Cuando hace apenas 9 días de la última huelga general, ya se ha convocado otra jornada de lucha para este mes, el próximo día 20 de mayo. Los sindicatos que no han tardado en reaccionar, tras la aprobación de las medidas que impone el FMI y la UE, han retado de nuevo al Gobierno socialista de Georgios Papandreou del PASOK frente a los fuertes recortes sociales que se van a aplicar en el país heleno.
No hay tregua. Grecia vive un año de luchas sociales que no ha hecho más que empezar. La primera huelga general se produjo en febrero de este año, la segunda en marzo, la tercera el pasado 5 de mayo y sacó a las calles de Atenas a más de 200.000 personas contra las medidas de ajuste. Un día después el Parlamento aprobó los planes impuestos desde la Unión Europea para reducir el déficit. En apenas cinco días los sindicatos han convocado la cuarta huelga general.
Tras la jornada de paro del 5 de mayo, Grecia ha vivido una semana de calma tensa. Las partes en conflicto atraviesan un periodo de reagrupación, frente a la nueva realidad que ha generado los últimos hechos. Por un lado, el Gobierno y sus aliados han logrado aprobar las medidas de austeridad que acompañan al llamado ‘rescate’ por parte de la UE y del FMI. Pero este logro parece más una victoria pírrica, dado que el Gobierno no sólo ha perdido tres de sus diputados, que se negaron a votar a favor de las medidas, sino que también, ha perdido gran parte del apoyo popular. Por otro lado, los sindicatos y movimientos sociales se ven fortalecidos después de las enormes manifestaciones del 5 de mayo. Al mismo tiempo, la sociedad está de luto por los tres trabajadores muertos en el banco que se incendió y en el ambiente está la necesidad de reflexionar sobre las estrategias para las nuevas movilizaciones el nuevo contexto de una Grecia bajo el mandato del FMI.
Sin embargo, nadie espera que la tregua dure mucho. Ya el lunes pasado, el Gobierno anunció los detalles de su plan de reforma del sistema de pensiones. El plan, elaborado en conjunto con el FMI y la UE, prevé una prolongación de los años trabajados para poder jubilarse, de tres años más, de promedio, y al mismo tiempo, reducciones en las cuantías de las pensiones. Dada la gran tensión social, el Gobierno no ha optado por la votación-express del plan de pensiones, dando la falsa impresión de que está preparado para dialogar.
Las centrales sindicales, por un lado la Confederación de Trabajadores Griegos, GSEE, del sector privado, y ADEDY, central de trabajadores del sector público, ambas controladas por sindicalistas del PASOK, ya han rechazado ofrecer consenso para el plan del Gobierno. Han convocado rápidamente la nueva huelga general del jueves 20 de mayo. A la convocatoria se ha sumado también la central de trabajadores del Partido Comunista (PAME), todos los sindicatos sectoriales, los sindicatos de base autónomos y todas las organizaciones de izquierda. En esta cuarta huelga general se prevé una participación masiva, y manifestaciones multitudinarias en todas las ciudades del país. Esta movilización podría ser aún más multitudinaria que la del 5 de mayo.
El ambiente político y social en este momento en Grecia está lleno de incertidumbre. La estructura política se ve debilitada, y circulan rumores por los medios de comunicación de formación de nuevos partidos políticos, de un Gobierno de emergencia formado por todos los partidos existentes, e incluso se dice que hay llamamientos ‘extra-democráticos por parte de algunos grandes empresarios para llevar a cabo un Golpe de Estado ‘ligero’. En este contexto, las organizaciones sociales, a pesar de sus divisiones y de una falta de visión concreta sobre el futuro del país, se están organizando para una lucha de larga duración y de inmensa importancia. Además, Grecia también está muy atenta a lo que sucede en otros países de Europa. La noticia de la huelga de funcionarios públicos convocada para el 2 de junio en España ha sido recibida con ánimo y esperanza por parte de la mayoría de la sociedad griega.