Exclusión y fallas de comunicación

María Paz Canales | 

¿Qué nos importa que los impuestos suban o bajen? Gracias a nuestra fortuna, nosotros no pagamos ninguno” (Charles Churchill)

Marc Vandepitte, lector infatigable, presenta en este artículo varios hechos destacados, varias cifras y citas de todo el mundo que apenas han atraído la atención de los demás medios de comunicación, pero que sin duda hay que mencionar para entender el caótico mundo actual.

América Latina es, por estos días, el epicentro de la pandemia de la COVID-19, que ya lleva más de un año en la región, un año y tres meses, pero está todavía bastante lejos de terminar. Parece noticia repetida, pero no lo es, porque por la pandemia se apagan miles de vidas cada día.

Hedelberto López Blanch | 

Las incongruencias que se observan en este mundo neoliberal son desquiciantes. Mientras que en África, gran parte de Asia y de América Latina la mayoría de sus habitantes no han tenido acceso a las inmunizaciones contra la Covid-19, en Estados Unidos se desarrolla un turismo de vacunas para atraer a las personas que pueden darse el lujo de pagar su abultado costo.

Jonathan Cook | 

Desafortunadamente, una investigación no desvelará la verdad

Lina Merino y Alfio Finola

Sergio Federovisky | 

El mundo del siglo XX, nacido de la Revolución Industrial y la idea de progreso sin límites, terminó el 11 de marzo de 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud catalogó al Covid-19 como pandemia, sostiene el actual viceministro de Medio Ambiente de Argentina Sergio Federvosky, que acaba de estrenar su documental “Punto de no retorno”. En esta nota, Federovisky advierte sobre el agotamiento del modelo ambiental actual y se mete en la discusión entre ecologistas y desarrollistas.

Contrario al caso de China, EE.UU. no se ha sometido al escrutinio de la comunidad internacional, y no permite que sus doscientos laboratorios biológicos secretos sean investigados.

El mundo del coronavirus

Bernardo Kliksberg | 

La pandemia no sólo ha provocado millones de muertos y una gravísima crisis económica. También profundiza las brechas sociales. Por un lado, crea nuevas desigualdades, como el acceso a la vacuna: mientras que en Estados Unidos el 56% de la población fue vacunada con una dosis, en los países de África el porcentaje es menor al 2%. Por otro lado, acentúa problemas previos, como la incidencia del desempleo en los sectores de menores ingresos y menos educados. Para enfrentar estas fracturas es necesaria una enérgica acción internacional en la distribución de las vacunas y políticas más amplias de contención social.