Para poder dominar a los países del Sur durante la década de los 70 y 80, el gobierno de los Estados Unidos elaboró y desarrollo lo que se dio a conocer como el Plan Cóndor, aplicado a través de la implementación de dictaduras militares en diferentes países de América del Sur. Estos regímenes militares y […]
Para poder dominar a los países del Sur durante la década de los 70 y 80, el gobierno de los Estados Unidos elaboró y desarrollo lo que se dio a conocer como el Plan Cóndor, aplicado a través de la implementación de dictaduras militares en diferentes países de América del Sur.
Estos regímenes militares y dictatoriales fueron cayendo y se empezaron a inaugurar nuevos gobiernos con ropajes democráticos, lo que no significó que la dominación de los Estados Unidos caiga con ellos, ni se alejara de nuestro continente. Manuel Freytas denomina a las democracias de nuestros países como una especie de «democracias made in USA», es decir un nuevo régimen con supuestas libertades públicas diseñadas por el país del Norte para ejercer una nueva forma de dominación y penetración.
La riqueza existente en Sudamérica en cuanto a recursos naturales, como el agua, la tierra y el petróleo, son las principales motivaciones de los Estados Unidos y para esto se promueve; una forma de economía; que tuvo sus raíces y comienzo en las dictaduras, pero tiene su continuidad en los actuales gobiernos democráticos. Consiste en privatizar las empresas estatales, los recursos naturales y convertir la agricultura en un negocio, las materias primas, los alimentos, todo lo que sale de la tierra, pasa a ser una mercancía mas para el beneficio de manos privadas, para las empresas que se instalan en el sector agrícola. A diferencias de la agricultura tradicional, de aquella llevada por familias campesinas que cultivaban para poder vivir, la agricultura empresarial busca el lucro y la explotación máxima de la tierra sin importar los daños que pueda ocasionar.
Muchos de los capitales de estas empresas de agronegocios son de origen del país que ha diseñado el Plan Cóndor, como por ejemplo: ADM Paraguay, BUNGE PARAGUAY S.A, CARGILL AGROPECUARIA SACI, como las mas representativas de la economía agro empresarial. Vale mencionar que esta economía esta pensada con una lógica para generar lucro y riqueza para las empresas y no para la sociedad, no redunda en ningún tipo de beneficio para los que estamos por fuera de esta forma maléfica de hacer «negocio».
Dentro de esta lógica, p ara hacer que este negocio funcione, una de las cosas necesarias es contar con suficiente cantidad de tierras, esas tierras deben ser llenadas de unos o dos productos para la venta y exportación, el caso más común: la soja. Y se debe combatir y expulsar a campesinos/as que quieran o necesiten usar esas tierras para vivir en ellas y/o producir cultivos que tengan ver con su cultura o alimentación.
Esa democracia MADE IN USA, a la que nos referíamos al comienzo, defiende la libertad de estas empresas de operar en cualquiera de los países sudamericanos. Estas democracias impulsan un modelo denominado Agroexportador y defiende n una economía que nada tiene que ver con: poder del pueblo. La economía implementada en la democracia es la continuidad de la dominación de un país sobre otros.
En el año 2005 el Congreso Paraguayo aprobó el ingreso de tropas Estadounidenses con inmunidad por un periodo de 18 meses, es decir que ni la justicia paraguaya ni ningún otr o órgano de nuestro Estado tenía el poder sobre lo que vayan a realizar estos militares extranjeros. En otros términos y para ser mas claros, los señores diputados y senadores de aquel tiempo y que algunos continúan hasta hoy dijeron a las tropas de Estados Unidos: «peike ha pejapo la pejaposea» (término en guaraní: entren y hagan lo que quieran)
En el periodo democrático por lo que atraviesan los distintos países de la región y así también el nuestro, Estados Unidos dice estar preocupado por «ayudar» a los países a consolidar sus democracias. Para lo cual el aspecto militar juega un rol importante. Según Estados Unidos, las democracias están amenazadas por dos males principales: el narcotráfico y el terrorismo. Para lo cual sus militares están entrenados para apoyar a los países del Sur.
En este marco en el año 1999 se ha puesto en vigencia el denominado Plan Colombia, que es un acuerdo entre los países de Colombia y Estados Unidos. Varios pensadores y analistas coinciden en que este es el plan sustituto del Plan Cóndor en América Latina, con matices nuevos, y que será desde Colombia que Estados Unidos intentará operar para el control militar de la región, el país colombiano se vuelve como la punta de lanza de las acciones militares estadounidenses.
Para llevar adelante este plan es necesario crear un enemigo al interno de los países, hacernos creer que el país esta azotado por narcotráfico y/o terrorismo, como pretexto para meter miedo a la población, y buscar nexos entre el terrorismo y los movimientos sociales que se opongan a los planes de los Estados Unidos.
Pero esos nuevos matices que presenta esta forma de militarización de los países se deben dar dentro de lo formal de las democracias, es decir, ocupan nuestros territorios con el aval de los poderes del Estado, con firmas de acuerdos de cooperación y convenios internacionales. Estos constan básicamente de dos ejes fundamentales: Uno: tiene que ver con las ayudas humanitarias, que se basan por lo general en asistencia médica a la población. Forma muy sutil de tener controlado buena parte del territorio, de sacar información, de ganar la confianza de la gente. Dos: el entrenamiento, asesoramiento y maniobras militares conjuntas entre las Fuerzas Armadas de un país y la de Estados Unidos. Todo esto, ya fue aplicado en nuestro país.
Colombia es uno de los países que registra mayor nivel de violencia, así como de denuncias de violación de derecho humanos, con la fosa común más grande del continente llamada La Macarena donde existen miles de cuerpos NN, con un gobierno que da carta verde a los Estados Unidos para instalar Bases Militares en los puntos estratégicos de su país. Es con Alvaro Uribe presidente de Colombia, que Fernando Lugo, Presidente del Paraguay, ha firmado un acuerdo en el año 2008 para la lucha contra el terrorismo. Es justamente de ese país que en enero de este año se ha comprado 450 fusiles Galil y más de 200 mil municiones por un valor de 2.600 millones de guaraníes. Asesores Colombianos se pasean por nuestro país asesorando al Ministerio del Interior, a la Fiscalía antisecuestro, el experto colombiano Yerkinson Toncel ofrece charlas para empresarios y ganaderos de cómo cuidarse y prevenir los secuestros.
Y son estos signos lo que nos hace insistir en el título de este artículo, en un momento en que se debate mucho sobre el «profundizar nuestra democracia».
Fuente: Revista Acción Popular, marzo-abril 2010