M.H.: ¿Qué reflexión te merece el 2 de abril? J.G.: Creo que el tema es muy importante porque todos hablan del colonialismo británico, la soberanía de la Argentina sobre las islas Malvinas. Y el tema me parece sensato pero creo que hay que hacer muchas reflexiones, porque no solo se trata de la colonialidad británica, […]
M.H.: ¿Qué reflexión te merece el 2 de abril?
J.G.: Creo que el tema es muy importante porque todos hablan del colonialismo británico, la soberanía de la Argentina sobre las islas Malvinas. Y el tema me parece sensato pero creo que hay que hacer muchas reflexiones, porque no solo se trata de la colonialidad británica, la pérdida soberana de los territorios en las islas, sino también la pérdida de soberanía en el continente que la Argentina viene perdiendo año tras año.
Enumerando temas: tema uno, el endeudamiento externo es una forma de pérdida de soberanía, agravado con un fuerte endeudamiento que supone el acuerdo con el FMI, más de 57.000 millones de dólares, ya se ha desembolsado la mitad y el resto se va a desembolsar de aquí a fin de año, es una deuda impagable como el conjunto de stock de deuda que tiene la Argentina y eso puede significar nuevas presiones externas para apropiarse de capital público. Recordemos que por 1987 el papá de la actual ministra de Desarrollo Social, Richard Stanley, planteó la capitalización de la deuda que es lo que sucedió después en los ´90 donde se entregó capital público a capitales externos. Nada raro sería que en los próximos años nos encontremos entregando recursos naturales yacimientos estratégicos como podría ser el de Vaca Muerta o yacimientos relacionados a la explotación de litio a cambio de una deuda que es impagable.
Pero no solo es la pérdida de soberanía por el endeudamiento que hipoteca a varias generaciones a futuro, sino que también es la pérdida de soberanía por el modelo productivo y de desarrollo en su conjunto, hablo de la presencia hegemónica de las transnacionales de la alimentación, la biotecnología en el agronegocio, por ejemplo. Es un tema consolidado con mucha fuerza en los ´90 cuando se autorizaron los transgénicos que significó el boom de la soja en la Argentina y el cambio de la hegemonía productiva de la soja contra el trigo y el maíz, aunque después éstos transitaron el camino de la genética y eso significó un cambio muy fuerte del modelo agrario, de la cultura del campo en la Argentina y este récord de producción que está asociado a afectaciones climáticas muy importantes, afectaciones en las poblaciones que se verifican con el movimiento de los pueblos fumigados en las zonas de las plantaciones.
Por eso la soberanía es Malvinas pero también es la deuda y el agronegocio y hay que agregarle la cuestión de la minería a cielo abierto. Argentina nunca fue un país minero, es un país que tenía minería y que en los últimos años, con el cambio del Código minero se afirmó la presencia de las transnacionales mineras que le han quitado la soberanía al pueblo argentino en la gestión de los recursos naturales.
Entonces, es Malvinas pero es la deuda, y la deuda asociada a un sistema financiero que está extranjerizado desde los tiempos del a dictadura y asociemos que la «aventura de Malvinas» fue un intento de la dictadura genocida por prolongar su permanencia en el gobierno de la Argentina en 1982 y que fue una guerra contra una Margaret Thatcher que tenía una muy mala imagen en Gran Bretaña y que el triunfo de Gran Bretaña sobre Argentina en Malvinas le volvió a dar vida política a su régimen.
Hay que tenerlo en cuenta porque las políticas neoliberales se ensayaron y empezaron en Sudamérica, en Chile en 1973, en Uruguay, en la Argentina en 1976, con el terrorismo de Estado en el Cono Sur de América, pero adquirieron carta de ciudadanía en el capitalismo mundial con el gobierno de Thatcher en 1979 en Gran Bretaña y con Reagan en 1980 en EE UU.
La consolidación del gobierno Thatcher en el 1982 supuso la confirmación de las políticas neoliberales que llevaban un par de años aplicándose en Gran Bretaña, contra los mineros y los trabajadores en general en ese país. Inauguró un nuevo tiempo mundial, no es solo un tema del anti colonialismo que recuperamos en Argentina cada 2 de abril sino que la consolidación política de Thatcher en su propio territorio le dio consenso político para afirmar una política que junto con EE UU se extendió al sistema mundial que hoy es hegemónico, más allá de la crisis que empezó y no termina en 2007.
Por eso el 2 de abril es importante. No es un tema de reivindicación, que es muy buena e importante, de los jóvenes soldados combatiendo; pero también recuperar que fueron llevados a esa «aventura» por torturadores, asesinos, por una dictadura genocida, lo cual tiene impacto sobre nuestra historia, sobre nuestro presente y sobre nuestro futuro; pero que tuvo un impacto geopolítico espectacular, que volvió a poner en evidencia que EE UU privilegia su sociedad para la hegemonía del capitalismo mundial con la antigua potencia imperialista, como lo es Inglaterra, y que el papel que le asigna a la Argentina y a América Latina es de patio trasero, de subordinación.
El 2 de abril es una combinación de cuestiones, de memoria histórica pero también de presente, porque lo que hay es una Argentina mucho más dependiente porque desde 1982 para acá, con los matices que hay que anotar en algunos gobiernos durante los últimos años, lo que se ha consolidado es un modelo productivo capitalista de dependencia, de inserción subordinada en la transnacionalización de la economía mundial y uno de los temas de privilegio es el endeudamiento público que es el mecanismo que consolida los lazos de dependencia.
No solo la deuda del sector público que administra la tesorería, sino que ahora tenemos que agregar la gran deuda que supone el endeudamiento y los pasivos del Banco Central. Hasta hace muy poquito con las Lebac (letras del Banco Central) y ahora con las Leliq (letras de liquidez) con tasas de interés que son de usura para el sistema de crédito en el país pero que suponen una hipoteca muy gravosa para el conjunto del pueblo argentino y que lamentablemente desde lo que se discute en los medios de comunicación, se traduce como el costo que tienen las políticas sociales masivas que llegan a más de 10 millones de personas en la Argentina. Pero los niveles de intereses que paga la Argentina vía BC a los especuladores que son los únicos que pueden intervenir en la compra de estas Leliq, demuestra que en estos 37 años de la guerra de Malvinas para acá lo que se ha generado es una consolidación del proceso de dependencia del capital hegemónico y de las potencias imperialistas en el plano mundial.
24 de marzo de 1976
M.H.: Mencionaste también el golpe de 1976, que tiene mucho que ver con el endeudamiento externo. ¿Qué buscó el golpe del 24 de marzo?
J.G.: Creo que el gran objetivo del 24 de marzo, como proceso histórico, el golpe cívico militar que tuvo un consenso importante de las clases dominantes y algunos sectores de la institucionalidad política y social de la Argentina buscaba transformar regresivamente la Argentina, pero acorde con cambios que había en el plano mundial.
Había una gran crisis mundial en 1971-75, la crisis del dólar, del petróleo, la aparición por primera vez de la crisis ecológica derivada del modelo productivo. Había una afectación de la tasa de ganancia a escala mundial y la lectura que hicieron los capitales hegemónicos en el sistema mundial era que había que frenar la ofensiva social y popular que se expresaba en el triunfo de Vietnam, en el cambio del mapa político en los países de África y Asia, que se expresaba en el avance de lo que se llamaba el «tercer mundo» con el campo del socialismo, más allá del debate de cuánto socialismo había en ese socialismo.
En 1974 la ONU vota lo que se conoció como «Carta de los derechos y deberes de las Naciones» como orden económico internacional, que solo votaron en contra 12 países del sistema mundial. Obviamente entre ellos los países del G7, EEUU, Alemania, Gran Bretaña, Japón, Canadá; potencias del capitalismo mundial que no podían permitir que la mayoría de los países del sistema mundial plantearan reestructuración del orden mundial en un sentido más solidario, democrático, igualitario, de mejores relaciones entre los países, de afirmar las necesidades de resolver problemas como los de la alimentación, del empleo. Por lo que se planteó es que lo que estaba afectado era la tasa de ganancia y se produjo una restructuración de la economía a nivel mundial que empezó como ensayo en Sudamérica. Las políticas inspiradas en Milton Fridman, la escuela de Chicago, no olvidemos que M. Fridman fue premio Nobel de economía en 1976. Eran una corriente de pensamiento minoritaria en un sistema en el que prevalecían las teorías de Keynes, que había publicado su libro en el ´36. El Keynesianismo dominó el sistema mundial desde el ´36 en adelante, por lo tanto esas políticas que se asocian con el Estado de Bienestar en Europa o que se pueden calificar como populistas en América Latina era lo que había permitido el proceso de industrialización sustitutiva en América Latina de la mano del asesoramiento de la CEPAL, estamos hablando de los años ´50/’60/’70 y por lo tanto estamos hablando del sistema mundial y por eso yo lo mencioné hace como «ensayo» a las dictaduras militares, porque fueron el ensayo de la aplicación de esas políticas neoliberales.
Políticas que se vendían como políticas para liberar al mercado, para que actuaran las fuerzas ciegas del mercado pero que solamente fueron posibles con la violencia, con el terrorismo de Estado, la tortura, la desaparición, la muerte, las prohibiciones de los partidos políticos, de las centrales sindicales, de las protestas sociales, con el miedo generalizado en la sociedad; ese es el impacto de los desaparecidos, los encarcelados, el mecanismo de control que se instaló en toda la sociedad, y lo que se logró en definitiva es restructurar la economía el Estado y la sociedad. Por eso primero empezó una política de flexibilización salarial y laboral que no ha terminado y por eso el gobierno Macri busca avanzar en acuerdo con el FMI en una reforma laboral y previsional a fondo. Cuando uno lee que el desempleo en la Argentina está en torno al 10% y que la irregularidad a nivel oficial se establece en un 35% lo que hay es una construcción de la precariedad del empleo que evidencia una tendencia creciente del sistema mundial a la precariedad laboral, y estos son datos de la OIT. Es decir que el golpe del 24 de marzo del ´76 entra en una historia de restructuración de la relación entre los trabajadores y los capitalistas patrones, un cambio de la relación capital-trabajo muy importante y un cambio en la concepción del Estado. Lo que ellos llaman «modernización del Estado» que se define antes que nada por las privatizaciones, pero sobre todo por un cambio de funciones del Estado que pasa a gastar mucho más dinero pero en materia de seguridad y defensa.
Pensemos en el enorme gasto militar que se hizo preparando una guerra que no se materializó con Chile, recordemos la mediación de la Iglesia en ese plano en el año 1978. Pero también recordemos los pertrechos militares necesarios para confrontar en el ´82 con Gran Bretaña en Malvinas y todo el equipamiento militar y logístico que supuso el gobierno militar con Fuerzas Armadas en tareas que no les corresponden ni estaban asignadas, como gobiernos municipales, provinciales, dependencias muy diversas, hacerse cargo de la gestión de organismos públicos, empresas públicas, eso supuso un gasto muy grande. Así como lo digo para la Argentina hay que leer el crecimiento del gasto militar a escala mundial en los últimos 40 años y es espectacular. Se decía que en el ´90 iba a haber paz en el mundo porque había caído el socialismo en el Este de Europa, sin embargo lo que ha habido desde ese entonces es un crecimiento como nunca del gasto militar, han crecido y se han potenciado las guerras y está subyaciendo una perspectiva de guerra a escala global muy fuerte, son temas muy calientes de la coyuntura actual. Por eso el 24 de marzo del ´76 vino a cambiar la relación capital trabajo, cambiar las funciones del Estado para ponerlo más al servicio de la transnacionalización de la economía de la inserción subordinada de la Argentina en el sistema mundial y también generar nuevas relaciones internacionales, pensemos que Argentina con una historia cortada por los golpes militares era protagonista del movimiento de países del tercer mundo y obviamente Argentina después de la dictadura militar y sobre todo en los años ´90 se subordinó incluso en acciones bélicas internacionales atrás de EEUU. Cuando se le busca la pista a los atentados a la embajada de Israel o el de la AMI están muy asociados a esa subordinación militar actuante de la Argentina en la OTAN, siguiendo los antecedentes de la política internacional de los EEUU que ahora se replica con un Macri siendo absolutamente funcional al objetivo geopolítico principal de EEUU contra Venezuela y por añadidura contra Cuba. Yo no le encuentro muchas más explicaciones al préstamo del FMI si no es por los favores geopolíticos del gobierno Macri, sin perjuicio de lo que ya te mencioné de que mañana puede haber demanda de pago con capital público, con recursos naturales, con mecanismos de compensación ante la ausencia de fondos líquidos para pagar esa deuda. Por eso el 24 de marzo del ´76 hay que recuperarlo. Lo mismo que el 2 de abril del ´82. Son fechas muy importantes, el de marzo del ´76 porque fue el comienzo de un gran operativo de transformación de la economía, del Estado, de la sociedad y en abril del ´82 suponía la continuidad de ese proyecto.
Lamentablemente hoy hay que decir que ese proyecto continuó por otra vía bajo gobiernos constitucionales. Yo siempre repito que todavía en la Argentina del 2019 está la ley de entidades financieras que fue sancionada en 1977 y que fue uno de los instrumentos clave para avanzar en toda esta restructuración que estamos relatando. Son efemérides para recuperar cuestiones muy importantes, actos muy valerosos, especialmente de los jóvenes soldados caídos en Malvinas pero hay que asociarlo a este proyecto del gran capital transnacional favorecido por sectores políticos, sociales, militares, eclesiales con asiento en la Argentina.
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