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Entrevista a Edwin Irizarry Mora, economista, planificador puertorriqueño

«Puerto Rico es una nación caribeña y latinoamericana con un trasfondo cultural e histórico distinto al de Estados Unidos»

Fuentes: Rebelión

Edwin Irizarry Mora (Mayagüez, Puerto Rico, 1961-) es economista y planificador. Ha sido un destacado docente e investigador adscrito la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez. También ha impartido docencia en la Escuela Graduada de Planificación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. En el recinto universitario de Mayagüez completó su grado de Bachillerato en Administración de Empresas con concentración en Contabilidad y Economía, mientras que en el recinto de Río Piedras realizó su Maestría en Planificación Económica. Completo su doctorado en Estudios del Desarrollo en la Universidad de Sussex, Reino Unido. Es autor de varios libros y ensayos de investigación, entre los que destaca su libro sobre La economía de Puerto Rico (2001, 2011). Fue candidato, entre otras posiciones, al puesto de Gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico por el Partido Independentista Puertorriqueño en las elecciones del 2008. Actualmente, es investigador afiliado de la Universidad de Oxford, Reino Unido, donde realiza una investigación sobre la economía política de la emigración de Puerto Rico. Irizarry Mora ha contestado todas nuestras preguntas, todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – ¿Es hora de exigir el fin del colonialismo y comenzar una conversación sobre reparaciones económicas en Puerto Rico y Estados Unidos? ¿Por qué?

1.2 Edwin Irizarry Mora (EIM, en adelante) – El colonialismo y la dependencia son los dos males estructurales que han caracterizado el modelo político y económico vigente en Puerto Rico desde la ocupación militar estadounidense en julio de 1898. A pesar de los arreglos de carácter “cosmético” que se han ensayado durante los pasados 124 años, especialmente la fundación del Estado Libre Asociado en el año 1952, no cabe la menor duda de que ha llegado el momento en que el pueblo de Puerto Rico participe en un proceso de libre determinación a través del cual se presenten opciones no territoriales y no coloniales. Ese será el principio del fin del colonialismo en nuestro país.

– WRS – ¿Qué relación si alguna ves entre la migración de los puertorriqueños a los Estados Unidos y las innumerables oportunidades desarrolladas por el Congreso de los Estados Unidos para que las corporaciones estadounidenses exploten a Puerto Rico?

– EIM – La emigración puertorriqueña a los Estados Unidos ha sido un fenómeno presente en nuestra vida colectiva, incluso desde antes de 1898. A lo largo del siglo XX y durante las primeras dos décadas del siglo XXI, la emigración ha continuado como respuesta a toda una serie de factores socioeconómicos muy complejos. Es obvio que un análisis desde la perspectiva de la economía política resulta ser muy útil para explicar porqué al presente la población de origen puertorriqueño hoy en día supera los 5.8 millones de personas, mientras en Puerto Rico la población total es de poco más de 3.1 millones de habitantes. En la medida en que las corporaciones manufactureras y comerciales de Estados Unidos fueron ocupando el espacio dentro de la estructura productiva de Puerto Rico, aprovechando los privilegios fiscales o contributivos que desde siempre se les han ofrecido, los puestos de trabajo que dichas empresas han creado no han sido suficientes para emplear a toda la fuerza obrera que ha estado dispuesta y en condiciones de trabajar. En ese sentido, existe una correlación con signo positivo entre la presencia del capital estadounidense en nuestro país y la expulsión de población en edad productiva hacia las ciudades de Estados Unidos. No debe perderse de vista que desde el año 1917 los puertorriqueños viajan a ese país como ciudadanos estadounidenses.

– WRS – ¿Cuál debería ser el rol de la academia y la sociedad civil puertorriqueña dentro de los Estados Unidos y Puerto Rico en la descolonización de Puerto Rico, si alguno? ¿Qué deberían hacer?

– EIM – Afortunadamente, tanto los miembros más conscientes y alertas de la academia puertorriqueña en Puerto Rico y en Estados Unidos, como la mayoría de las organizaciones de la sociedad civil, han contribuido al proceso de educación y orientación a las distintas comunidades que componen la nación puertorriqueña en ambas jurisdicciones. En ese sentido, ha fluido una enorme cantidad de información valiosa cuyo propósito ha sido la denuncia de la situación colonial, así como la educación sobre las alternativas descolonizadoras. La consecución de nuestra independencia nacional, sus posibilidades y su conveniencia, han sido los temas más recurrentes en ese proceso de orientación y educación política. No obstante, no debe perderse de vista que el aparato propagandístico del gobierno colonial de Puerto Rico es muy poderoso y posee recursos multimillonarios para defender la permanencia del “status quo”. Hasta ahora ese ha sido un muro inderrumbable para los que proponemos el ideal independentista.

– WRS – ¿Cómo la Comisionada Residente de Puerto Rico en el Congreso de los Estados Unidos y los congresistas de origen puertorriqueño podrían ayudar a resolver los problemas económico-sociales creados por la explotación de los Estados Unidos en Puerto Rico?

– EIM – La Comisionada Residente no es portavoz de ninguna propuesta para salir del modelo colonial-dependiente vigente en Puerto Rico. Esa persona no tiene voto en el Congreso de Estados Unidos y, tradicionalmente, a lo que se dedica es a tratar de conseguir la aprobación de fondos para programas que atienden determinados asuntos en Puerto Rico. En el caso de los congresistas puertorriqueños en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, lo cierto es que la mayoría de ellos han sido voces muy activas e importantes en la denuncia de la relación colonial de Puerto Rico con los Estados Unidos. De hecho, varios de ellos han sido co-autores de medidas legislativas cuyo propósito ha sido tratar de resolver la situación política del país de forma digna.

– WRS – ¿Por qué los movimientos de estadidad no han sido capaces de confrontar al imperialismo estadounidense en Puerto Rico y los Estados Unidos? ¿Qué deberían hacer?

– EIM – A lo largo de muchas décadas, el movimiento estadista (o estadoísta) en Puerto Rico ha intentado infructuosamente que los sectores de poder en la sociedad estadounidense favorezcan que Puerto Rico se integre como el estado 51 de la federación estadounidense. Lo cierto es que en ningún momento de la historia contemporánea ha habido una expresión clara ni un apoyo explícito a esa posibilidad. El sector conservador republicano, además de otros sectores muy influyentes, está muy consciente de que anexar a Puerto Rico constituiría un error político de grandes dimensiones, y que tendrían que pagar el alto precio que ello conllevaría. Puerto Rico es una nación caribeña y latinoamericana, con un trasfondo cultural e histórico distinto al de Estados Unidos, y de ello están conscientes los sectores conservadores de la sociedad estadounidense.

– WRS – ¿Qué ha hecho, si algo, la presidencia de los Estados Unidos, y los dos partidos políticos dominantes dentro de los Estados Unidos, el demócrata y el republicano, para mitigar el desastre que ellos y los estadounidenses ayudaron a crear dentro de Puerto Rico?

– EIM – Hasta la fecha, tanto los demócratas como los republicanos se han limitado a promover la extensión a Puerto Rico de ciertos y determinados programas de ayuda (las llamadas “transferencias federales”) dirigidas a la población pobre y desempleada que reside en Puerto Rico. Aunque se alega que con estos programas se ha mitigado en algo la pobreza y desigualdad socioeconómica, lo cierto es que, para la mayoría de los estudiosos de nuestra realidad contemporánea y actual, esos programas de ayuda lo que han hecho es perpetuar la pobreza, porque no se han registrado cambios estructurales en nuestra sociedad que se traduzcan en la erradicación de la marginalidad, la inequidad y la desigualdad.

– WRS – ¿Cuál sería la forma de que los puertorriqueños rompan con este ciclo de abuso del colonialismo estadounidense dentro de Puerto Rico? ¿Debería Puerto Rico y los puertorriqueños ser reparados económicamente por Estados Unidos?

– EIM – La forma más adecuada de romper con ese círculo de abuso es mediante la convocatoria a una Asamblea de Status en la que se presenten alternativas no territoriales y no coloniales, y mediante la cual los puertorriqueños puedan seleccionar el camino que habremos de seguir como nación. Ya en el proceso plebiscitario que se celebró entre los años 1989-1991, y que no llegó a ninguna conclusión, el gobierno de Estados Unidos se comprometió a indemnizar durante un periodo de 10 años a la sociedad puertorriqueña en su proceso de convertirse en una nación libre y soberana, si es que nuestro pueblo elige esa alternativa.

– WRS – El economista francés Thomas Piketty considera que Francia debería reparar en más de 28 mil millones de dólares americanos a Haití. ¿En cuánto debería Estados Unidos reparar económicamente a Puerto Rico y a los puertorriqueños?

– EIM – No hay una cifra exacta, pero el cálculo que se ha propuesto es de la cantidad anual de ayudas o transferencias federales que reciba Puerto Rico en el año antes de comenzar un proceso que nos conduzca a nuestra independencia, multiplicada por 10, que son los años que mencioné en la respuesta a la pregunta anterior. Dependiendo de cuántos programas se definan en esa dirección, la cifra podría oscilar entre varias decenas de miles de millones de dólares, hasta más cien mil millones de dólares. Pero insisto en que el cálculo tendría que ser muy riguroso y que dependerá de lo que se negocie como parte del proceso descolonizador.

– WRS – Muchos puertorriqueños viven en la diáspora, bien en Estados Unidos como fuera de los Estados Unidos. Otros puertorriqueños han sido y son partícipes del saqueo estadounidense dentro de Puerto Rico. Todos, los primeros y los segundos son estadounidenses. ¿Por qué deben ser o no ser recompensados? ¿Son todos los puertorriqueños sujetos coloniales a los que se les ha robado su futuro en su propia tierra? ¿Se les debe devolver su futuro estén donde estén, sean quienes sean?

– EIM – Este es un tema complejo porque muchos puertorriqueños residentes en Estados Unidos han logrado posicionarse exitosamente dentro de las estructuras sociales de ese país. Ese es un hecho irrefutable. Sin embargo, una alta proporción de las familias pobres que residen en ese país, así como en Puerto Rico, deberían ser compensadas. Debo insistir en que este debe ser un ejercicio riguroso, y que el resultado del cálculo que se realice debe ser uno justo y equitativo para nuestra gente.

– WRS – Dos congresistas de origen puertorriqueño, Alexandría Ocasio-Cortez y Nydia Velázquez, presentaron un proyecto de ley para la descolonización de Puerto Rico. Por su parte, Jenniffer González representa a Puerto Rico dentro de los Estados Unidos. Tiene reconocido dentro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el poder de presentar legislación. Ha estado moviendo un proyecto de anexión de Puerto Rico a los Estados Unidos junto con el congresista puertorriqueño Darren Soto, proyecto que al igual que el de las congresistas antedichas ha sido sustituido por uno alternativo y de consenso entre todos. ¿Qué le falta a ese proyecto de ley? ¿Qué defectos le ves a ese proyecto de ley? ¿Por qué Ocasio-Cortez y Velázquez merecen algo mejor? ¿Por qué González y Soto merecen algo mejor?

– EIM – Como mencioné antes sobre este tema, la discusión sobre el status político de Puerto Rico es un tema extremadamente complejo. La iniciativa de Ocasio-Cortez y Velázquez es la que favorecemos porque no incluye el actual status colonial como solución a nuestra situación política. Ese proyecto presenta en justa perspectiva alternativas descolonizadoras. En el caso del proyecto de la Comisionada González, se ha insistido en que este contiene la “píldora venenosa” de la estadidad, que es la alternativa que Estados Unidos nunca ha estado dispuesto a considerar, porque no les conviene, porque les crearía un problema político ante la comunidad internacional y porque sencillamente los sectores conservadores de la sociedad estadounidense no desean, por prejuicios raciales, que una nación caribeña y latinoamericana se integre como el estado 51 de su nación. El otro tema es el relacionado con cuánto le costaría al Tesoro de Estados Unidos la anexión de Puerto Rico, porque ciertamente los sectores que en nuestro país tienen la capacidad de pagar contribuciones/ impuestos federales son sustancialmente menores que aquellos sectores que se beneficiarían de ayudas adicionales bajo el escenario de la estadidad. Ese cálculo lo tienen muy claro en las distintas ramas del gobierno estadounidense.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

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