Tres sindicatos se sumaron ayer al llamado de huelga general de 24 horas el próximo 18 de octubre en Francia con carácter prorrogable, en protesta por la reformas al régimen especial de retiros impulsada por el gobierno. Las organizaciones de los ferroviarios SUD-Rail de la SNCF, FGAAC de conductores y Fuerza Obrera anunciaron que participarán […]
Tres sindicatos se sumaron ayer al llamado de huelga general de 24 horas el próximo 18 de octubre en Francia con carácter prorrogable, en protesta por la reformas al régimen especial de retiros impulsada por el gobierno.
Las organizaciones de los ferroviarios SUD-Rail de la SNCF, FGAAC de conductores y Fuerza Obrera anunciaron que participarán en el paro con posibilidades de extenderlo, mientras otros cinco grupos sindicales apelaron a una huelga de sólo 24 horas.
Anne-Marie Idrac, presidenta de la principal empresa ferroviaria de Francia (SNCF), dijo a la televisora BFM que si bien es prematuro anticipar el curso de las manifestaciones, es su deber alertar a los pasajeros de la incidencia del 18 de octubre.
Fuerza Obrera fue categórica al plantear, según su dirigente Eric Falempin, que al día siguiente, es decir el 19 de octubre, los ferroviarios deberán expresar en asamblea sus criterios y la valoración de continuar o no la protesta.
En igual sentido Stéphane Leblanc (SUD Rail) opinó que «después de los ataques brutales del gobierno contra las conquistas sociales de los trabajadores, los ferroviarios tienen que ejercer su legítimo derecho de la defensa con paros prorrogables».
La víspera, la Central General de Trabajadores de Francia (CGT) aseguró que la jornada de huelga del 18 de octubre tendrá un alto nivel y provocará notables riegos en el transporte de trenes y metro.
El secretario general de la CGT, Bernard Thibault, declaró que existe un magnífico grado de disposición para sumar al paro de 24 horas a todos los trabajadores en protesta por la derogación del régimen especial de retiros.
Bajo el argumento de equilibrar las jubilaciones, el gobierno francés impulsa una reforma a los llamados regímenes especiales del sector público, que ofrece ciertas prebendas a quienes laboran en puestos peligrosos o de intensidad mayor.