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[Perú] Frente a la crisis y el sufrimiento de los trabajadores

Por una Asamblea Constituyente soberana

Fuentes: Rebelión

Plan de lucha por las reivindicaciones populares

El desenlace de la crisis política actual se definirá con la intervención de las masas como sucedió durante la marcha de los 4 suyos, el baguazo, el 14N o el 21D. Pero a la misma vez, si ésta irrupción popular, no tiene una dirección política revolucionaria, pues, se chocará con los límites de las revueltas antes mencionadas

La crisis política se agudiza minuto a minuto. Vacancia, juicio político, traición a la Patria, adelanto de elecciones, son “iniciativas” burguesas para derrocar al gobierno. Estas denuncias no implican que seamos castillistas ni mucho menos. Ya en varias notas hemos marcado distancia del fraude gubernamental que, con su política de colaboración de clases con la clase dominante, no enfrenta las crecientes dificultades sociales del pueblo trabajador (aumento de la carestía, etc.), y los graves problemas nacionales (minería, etc.).

Pero una consumación del golpe de estado (donde ahora ha ingresado a tallar la Fiscal de la Nación ante el entrampamiento del Congreso golpista – que al final alimenta al Ejecutivo-), significaría una mayor ofensiva aún contra los derechos sociales de la clase trabajadora.

El adelanto de elecciones -planteado por algunos sectores del reformismo de izquierda- ya ha sido ejecutado en su momento con Vizcarra y Sagasti. Vuelven los mismos funcionarios: es funcional a la continuidad de este régimen de explotación capitalista Francisco Sagasti, quien fue el que más endeudo al país con el FMI con bonos soberanos de $4,000 millones para pagar en cien años. Esta cuestión, más los $1,000 millones de endeudamiento oficiado por el ex presidente Vizcarra, ha hecho pasar nuestra deuda externa del 28 a casi el 40% del PBI.

En este marco de desequilibrio y volatilidad de la política peruana, donde partidos minoritarios llegan al gobierno tras el golpe a Vizcarra sin haber ganado elecciones, y otros se fragmentan llegando al Congreso (PL, SP, APP, AP, etc.); la pandemia, la crisis mundial y la guerra de la OTAN, intervienen como factores de mayor conflictividad y volatilidad produciendo una inflación interanual del 9% interanual, elevando los precios de los víveres de primera necesidad.

La “intelectualidad peruana” se pregunta ¿Por qué no intervienen las masas como en el 14N?

Se trata en primer lugar de un enfoque caprichoso: las masas durante estos últimos 22 años se han movilizado protagonizando hitos históricos como el derrocamiento de la dictadura fujimorista o el Baguazo (impidiendo el avance depredador de la selva). Y se han seguido movilizando no solo el 14N contra el golpe de estado de Manuel Merino sino también el 21 D donde una impresionante huelga obrera rural logró derogar la Ley Climper. Y recientemente hemos tenido las revueltas populares de abril de este año contra la carestía de vida que obligó al gobierno de Castillo a tomar medidas de rebaja de impuestos.

Actualmente, los conflictos sociales superan los 200, pero si no se logran unificar es porque no hay una dirección obrera que trabaje en ese sentido. Buena parte está vinculada a conflictos antimineros, a problemas socio ambientales, y a reivindicaciones por agua, techo y pan. La derecha golpista a tratado de capitalizar el descontento, pero hasta ahora no ha podido hacerlo: está dividida, no tiene un proyecto alternativo común y sus políticas son impopulares. Hay un desánimo, confusión y desmovilización en las masas populares. Castillo se la pasa ofreciendo “la mano” a la derecha y a los empresarios para que gobiernen con él. Y gobierna con derechistas cómo los nuevos ministros como Kurt Burneo, Rodríguez Mackey y Alejandro Salas, en Economía, Cancillería y Trabajo, respectivamente.

Para que las masas se movilicen deben ser convocadas a luchar por sus reivindicaciones y derechos. Los sin techo, los vecinos de las laderas, los trabajadores que tienen salarios congelados, etc.,

La agrupación Vilcapaza frente, a la crisis política y social, plantea en primer lugar, la articulación de las luchas populares. Por un Encuentro Obrero y Popular independiente del gobierno y la oposición derechista para impulsar un Plan de Lucha. Contra el Congreso reaccionario golpista, imponer a través de la acción directa (porque lo más probable es que Castillo no la va a convocar, al menos que se vea arrinconado), una Asamblea Constituyente soberana (sin poderes paralelos), en perspectiva de un gobierno de los trabajadores y trabajadoras.

César Zelada. Dirigente de la Agrupación Vilcapaza.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.