El cambio de un premier responde a un desgaste, una crisis política o cuando éste a perdido la confianza del presidente de la República. Por tanto, es contraproducente que un premier que es elegido para dar oxígeno al gobierno de turno termine asfixiándose rápidamente por no tener la habilidad suficiente como para haber negociado el […]
El cambio de un premier responde a un desgaste, una crisis política o cuando éste a perdido la confianza del presidente de la República. Por tanto, es contraproducente que un premier que es elegido para dar oxígeno al gobierno de turno termine asfixiándose rápidamente por no tener la habilidad suficiente como para haber negociado el cambio de los ministros más cuestionados por su ineficiencia (salud, interior, trabajo, minería, etc.).
Así las cosas, salvo el oficialismo, Somos Perú (SP) y el Partido Popular Cristiano (PPC), todos están cuestionando la falta de cambios en el gabinete.
Y es que más allá del rol de opositores que juegan los partidos y gremios sociales, es una cuestión objetiva que Pedraza no ha podido avanzar significativamente en la lucha contra la inseguridad ciudadana a pesar de tener más presupuesto (según el INEI de cada 100 encuestados 38 declaran haber sido víctimas de la delincuencia entre julio y diciembre del 2012), Midori de Habich sigue «paseando» a los médicos y trabajadores de salud (que se van a la protesta denuevo), Merino ha dado marcha atrás en el GANSUR, y Nancy Laos gobierna para los empresarios mientras que sus propios inspectores laborales están en pie de lucha por sus derechos ciudadanos.
Solo se cambió la cartera de Educación donde la socióloga Patricia Salas (cuestionada también por no haber avances en la educación), da paso ahora a Jaime Saavedra, un economista y ex funcionario del Banco Mundial, que sintonizará más con el neoliberal ministro de Economía Miguel Castilla y la privatización de la educación que con el SUTEP y las APAFAS.
De esta forma, el nuevo premier César Villanueva asume un viejo gabinete. Y por tanto tendrá que asumir los pasivos quitándole brillo a lo que suele ser un relanzamiento de los gobiernos de turno. Pero, ¿que ha pesado en el nombramiento de Villanueva? Al parecer la rápida reacción de éste (cuando la crisis de Conga) movilizando a varios autoridades regionales en apoyo a Ollanta así como el hecho que sea un presidente regional eficiente (en ejecución de gasto y proyectos). Además, su elección se da en un contexto de recorte del canon minero a los gobiernos regionales donde Villanueva puede jugar el rol de muro de contención.
Villanueva habla de que su bandera central será la lucha contra la inseguridad ciudadana, pero ¿Cómo podrá enfrentar este problema con un ministro del interior miope y con un sistema donde es la propia policía la que está implicada en las mafias delictivas y hay varios partidos políticos vinculados al narcotráfico y la corrupción?, ¿Cómo combatir la delincuencia si Fujimori está preso por mafioso y genocida, Toledo bajo investigación por enriquecimiento ilícito y lavado de activos y Alan García está siendo investigado por haber dado indultos y conmutado penas a más de 5 mil delincuentes?, ¿Cómo superar la delincuencia si el premier plantea seguir con el mismo modelo económico neoliberal que en vez de generar industrialización y trabajo produce desempleo y precariedad?
Y de ser verdad lo que dice el analista Mirko Lauer al escribir que Ollanta habría negado a Villanueva la propuesta de que la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR) se institucionalice como un ente del Estado, pues, entonces estaríamos hablando de un nuevo premier sin perfil propio ni con capacidad ejecutiva para resolver problemas nacionales.
No obstante, lo más alarmante son las últimas declaraciones del administrador, ex izquierdista y ahora premier Villanueva (postuló para congresista con la Unión Democrática Popular en los 80s), cuando declaró recientemente que, «…El Presidente me ha invitado para ser un peón más en la construcción de este país …» (diario La Primera, 03-10-13). Es decir, que no tendrá margen de maniobra. Y estará subordinado a los deseos de Nadine Heredia.
Peón y sin luna de miel agregaríamos nosotros.