecen a maras, las declaran indeseables, y ponen en marcha una ‘limpieza social’. Las mujeres aparecen violadas, asesinadas y abandonadas en cunetas. Otras muertes son por violencia familiar, según la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala.

D.: Usted ha denunciado la complicidad del Estado y fuerzas policiales en relación con el feminicidio.

A. M.: Esas campañas de limpieza social están respaldadas por las fuerzas armadas. Es una política de limpieza social. El documento sobre la violencia del juez español Carlos Castresana, resume que Guatemala es un país que se muere a causa de la violencia. En él se dice que al ritmo de homicidios ocurridos, entre 2001 y 2010, las víctimas por muertes violentas podrían elevarse a 54.452 personas. A esto sumamos que en 36 años de Guerra Civil hubo más de 200.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos. En el departamento de Guatemala es donde más crecen las cifras de homicidios. De media anual, sólo en esa región, hay 90 crímenes por cada 100.000 personas, que el propio Castresana califica como una violencia «signo de guerra civil».

D.: ¿Los defensores de los derechos humanos sufren esa presión de los grupos armados por sus denuncias?

A.M.: Llevamos desde los años ’80 con este compromiso de dar a conocer el clima de impunidad que se vive en Guatemala. Desde entonces han sido asesinados muchos defensores de derechos humanos, intelectuales, maestros, etc. Durante los 36 años de conflicto armado hubo 50.000 detenidos/desaparecidos, 50.000 refugiados en México, más de 200.000 muertos, dos millones de desplazados, según la Comisión de Esclarecimiento Histórico.

En otros países, durante la dictadura, los cantautores, los escritores, los artistas, lograron salir y llevar su voz. En Guatemala a periodistas, escritores, intelectuales, líderes sociales… Los mataron a todos. Dejaron descabezado el país. Además, ahora tenemos a muchos sindicalistas presos porque se han aprobado leyes que tipifican los actos de protesta como terrorismo. Nos preguntamos qué está pasando en Guatemala.

D.: Dentro de esa represión, ¿el asesinato de su hijo José Méndez se ha investigado?

A.M.: Fue asesinado hace dos años y medio y no se ha avanzado. El caso de mi hijo se asemeja al de monseñor Gerardi [asesinado en 1998], donde sí se denunció a los autores materiales, pero no a los autores intelectuales. Son gente muy poderosa.

Esos son los retos que tenía el juez Castresana, que ha tenido que abandonar el caso por amenazas. Los responsables tienen gente pagada en todas las instituciones del Estado, también en la Justicia, por eso no ha habido ningún avance. No logramos romper la impunidad.

P.: ¿Hay un compromiso internacional de lucha contra la impunidad?

A.M.: Sí, pero pedimos a Europa que revise los programas de cooperación con Guatemala. Vemos que la policía es cómplice de la violación de los derechos humanos y la Justicia no resuelve el 98% de los homicidios. Parece que desde la Unión Europea se está cooperando con esta situación de impunidad.


Defensor de la justicia Amilcar Méndez es un histórico defensor de los derechos humanos de Guatemala, miembro de la Alianza Estratégica para los Derechos Humanos. Maestro de formación, fue diputado entre 1996 y 2000 y lleva más de 25 años en la defensa de los derechos humanos. Ha recibido diversas menciones de organizaciones como Naciones Unidas. Ha sufrido amenazas de muerte y, hace casi tres años, uno de sus hijos fue asesinado por su militancia. Méndez denuncia que la violencia arrasa Guatemala.

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Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Nuestro-pais-se-muere-a-causa-de.html