El asesinato del líder de la oposición extraparlamentaria, Boris Nemtsov, a pocos días de la convocatoria a una endeble manifestación bajo el lema «Putin es la guerra, Putin es la crisis. Despierta país», reunió a la débil oposición al Kremlin y atrajo la atención de Occidente y su industria mediática. Desde el oficialismo insisten en […]
El asesinato del líder de la oposición extraparlamentaria, Boris Nemtsov, a pocos días de la convocatoria a una endeble manifestación bajo el lema «Putin es la guerra, Putin es la crisis. Despierta país», reunió a la débil oposición al Kremlin y atrajo la atención de Occidente y su industria mediática. Desde el oficialismo insisten en la hipótesis de provocación para desestabilizar la situación política del país en momentos que atraviesa una época delicada, marcada por la crisis en Ucrania y las hostilidades de Estados Unidos y la Unión Europea, así como por la caída del precio del petróleo y el desplome del valor del rublo.
El viernes por la noche en Moscú, Nemtsov fue abatido de cuatro tiros en la espalda cuando caminaba junto a una ciudadana ucraniana cerca del Kremlin, en la parte que linda con el río Moscova. Las autoridades informaron que desconocidos dispararon al menos ocho tiros desde un auto en movimiento a Nemtsov, que recibió cuatro balazos en la espalda, mientras que la mujer resultó ilesa.
La muerte, exaltada simbólicamente por el lugar elegido para el asesinato, avivó los ánimos de la oposición que no dudó en culpar al gobierno de Vladimir Putin. Nemtsov era uno de los críticos más acérrimos del Kremlin respecto a la crisis en Ucrania y se oponía a la adhesión de Crimea, así como era señalado como detractor a sueldo de gobiernos foráneos.
Durante la década del ’90 fue viceprimer ministro y miembros del Consejo de Seguridad de Rusia, en el gobierno de Borís Yeltsin, por entonces se lo consideraba como futuro presidente del país y fue uno de los artífices del desmantelamiento del Estado soviético. Fundó el movimiento Rusia Joven que conformaba el partido Unión de Fuerzas de Derechas y fue elegido diputado de la Duma rusa (Cámara baja) hacia fines de los ’90. Tras una escisión en el partido formó el movimiento Solidaridad. En los últimos años, fue elegido copresidente del Partido Republicano de Rusia – Partido de la Libertad Nacional (RPR-PARNAS), la principal fuerza de la oposición no parlamentaria, y posteriormente miembro del parlamento regional de Yaroslavl.
Por su parte, Putin condenó el asesinato de Nemtsov y expresó sus condolencias a la familia del líder opositor al tiempo que se comprometió a que «se hará todo porque los organizadores y autores materiales de este cínico asesinato reciban su merecido castigo». El portavoz presidencial, Dimitri Peskov, declaró a ante la prensa que el mandatario ruso está convencido de que «este cruel asesinato tiene todos los signos de haber sido ejecutado por encargo, y tiene un carácter extremadamente provocador».
Nemtsov era uno de los convocantes de la marcha que la oposición tenía previsto llevar a cabo el domingo en las afueras de Moscú contra la postura del Kremlin ante la crisis en Ucrania, bajo el lema «Putin es la guerra, Putin es la crisis. Despierta país».
Tras el asesinato, la manifestación original se canceló y los líderes de la oposición llamaron a marchar por las calles del centro de la capital hasta el puente próximo al Kremlin en homenaje a Nemstov. Decenas de miles de personas participaron de la manifestación que fue autorizada por el ayuntamiento, sin embargo se desconoce el número exacto de participantes, los organizadores aseguraron que acudieron casi 70 mil personas, mientras que el Ministerio del Interior sostuvo que asistieron 16 mil 500.
La marcha, de fuerte repercusión en las corporaciones info-comunicacionales de Occidente, estuvo encabezada por dirigentes opositores como Mijail Kasianov, Ilia Yashin, Leonid Volkov y Guennadi Gudkov, quienes sostenían un extenso cartel con la inscripción «Los héroes no mueren» -el mismo lema que se utilizó durante las violentas manifestaciones de febrero del año pasado impulsadas por grupos de extrema derecha en Kiev, vinculados a Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)-.
Los manifestantes portaban banderas de Rusia con crespones, así como retratos del fallecido opositor. También se destacaban algunas pancartas con las consignas «No tengo miedo», «Lucha», «La propaganda mata».
Según denunció el canal de televisión NTV, la marcha se financió desde Suiza, donde reside el ex magnate Mijail Jodorkovsky. También aseveró que cuenta con imágenes grabadas de reuniones secretas de los dirigentes opositores con diplomáticos extranjeros.
A su vez, se informó de la detención del diputado de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) Aleksandr Goncharenko, que llegó a Moscú para asistir a la marcha y a quien las autoridades rusas relacionan con los cruentos enfrentamientos ocurridos en Odesa, el 2 de mayo pasado, cuando 48 manifestantes pro rusos murieron calcinados en el incendio que provocaron grupos de corte neonazi en la Casa de los Sindicatos de ese puerto ucranio.
Cabe destacar que la manifestación se convocó una semana después de que 40 mil personas se manifestaran en las calles de Moscú en apoyo al Krmlin en la denominada «Marcha Antimaidán«, para denunciar la maniobra orquestada un año atrás por Occidente, que concluyó con el derrocamiento del presidente ucraniano Victor Yanukovich y la instalación de la ultraderecha en el poder.
Desde el Comité de Instrucción de Rusia (CIR), a cargo de investigar el asesinato de Nemtsov, lanzaron una recompensa de 3 millones de rublos (alrededor de 50 mil dólares), a quien aporte información valiosa para resolver este caso. El CIR maneja cinco líneas de investigación: provocación para desestabilizar la situación política, venganza de grupos extremistas de Medio Oriente, represalia de separatistas ucranios, disputas de orden económico y enemistad personal.
Los medios oficialistas insisten en que Nemtsov podría haber sido una víctima sacramental para desestabilizar Rusia, dando a entender que mandaron matarlo sus propios compañeros o servicios de espionaje extranjeros. Mientras que la prensa pro occidental reproducen la línea de los líderes opositores, quienes señalan que este asesinato ocurrió en el contexto de odio, animadversión y persecución contra la oposición, impulsado por el Kremlin.
Fuente original: http://www.noticiaspia.org/rusia-en-el-centro-de-la-desestabilizacion/