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Trabajo precario, desempleo y reestructuracion del movimiento sindical en Perú a una decada del siglo XXI

Fuentes: Rebelión

«No soy un crítico imparcial y objetivo. Mis juicios se nutren de mis ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones. Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano»  José Carlos Mariátegui,  7 ensayos de interpretación de la realidad peruana.   I. INTRODUCCIÓN En esta coyuntura socio política nacional […]

«No soy un crítico imparcial y objetivo. Mis juicios se nutren de mis ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones. Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano»

 José Carlos Mariátegui,  7 ensayos de interpretación de la realidad peruana.

 

I. INTRODUCCIÓN

En esta coyuntura socio política nacional y habiéndose cumplido la primera década del siglo XXI nos es imprescindible exponer un breve panorama del desarrollo fáctico de la situación laboral peruana y mundial. Desde ya expresamos el firme compromiso, como dijera José Carlos Mariátegui, de peruanizar el Perú, es decir, coadyuvar a la tarea de democratizarla impulsando, para ello, la reconquista, extensión y defensa de los derechos laborales como parte importante de los derechos fundamentales.

Recurrentemente sostenemos que un quiebre pro trabajador de la legislación laboral trasunta, necesariamente, por una intensa expansión de los derechos fundamentales de opinión, organización y movilización del pueblo peruano. El corolario político de tales luchas deberá ser, insoslayablemente, la concreción de una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Constitución.

II. LOS TRABAJADORES Y LA ILEGITIMIDAD DE LA CONSTITUCION DE 1993

La Constitución de 1993 es ilegítima [1] por origen y contenido. La ilegitimidad de origen tiene dos fundamentos: a) ser producto y necesidad del golpe de estado del 5 de abril de 1992 y, b) haberse ratificado en un fraudulento referéndum. La ilegitimidad de contenido radica en su carácter neoliberal.

El neoliberalismo, ideología y política de la globalización imperial en crisis, en el Perú toma cuerpo jurídico con la Constitución vigente. En rigor a ella se implementan las siguientes políticas antipopulares: a) desregulación de los mercados, principalmente el laboral, b) reducción del aparato estatal, c) equiparidad entre la inversión nacional y la extranjera, d) desprotección del mercado local, e) privatización de los servicios básicos, f) eliminación de subsidios a la micro y pequeña producción nacional, entre las principales. Políticas que, en desmedro de los trabajadores, han generado los perniciosos efectos de constreñir aún más la industrialización de la producción local e incrementar las brechas de diferenciación social.

Debemos comprender que el desproteger la producción nacional afecta directamente el principal derecho laboral: el derecho al trabajo. De ahí que exista un interés directo del trabajador en defender y desarrollar aquélla para conservar y extender ésta. Es sobre aquél donde la política neoliberal de flexibilizar o desregular la relación laboral se ha traducido en menores derechos y salarios empeorando su calidad de vida. Efectos tangibles a la luz de los posteriores datos. Razones suficientes para demandar una nueva Constitución.

III. POBLACION ECONOMICAMENTE ACTIVA (PEA), TRABAJO PRECARIO Y DESEMPLEO

La PEA agrupa a la fuerza laboral ocupada y desocupada, integran esta oferta laboral aproximadamente 15.5 millones de peruanos. El 39% de la PEA es asalariada, es decir, con vínculo laboral de subordinación (empleados y obreros); los trabajadores que no entablan este tipo de vínculo, los no asalariados, constituyen el otro 61% (ambulantes, microempresarios, trabajadores independientes, trabajadores familiares). Sólo el 19% de los asalariados goza de un trabajo decente [2] entendido como una relación de trabajo con contrato, salario superior al mínimo legal, el máximo de 48 horas de trabajo semanal, seguro de salud y pensiones; la cifra es más dramática en los no asalariados [3] donde solo el 0.2% goza de un trabajo decente [4]. Es el rostro del trabajo precario en nuestro país.

Al problema del trabajo precario se añade la fatalidad capitalista del desempleo. No hay capitalismo sin desempleo, sin sobreoferta laboral. Marx lo denominó el ejército industrial de reserva: una inutilizada fuerza laboral dispuesta a generar riqueza social. Su existencia responde a la incapacidad capitalista de absorber la creciente fuerza laboral, impotencia explicada en dos básicas razones: a) la tendencia empresarial de sustituir asalariados (capital variable) por tecnología física (capital constante), b) la perversa lógica de las leyes mercado: una sobreoferta laboral determina la reducción de los costos laborales (salarios y beneficios) incrementando las utilidades del capital. Mientras haya capitalismo no solo habrá explotación en su aún contemporánea forma de extraer plusvalía, sino, además, y fatalmente, el desempleo. En términos marxistas el desempleo es expresión de la medular contradicción de un sistema social caduco: un modo de producción incapaz de absorber sus crecientes fuerzas productivas laborales.

Hoy en el mundo existen, según la OIT, aproximadamente 239 millones de desempleados. A ello se aúna el persistente ingreso anual de 45 millones de personas al mercado laboral mundial [5]. Una sobre oferta que precariza el mercado laboral hecho que condiciona el que otros 200 millones de ocupados corran el riesgo de engrosar las filas de quienes subsisten con menos de dos dólares al día [6].

La tara sistémica del desempleo descrito supra en sus causas y expresión mundial se ha visto agravada con la actual crisis económica global. En el 2009 EEUU experimentó una recesión de -2.7% del PBI incrementando la tasa de desempleo de 5.8% a 9.3% de su PEA, en la Eurozona la recesión fue de -4.2% y la tasa de desempleo aumentó de 7.6% a 9.9%. En el mismo año en América Latina y el Caribe el desempleo incrementó de 7.7% al 8.5% [7]. Nada más claro: no hay capitalismo sin plusvalía, sin desempleo y sin crisis.

En el Perú, según la OIT, durante el 2009 el desempleo habría disminuido de 8.6% a 8.5 % de la PEA. Pese a la crisis internacional su PBI incrementó en 0.9% [8]. No obstante, en modo alguno podría significar una mejora laboral, pues, si por un lado disminuye nominalmente el desempleo, por otro, debido a un mercado laboral flexible, incrementa el trabajo precario como anotamos líneas arriba y continuaremos demostrando. Pues bien, entremos al análisis del tema remunerativo.

IV. EL PROGRESIVO DETERIORO DE UNOS SALARIOS Y SUELDOS INTERNACIONALMENTE RECESADOS ¿HASTA CUÁNDO?

La remuneración mínima legal peruana asciende a la suma mensual de S/. 550.00 nuevos soles ó $ 183.00 dólares americanos. En comparación con el promedio latinoamericano es una remuneración recesada, las remuneraciones mínimas mensuales en Argentina, Chile, Colombia y Brasil ascienden a los montos de 390, 307, 298 y 286 dólares, respectivamente. Sólo superamos a Bolivia cuyo mínimo es 92 dólares [9]. 

Al problema de una remuneración internacionalmente recesada se suma su tendencia interna al deterioro de su poder adquisitivo. Por ejemplo, durante el quinquenio 2003-2007, en términos reales [10], los sueldos experimentaron una disminución del -4.83% y los salarios un nimio incremento del 0.1% [11]. Esta global caída remunerativa real acaeció pese a que en ese mismo quinquenio la economía peruana experimentó crecimientos anuales que fluctuaron ascendientemente del 4.0% al 8.9% del PBI [12].

Para mayor abundamiento. Al analizar la distribución de la riqueza nacional en términos del PBI se observa una dramática caída de la participación salarial: en el año 2002 representaba el 25% del PBI, en el 2008, el 20.9%. En este mismo periodo las ganancias empresariales incrementaron su participación del 58.7% al 63% del PBI [13].

De lo anterior, transcurrido esta primera década del siglo XXI, concluimos que en nuestro país mientras la producción y las utilidades empresariales incrementaron, las remuneraciones reales cayeron, se ha mantenido una remuneración internacional recesada disminuyendo, además, la participación salarial en la distribución de la riqueza nacional.

V. FRENTE AL TRABAJO PRECARIO EL PUEBLO SE ORGANIZA Y MOVILIZA

Se ha demostrado que el aumento de la riqueza nacional por efecto de su mala distribución, en modo alguno ha significado un incremento del nivel de vida promedio del pueblo peruano. Al contrario, las políticas neoliberales aplicadas han terminado por precarizar el empleo.

No obstante ello, en el campo laboral, el pueblo ha respondido con más organización y movilización. Desde el año 2000 y a la actualidad se ha observado un vertiginoso incremento del número de huelgas, de trabajadores comprendidos en ésta así como la inscripción de nuevos sindicatos. Aunque sus expresiones no equiparan aún los niveles alcanzados en la década de los setenta y ochenta del siglo pasado su actual tendencia creciente es importante factor a efectos de valorar la perspectiva del derecho laboral peruano. Al fin y al cabo, parafraseando a Marx, la lucha de clases fue, e indefectiblemente seguirá su siendo, su mejor partera.

Analicemos los siguientes datos [14]:

AÑO

HUELGAS

TRABAJADORES COMPRENDIDOS EN HUELGAS

INSCRIPCION DE NUEVOS SINDICATOS

1970

345

110, 990

1975

779

617, 120

1980

739

481, 484

1985

579

237, 695

1990

613

258, 234

1995

102

28, 182

87

2000

37

5, 280

38

2001

40

11, 050

89

2002

64

22, 925

114

2003

68

37, 323

147

2004

107

29, 273

86

2005

65

19, 022

118

2006

67

19, 565

123

2007

73

48, 096

196

2008

63

34, 011

203

Del anterior cuadro observamos que, durante el periodo 2000-2008, el número de huelgas, trabajadores comprendidos en ésta así como el número de nuevos sindicatos inscritos en el Ministerio De Trabajo, experimentaron incrementos del 432%, 544% y 70%, respectivamente. Sin lugar a dudas, a la primera década del siglo XXI, el movimiento popular se ha entramado en todo un nuevo promisorio proceso de reestructuración y movilización.

VI. CONCLUSIONES

1. Tras dos décadas de haberse implantado un modelo neoliberal es imprescindible pugnar por democratizar la sociedad peruana, «peruanizar el Perú».

2. La Constitución de 1993 es ilegítima por origen y por contenido. Asumamos la necesidad de establecer una Asamblea Constituyente que elabore una Nueva Constitución.

3. El desempleo es una necesidad existencial del capitalismo. No hay capitalismo sin extracción de plusvalía, explotación y desempleo. El neoliberalismo así como las crisis sistémicas no hacen sino agudizar dichas taras.

4. Durante la primera década del siglo XXI hemos observado un sostenido crecimiento de la producción y las utilidades empresariales. No obstante ello los salarios y sueldos reales han disminuido, manteniéndose recesados se ha deteriorado su participación en la distribución de la riqueza nacional.

5. Frente a la precarización del empleo y a la desocupación el pueblo peruano, en el campo laboral, ha intensificado su organización y movilización a ritmos exponenciales.

6. A la luz de la anterior tendencia avizoramos una promisoria perspectiva del anterior proceso: la reconquista, extensión y ampliación de los derechos laborales como parte de los derechos fundamentales.

Notas:

[1] Respecto a la ilegitimidad de la Constitución de 1993 y la necesidad de una nueva Constitución el autor ha desarrollado el artículo «Una Asamblea Constituyente refundará nuestra República» en http://marioeloyderecho.blogspot.com/2010_03_01_archive.html.

[2] En sí el término «trabajo decente» es un eufemismo, el adjetivo «decente» pretende ocultar la ley de la explotación al que está sometido el trabajo en su relación con el capital. Es absurdo añadir subsecuentemente al «trabajo explotado» el epíteto «decente». La explotación es indigna, luego, indecente. No obstante, el término «trabajo decente» es citado referencialmente por el autor con el objeto de comprender dicha categoría burguesa de análisis laboral recurrentemente utilizada por economistas y juristas en su objetivo metodológico de cualificar el estado laboral de los trabajadores.

[3] Excepto el contrato de trabajo inexistente en estos trabajadores por no tener vínculo laboral los demás indicadores (salario, jornada semanal, seguro social) les son aplicables para determinar si desarrollan o no un «trabajo decente».

[4] Datos extraídos del artículo El 1° de mayo y el «trabajo decente« de Humberto Campodónico publicado en el diario La República el 01 de mayo del 2010. Tal artículo coge los datos brindados por la ENAHO 2008.

[5] Artículo «Las medidas adoptadas por los gobiernos del G20 conservarán hasta 11 millones de puestos de trabajo en 2009«, en Revista de la OIT Trabajo, N° 67, pág. 36, Diciembre del 2009.

[6] Artículo «Impacto de la crisis sobre el empleo en el mundo«, en Revista de la OIT Trabajo, N° 66, pág. 7, Agosto del 2009.

[7] OIT / Oficina Regional para América Latina y el Caribe. Revista «Panorama laboral 2009«, pág. 24 y 28, Lima, 2009.

[8] Banco Central de Reserva del Perú. REPORTE DE INFLACIÓN, Panorama actual y proyecciones macroeconómicas 2010-2011; pág. 40, marzo 2010.

[9] Humberto Campodónico, «Salario mínimo: bien al fondo del pozo». Artículo publicado en el diario La República el 19 de febrero del 2010.

[10] La remuneración real expresa el poder adquisitivo de la expresión monetaria de los sueldos y salarios.

[11] Eloy Avalos Alvarado, «Crecimiento sesgado». Artículo publicado en el blog ASKOPEUK el 25 de noviembre del 2009. http://azkopeuk.blogspot.com/search/label/Econom%C3%ADa

[12] Memoria Anual 2009 del BCRP, pág. 14.

[13] Humberto Campodónico, «Ya no puede más la boca del cocodrilo». Artículo publicado en el diario La República el 9 de noviembre del 2009.

[14] Los datos ordenado por el autor a efectos del presente artículo han sido extraídos del Anuario Estadístico 2008, Oficina de Estadística e Informática del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.

Mario Eloy Sulca Quispe. Abogado por la UNMSM. Secretario Académico del Instituto Justicia y Libertad «Luis Jiménez de Asúa». Secretario de Defensa de la Confederación Nacional de Trabajadores.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.