Sólo una mirada a la actualidad europea basta para percibir la atención y el giro de los ojos, no sólo de los griegos, sino también de los ciudadanos europeos, cada vez más numerosos, que invierten sus esperanzas en Syriza y el gobierno griego. Esto es un fenómeno bastante nuevo que agita el sueño de los […]
Sólo una mirada a la actualidad europea basta para percibir la atención y el giro de los ojos, no sólo de los griegos, sino también de los ciudadanos europeos, cada vez más numerosos, que invierten sus esperanzas en Syriza y el gobierno griego. Esto es un fenómeno bastante nuevo que agita el sueño de los «socios europeos» e inquieta a diversos «los de arriba», tanto dentro como fuera de nuestro viejo continente.
La conclusión es clara: En un tiempo récord Syriza y su gobierno son responsables de una enorme responsabilidad histórica. La responsabilidad de cumplir con las expectativas de millones de ciudadanos europeos que ven en Syriza y en el nuevo Gobierno griego la forma de realización de sus deseos de salida -por fin- de la interminable noche de barbarie neoliberal. Y en la medida en que también se manifiestan en las calles, y se pone en marcha al menos una vanguardia de millones de ciudadanos europeos, se hace evidente que es urgente que Syriza y su gobierno asuman la responsabilidad Europea, que se parece cada vez más a un verdadero deber: el deber de fomentar una red y de manera sistemática y metódica, incluso coordinar la resistencia popular a la austeridad, que ya se manifiesta, o se producirá, de norte a sur, de este a oeste de nuestro continente.
Obviamente, esta nueva y difícil tarea de SYRIZA y su gobierno sólo se puede realizar con éxito si se toma muy en serio, con todo lo que ello implica que la inversión de tiempo, energía y recursos y otros equipos. Sin embargo, incluso esto no es suficiente. Para esta empresa histórica -porque ciertamente él es una empresa histórica- avanzar tiene que coincidir con la realidad de la resistencia popular, una realidad que sin duda tiene una doble composición, es múltiple y mismo tiempo unitaria, puesto que supera las fronteras y expresa no una, sino varias sensibilidades políticas, a la vez que tiende hacia nuevas síntesis y reconstrucciones.
Sin embargo, hay otra razón que hace aún más urgente la tarea de esta SYRIZA Europea y su gobierno. El tiempo comienza a pasar desesperadamente, se multiplica peligrosamente la presión y el chantaje de los «socios europeos» y el único activo disponible para el gobierno de Tsipras en su negociación / confrontación con aquellos es la Solidaridad de «los de abajo», ¡el apoyo activo de millones de ciudadanos europeos que recurren a SYRIZA y confían en su gobierno para liberarse del yugo de la austeridad!
¿Cómo puede todo esto como dar vuelta rápidamente en acciones e iniciativas concretas? Sin duda, este no es un artículo para hacer sugerencias o dar consejos. Por otra parte, las decisiones y las iniciativas en este sentido debe surgir no sólo de Syriza, sino de todos los que expresan en las calles de las ciudades en Europa su solidaridad con el nuevo gobierno griego. Dicho esto, Syriza y sobre todo el gobierno de Tsipras podría hacer algo sencillo y también muy tangible, que probablemente podría inspirar a «los de abajo» a intensificar sus movilizaciones: Declarar públicamente que son plenamente conscientes de sus responsabilidades hacia sus (únicos) aliados naturales y comprometerse con ellos a transformar esta responsabilidad en acción tan pronto como sea posible. ¿De qué manera? ¿Por qué no con una llamada, por ejemplo, a Podemos, para un día de acción europea contra la austeridad en solidaridad con el pueblo griego, en las próximas semanas? ….
Traducción de Zonaizquierda.org
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.