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Turquía, la Unión Europea, Francia y Alemania

Fuentes: Transcend Media Service

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Por supuesto que Turquía se convertirá en un miembro de la Union Europea, con el apoyo francés y alemán. Llevará algún tiempo, pero se necesitan mutuamente. El matrimonio está escrito. Cuándo, eso es más difícil de decir. Probablemente para 2015, con seguridad para 2020; también puede suceder más rápido por razones que hay que examinar.

Les explicaré por qué. En una ocasión (en 1980) predije el declive y caída del Imperio Soviético, empezando por el Muro de Berlín, en diez años, y (en 2000) predije el declive y caída del Imperio Estadounidense, no del en muchos aspectos maravilloso país de Estados Unidos, al cabo de veinte años (1).

La decadencia y caída de los imperios están comprendidas en sus construcciones explotadoras: crean problemas que sólo se pueden resolver cambiando estas construcciones explotadoras. Al ser grandes, las comunidades y uniones también crean problemas que no se pueden resolver sin cooperación, incluso la profunda cooperación entre miembros.

Para 2020 los miembros de la Unión Europea probablemente se amplíen desde los actuales 27 hasta los miembros del Consejo Europeo (44) o incluso a los miembros europeos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, OSCE, (50+). Ya es la primera economía mundial que cuenta no sólo, como hace EEUU, con la eurozona, sino con sus 27 miembros; la segunda es Estados Unidos y la tercera China, con la que la UE tiene mejores relaciones que Estados Unidos.

Para 2020 la letra «C» de la Organización de la Conferencia Islámica (OIC, en sus siglas en inglés), compuesta de 57 miembros, puede haber cambiado de «conferencia» vía «países» a «comunidad», reduciendo así unas fronteras trazadas principalmente por Occidente. La UE con sus 750 millones de habitantes es un cinturón oeste-este desde el Atlántico a China (1.300 millones). La OIC con sus también 1.300 millones de habitantes es un cinturón paralelo oeste-este más al sur, que empieza también en el Atlántico, Marruecos, pero acaba mucho más al este, en el Pacífico, en Mindanao, Filipinas, donde los musulmanes desembarcaron siglos antes que los cristianos españoles.

Las relaciones entre ambos cinturones no han sido pacíficas, con Turquía como eje geográfico, con un pie en cada uno. La expansión Omeya hacia el oeste cambió el mapa lo mismo que la conquista Otomana del Imperio Romano del este en 1453. Pero las Cruzadas hacia el este, la batalla terrestre en Kosovo Polje de 1389, la marítima de Lepanto de 1571 y la terrestre de Viena en 1683 detuvieron la expansión otomana. Los habsburgo y los otomanos se estabilizaron en un equilibrio inestable que todavía da forma a la política de los Balcanes, sólo para ser derrotados ambos por la alianza anglo-estadounidense-francesa de la Primera Guerra Mundial en general y la traición de Sykes-Picot de 1916 y la Declaración Balfour de 1917 acerca de un hogar judío en la Palestina del mandato [británico] en particular.

Además de esto tenemos el problemático triángulo turco-kurdo-armenio con el que tuvo lugar la expulsión y asesinato de los armenios, y la larga guerra entre turcos y kurdos.

Y a continuación tenemos al aliado de la mayoría de los países de la UE, Estados Unidos, con sus ataques a Iraq y Afganistán, su alianza con Israel y la amenaza conjunta contra un también amenazante Irán, su uso de Pakistán probablemente hasta llegar a una guerra civil y a la desintegración de este país, su masacre de Indonesia en 1965-1966 inspirada en la CIA-Rand Corporation*.

Y, con todo, Turquía tiene la llave de una paz activa entre ambos cinturones, con Estambul como eje dentro del eje. Turquía está a caballo entre ambos continentes, entre religiones, entre la Europa laica y la Asia musulmana. El Imperio Otomano está a caballo entre la crucial división entre el Islam árabe y no árabe al ser la sede del último califato. Sin Turquía miembro de ambos campos, tan importante en la UE como en una futura dinámica OIC, los dos cinturones oeste-este pueden desarrollar fácilmente fricciones, chispas, fuegos. Con Turquía es factible una cooperación que cubra a más de dos mil millones, casi un tercio de la humanidad. Una condición es que los países de la UE se distancien de los ataques a Iraq y Afganistán. Esto se va a producir.

Turquía también tiene la llave del grave problema de despoblación de Alemania: mientras que EEUU, Francia y Reino Unido tienen una tasa de natalidad de 2.1, 1.9 y 1.7 niños respectivamente, en Alemania es sólo del 1.3 (la reproducción supone una tasa del 2.1-2.2). Niños turcos con educación alemana desde su nacimiento es la respuesta a ello.

¿Quién puede llenar el hueco para hacer funcionar la impresionante maquinaria alemana? Los emigrantes, por supuesto. ¿Qué tal los de Europa del este, rusos? Demasiado crimen, demasiada mafia. ¿Por qué son mejores los turcos? Porque son musulmanes y los musulmanes hoy son más morales que los cristianos, profesan el shahadah [declaración de fe a Alá, n. d ella t.], rezan, respeta el Ramadán, el Zakat y el Hajj, mientras que los cristianos quizá vayan a la iglesia una vez al año.

Según una encuesta de opinión, sólo el 3% en los Países Bajos votaron No en el referendum de la constitución debido a Turquía y en Francia sólo el 6% (el problema era la constitución en sí). El problema de Francia no es Turquía sino como decir no a Túnez-Argelia-Marruecos después de Turquía. Pero no son europeos, no son puentes a otros países europeos en el Cáucaso y Asia Central.

Turquía tiene una alternativa a ser miembro de la UE: una OIC dinámica, no una inestable alianza EEUU-Israel. Pero al UE no tiene alternativa. El camino hacia una verdadera Unión Europea pasa por Turquía, pero este país tiene que dar la misma autonomía a sus kurdos que la UE dará a Turquía.

¿Qué factores facilitarán el salida del actual impasse?

Primero, el declive del imperio estadounidense. Estados Unidos ha perdido en Iraq y perderá en Afganistán; afortunadamente, los países de la UE se retirarán antes. Sin Estados Unidos la paz es con mucho la mejor alternativa. Puede que la UE esté preparada para pequeñas operaciones militares, pero no para las guerras tamaño Estados Unidos que, además, son claros fracasos.

Segundo, el triángulo turco-kurdo-armenio se está relajando, reduciendo aquel argumento, lo que también se aplica a muchos miembros de la UE.

Tercero, el factor China. Puede que Turquía tenga alguna de las claves para solucionar la situación uighur en Xinjiang: equilibrio entre Beijing y Ankara. La UE, pronto frontera con China, podría ser útil y formar parte de algo que comprenda a la mitad de la humanidad, pero sólo con Turquía tanto en la EU como en la OIC.

Por último está Francia, la cuna de los derechos humanos y el hogar de un laicismo de Estado que prohíbe los pañuelos, el hijab, en la escuela. Ven a Turquía ofendiendo al primero (quizá más el Imperio Otomano que Turquía) y ven a Turquía permanecer aparte del laicismo de Estado del padre de la patria, Kemal Atatürk. El primer factor mejorará y el segundo perderá importancia mientras la propia Francia se apartará uniéndose a la oleada neo-religiosa que impera en todas partes, más en busca de un laicismo de base moral inédito que de un dogma esotérico. Pero esto llevará algún tiempo.

Para entonces Islandia y Noruega se habrán unido también. Y Estambul se convertirá en el fastuoso centro de un vasta posmodernidad.

(1) Véase Johan Galtung, The Fall of the US Empire – And then What? TRANSCEND University Press, 2009 – www.transcend.org/tup.

* N. de la T: RAND Corporation es un think tank de política global que se creó para ofrecer investigación y análisis al ejercito estadounidense, financiado por el gobierno estadounidense y un fondo privado procedente de donaciones de las farmacéuticas, universidades y particulares. Cuenta con unos 1.600 empleados. El término » CIA-Rand Corporation», evidentemente, indica las estrechas relaciones entre ambos organismos.

Enlace con el original: http://www.transcend.org/tms/galtung_editorial_archive_detail.php?article_id=1580