Traducido del alemán para Rebelión y Tlaxzcala por Vicente Romano
El Gobierno Federal decidirá hoy el uso de «Tornados» en Afganistán. En teoría, los reactores de combate del ejército alemán no deben intervenir directamente en la guerra contra el terror, pero en la práctica no se podrá impedir que lo hagan. Máxime cuando los talibán también se rearman fuertemente.
«La mayoría está en contra»
Con la intervención de los «Tornados» en Afganistán el ejército federal colabora en la guerra, dice Angelika Claussen, de Médicos para la Prevención de la Guerra Atómica.
Taz: Señora Calussen, usted no quiere ningún «Tornado» en Afganistán y ve que tiene de su lado a la población alemana. ¿Cómo llega a esta afirmación?
Angelika Claussen: Hemos encargado una encuesta a Forsa. De ella resulta que el 77% está contra el envío. Y no sólo son partidarios del SPD (partido socialdemócrata) o del partido de la izquierda, sino también más de dos tercios de los partidarios de la Unión (cristiano-demócrata). La mayoría de la población no desea ninguna intervención militar. Quiere que nuestro gobierno se preocupe del desarrollo de Afganistán con medios pacíficos.
Taz: Ud. advierte de una iraquización del país. ¿No es consecuente que se envíen aviones de reconocimiento para dominar la situación?
Angelika Claussen: Durante años, la comunidad occidental ha intentado buscar soluciones militares en Afganistán con ayuda de la OTAN. Pero los medios militares han conducido a la rebelión armada contra la ocupación. El año pasado hubo 117 ataques suicidas, seis veces más que en 2005. Eso demuestra que ha fracasado la intervención militar de Occidente.
Taz: Pero el acuerdo del Gabinete prevé que los «Tornados» no participen en misiones de combate. ¿No le tranquiliza esto?
Angelika Claussen: Los «Tornados» sirven para el reconocimiento militar de los objetivos. ¿Qué pasa entonces con los objetivos? Son bombardeados. Así contribuye a la guerra el ejército federal alemán. Esto es participación en la guerra.
Taz: ¿Cuáles son, pues, sus exigencias al Gobierno?
Angelika Claussen: Los problemas de la pobreza, el hambre y la inexistente asistencia médica no se solucionan con «Tornados» ni con tropas. Tiene que darse un cambio de paradigmas en el Gobierno Federal: ayuda a la sociedad civil y garantía de los derechos humanos y sociales. Esto significa también que hay que criticar al gobierno afgano para que se disuelva la complicidad entre el Gobierno, los señores de la guerra y los campesinos cultivadores de la droga. No son soluciones fáciles, que durarán seguramente decenios.
Fuente: http://www.taz.de/pt/2007/02/07/a0188.1/text
Vicente Romano pertenece a los colectivos de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente, a condición de respetar su integridad y de mencionar a su autor, a su traductor y la fuente. URL de esta página: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=46388