El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, anunció en la tarde de ayer que el gobierno pedirá el ‘No’ en el referendo sobre la propuesta de los acreedores con el fin de lograr mejores condiciones en las negociaciones que habrán de seguir. En una comparecencia extraordinaria, a través de la televisión estatal ERT, el dirigente […]
El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, anunció en la tarde de ayer que el gobierno pedirá el ‘No’ en el referendo sobre la propuesta de los acreedores con el fin de lograr mejores condiciones en las negociaciones que habrán de seguir.
En una comparecencia extraordinaria, a través de la televisión estatal ERT, el dirigente heleno desmintió las informaciones publicadas hoy por el diario económico Financial Times, en el sentido de que Grecia habría aceptado buena parte de las reformas exigidas por las instituciones europeas.
Tsipras explicó que «el referéndum no es sobre la permanencia en el euro de nuestro país» sino una herramienta para conseguir un mejor acuerdo para el país en las negociaciones, y destacó que «la perspectiva democrática en la base de las tradiciones europeas, donde la gente puede tomar decisiones cruciales».
En ese sentido, insistió en que «el veredicto popular es mucho más fuerte que la voluntad de un gobierno» y pidió el voto negativo en el plebiscito del domingo aclarando que «no significa una ruptura con Europa, sino regresar a la Europa de los valores».
Además, acusó de estar «mintiendo conscientemente» a cuantos afirman que la victoria del «No» sacaría al país de la Unión Europea y consideró «inaceptable que en una Europa de la solidaridad se cierren los bancos, sólo porque el gobierno decidió dar la voz al pueblo».
Tsipras quiso tranquilizar a los ciudadanos, especialmente a los pensionistas, que durante esta semana están sufriendo un control de capitales, lo que hace que los bancos estén cerrados y disponer de dinero en efectivo a través de los cajeros automáticos limitado a 60 euros diarios.
Dijo que «esta difícil situación es temporal», al tiempo que garantizó las pensiones y los depósitos y agradeció a «aquellos que optaron por mantener sus depósitos y no se llevaron su dinero al extranjero, sucumbiendo al chantaje».
El jefe de Gobierno finalizó animando a sus compatriotas a votar por el «No» el domingo «para abrir una página gloriosa de la democracia y una esperanza más firme para alcanzar un acuerdo mejor».
Mayoría del ‘No’
Más del 80 por ciento de la población participará en la consulta que propuso el Ejecutivo sobre si se deben aceptar las nuevas medidas neoliberales propuestas por la llamada Troika, conformada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE).
Al menos un 46 por ciento de los griegos rechazaría los planes de nuevos recortes sociales, mientras que un 37 por ciento se muestra favorable a lograr un pacto con estos organismos, de acuerdo con un estudio publicado este miércoles.
De acuerdo con datos del instituto demoscópico ProRata, uno de cada dos ciudadanos helenos considera apropiada la decisión del primer ministro Alexis Tsipras, de celebrar una consulta popular antes de tomar una decisión al respecto.
Los datos difundidos por el diario local Efymerida ton Syntaktón indican que el menos el 86 por ciento de los encuestados participará en el referéndum pautado para este domingo 5 de junio.
Pensiones
Por su parte unas mil agencias bancarias en todo el país han abierto sus puertas este miércoles para abonar las pensiones a los adultos mayores que no pueden obtener efectivo de cajeros automáticos, reportes de prensa local precisan que se les ha permitido retiros máximos de 120 euros.
Las instituciones financieras se han comprometido a otorgarles tarjetas para agilizar sus operaciones lo antes posible.
Este martes 30 de junio concluyó el plazo límite en que Grecia debía pagar 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El próximo 5 de julio el pueblo griego está convocado a un referéndum nacional para decidir si aceptan un nuevo paquete neoliberal de la Troika, que implicarían medidas que van contra los intereses de la clase trabajadora.