Traducido del alemán para Rebelión y Tlaxcala por Vicente Romano
Poco a poco se van clareando las filas.Cada vez son más raros los viejos antifascistas que participaron personalmente en la lucha conntra la dictdadura de Hitler. Con ellos se pierde mucho, sobre todo experiencia. Peter Gingold, una roca antifascista de la primera hora, podría transmitirla como pocos. El hombre que se mantuvo activo hasta el final como antifascista y comunista ha muerto ahora en Francfort del Meno. De todos modos llegó a los 90 años.
Gingold, nacido también en Francfort en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, tuvo una vida movida y emocionante. De padres judíos se afilió muy joven al Movimientoi Juvenil Obrero. Como comunista y judío (en todo caso según los criterios racistas de los nazis), tuvo que vivir de joven el ascenso del movimiento hitleriano. Mientras que su madre y hermana emigraron ya en mayo de 1933, Peter Gingold intentó resistir en la ilegalidad. En junio de 1933 lo encarceló la Gestapo. La situación era todavía relativamente «adecuada» y Gingold recibió la orden de emigrar de Alemania. Se le retiró la nacionalidad alemana. Gingold, ahora en París, continuó su actividad antifascista y volvió a entrar pronto en la lista de perseguidos.
Hitler lo perseguía, por así decirlo. Cuando la Alemania nazi entró en guerra con Francia (septiembre de 1939) También se hizo peligroso vivir en Francia. Para los franceses, el desnacionalizado Gingold, seguía siendo alemán y figuraba en la lista de extranjeros «enemigos». En mayo de 1940 fue internado como tal. Afortunadamente no sufrió el destino de ser entregado a Alemania. Pasó a la clandestinidad y se afilió a la sección alemana de la Resistencia. En 1943 lo capturó la Gestapo y Gingold, severamente torturado en la cárcel, corría el reisgo de sufrir el mismo destino que muchos de sus parientes, a los que se llevaron a Auschwitz en 1942. Pero Gingold consiguió escapar y seguir participando activamente en la resistencia.En agosto de 1944 participó en el levantamiento de París, que terminó con la lilberación el 25 de agosto, y luego siguió lichando en Italia, donde vivió el fin de la guerra.
A pesar de sus experiencias, Gingold, que desde 1937 era miembro del Partido Comunista Alemán, volvió a su patria, donde, sin embargo, oficialmente no se le reconoció. Durante años se le negó la renacionalización. También se le volvió a marginar políticamente.Tras una corta fase «normal» se volvió a establecer pronto la represión anticomunista. Tras la prohibición del PCA
Gingold volvió a ser ilegal.En la década de los 70 su hija Sylvia también se hizo famosa cuando el gobierno de «izquierdas» de Hessen le aplicó la Berufsverbot (Ley que prohibía a los comunistas practicar ninguna profesión oficial en la República Federal de Alemania V. R.).El caso llamó la atención en toda Europa, debido también a la fama internacional del padre.
Miembro del VVN y del PCA, Gingold se mantuvo firmemente activo como comunista y recibió varias distinciones. Pero nunca fue bien acogido. Todavía este año se celebró a lo grande su 90 aniversario en la sede de la DGB (unión sindical alemana – V. R.) de Francfort. Con su muerte, la izquierda alemana pierde a uno de sus representantes más destacados.
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Traducido por Vicente Romano, miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüistica. Esta traducción es copyleft para uso no comercial: se puede reproducir libremente, a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.
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