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Xenofobia en aumento frente a los migrantes

Suecia, un país no tan modélico

Fuentes: Diagonal

El grupo de periodistas The Ragged Army, que trabaja en una serie documental sobre la situación de los emigrantes españoles y del sur de Europa en los países nórdicos, ha lanzado una campaña de microfinanciación para poder continuar con su proyecto.

Un equipo de periodistas independientes, The Ragged Army, trabaja desde el pasado otoño en el centro y norte de Europa, en una serie de documentales que intenta retratar la situación de los nuevos migrantes del sur de Europa y el contexto social de los países a los que se dirigen. Su objetivo es «proporcionar información veraz acerca de las verdaderas condiciones de acogida en los países hacia los que se dirigen de forma preferente los emigrantes españoles».

Toda la producción se ha autofinanciado hasta el momento, gracias a recursos propios y aportaciones individuales, pero el equipo se ha visto en la necesidad de lanzar una campaña de microfinanciación para poder continuar con el proyecto. Tan sólo cuatro días restan para que ésta finalice. Si no alcanzan su objetivo, no podrán continuar.

The Ragged Army eligió Suecia como primer país de destino para estudiar «el clima social que ha permitido que los movimientos nazis cobren fuerza», explica Ferrán Barber, uno de los integrantes del equipo. «En Suecia, hay un problema de xenofobia estructural que penetra instituciones como la policía, sólo que mucha gente no lo sabe […] Lo que mucha gente está descubriendo ahora es que muchas de esas postales idealizadas de esa Suecia modélica y esa tierra de provisión no se ajustaban plenamente a la realidad«.

Como explican en su crowdfunding de Goteo, las fuerzas de seguridad suecas están llevando a cabo una auténtica caza al migrante, con el apoyo de las instituciones de un país cuya tercera fuerza parlamentaria es un partido de inspiración nazi. «A finales del pasado año, un camarero español era sacado de su casa por la policía sueca a las diez de la mañana. Los agentes entraron en su domicilio sin orden judicial y le retuvieron durante horas sin más indicios de criminalidad que su condición de español y de extranjero».

Se denuncia el racial profiling, las identificaciones policiales basadas únicamente en el perfil étnico como motivo para ser parado por la policía. «Buena parte de la población ignora realmente que muchos compatriotas sin el fenotipo (nórdico) correcto están siendo víctimas de un verdadero acoso», explica Barber a Tercera Información. «Hemos encontrado casos de españoles en esa misma ciudad a los que la policía ‘secuestró’ de su cocina sin una orden judicial. Simplemente irrumpieron en su casa y se lo llevaron. ¿Su delito? Ser un extranjero o tener la clásica apariencia mediterránea».

Nos puede resultar familiar esta escena. Los controles por perfil racial también han sido denunciados en nuestro país por numerosos colectivos. Ejemplos de racismo institucional que pueden pasar inadvertidos cuando juegan en contra de otros, pero que, como en este caso, pueden colocarnos en el otro lado.

Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/global/22724-suecia-pais-no-tan-modelico.html