La edición 40 del Foro Económico Mundial se realizará a partir de este miércoles 27 de enero durante cinco días en Davos, la ciudad que la vio nacer y que le confiere su nombre. La estrella de la sesión inaugural será Nicolas Sarkozy, primer presidente francés en asistir a este Foro. Convocado, en esta ocasión, bajo el tema: «Mejorar el estado del planeta: repensar, remodelar, reconstruir».
Entre los 2500 invitados selectos del mundo político y económico, llegarán a la ciudad turística alpina – en el Cantón del Grisón- una treintena de Jefes de Estado, no menos de sesenta ministros, representantes de los organismos internacionales y centenas de cuadros dirigentes del mundo empresarial. Todos protegidos por un aparato de seguridad inusual, con costos tan elevados para los contribuyentes suizos, que suscita, como cada año, un debate no saldado en la opinión pública nacional.
Movilización ciudadana
Fuertemente reprimidas en ediciones anteriores, las voces de protesta contra el Foro Económico Mundial de Davos, se manifiestan en esta ocasión en un programa tan amplio como descentralizado en diversas regiones del país.
La movilización anti-Davos comenzó el sábado 23 de enero, con una protesta pacífica en la ciudad de Lucerna en la Suiza central. Los manifestantes desfilaron durante dos horas bajo la consigna: «Suprimir el Foro Económico por una sociedad solidaria».
Ese mismo sábado, en Berna, capital del país, centenares de personas participaron en el ya famoso «Tour de la Lorraine» – nombre de un barrio popular – , con una treintena de actividades culturales y talleres de reflexión. La escena «alternativa» capitalina a través de esta actividad expresó su rechazo al «Foro de Davos y a la guerra», tal su consigna de origen enarbolada desde hace diez ediciones.
Mirada pública sobre Davos
Casi en paralelo a la inauguración del Foro Económico, el miércoles 27 de enero, fuera de su recinto, pero en la misma ciudad alpina, dos organizaciones helvéticas realizan una actividad de protesta bajo el signo del «Ojo público sobre Davos».
La Declaración de Berna y Greenpeace Suiza, en una solemne «ceremonia» alternativa, otorgan el «Public Eye Award,» premio anual a las empresas públicas o privadas del mundo entero que hayan tenido el comportamiento más irresponsable.
Entre las candidatas 2010 se encuentran el Banco Royal de Canadá; Arcelor Mittal, la empresa metalúrgica más importante del mundo; la agencia de publicidad y relaciones públicas Farner de Zürich -que atacó con métodos casi de «guerra fría» la reciente iniciativa popular que en Suiza trataba de oponerse a la exportación de armas- ; y el Comité Olímpico Mundial, con sede en Lausana, organizado ya como un verdadero holding empresarial con medios financieros de gran envergadura a disposición.
Diez días antes del inicio del Foro, ambas organizaciones había realizado una protesta nocturna con reflectores que alumbraron la fachada de la sede central de la trasnacional helvética Nestlé, en Rive-Reine (Suiza francesa), proyectando en gigante la consigna «el Ojo público los está mirando».
El «otro Davos »
Será sin embargo, el último fin de semana de enero, el momento cuando la actividad anti-Davos en Suiza concentre la mayor energía y movilice el número más significativo de actores ciudadanos.
Dos movilizaciones de calle están previstas el sábado 30 a la tarde. Una en Basilea, al norte del país. Y otra, convocada por las juventudes de los partidos socialista y verde, en Davos mismo.
El viernes 29 y el sábado 30, por su parte, el «Otro Davos», invita a su décima edición, en esta oportunidad a realizarse en las instalaciones de la Universidad de Basilea.
Como en su primera edición de 2001, el «Otro Davos» – idea original de ATTAC/Suiza luego ampliado a otros anfitriones- se iniciará con una tele conferencia del intelectual norteamericano Noam Chomsky .
En el debate público, participarán el escritor británico Tariq Ali; Silvia Lazarte, ex – presidenta de la Asamblea Constituyente de Bolivia; la socióloga alemana Christa Wichterich; el sindicalista brasilero Dirceu Traveso y varios representantes de asociaciones sociales , sindicales y altermundialistas helvéticas.
La solidaridad internacional activa; el tema candente de las migraciones en el mundo (y particularmente en Europa) así como las reivindicaciones y lucha sindical estarán en el centro del debate de la décima edición del «Otro-Davos».
Que cerrará así, una semana de muy variadas manifestaciones -políticas, culturales, sociales- en un país donde si bien Davos tiene su historia, la protesta anti-Davos ya ha forjado, también, la suya.
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