En respuesta al artículo de Crespo titulado «Un rotundo SI a la abstención activa en el referéndum», publicado en La Haine: http://www.lahaine.org/b2/articulo.php?p=5810&more=1&c=1 Este artículo utiliza en parte las mismas palabras y la misma retórica del artículo de Crespo para hacer ver que se puede dar la vuelta a cualquier argumento cuando está mal fundamentado
Porque no sabemos si otro tratado europeo es posible (seguramente no), pero lo que sí sabemos es que este tratado no es el que queremos.
Porque no creemos que mediante las urnas se solucionen las cosas ni se transforme la realidad, por supuesto que no, pero creemos que votar NO es una oportunidad para decir NO al capitalismo, para decir NO a los poderes políticos y económicos.
Porque el referéndum es una farsa como casi todo lo es en la vida (sobre todo en la «vida política»), y aunque no queramos ser partícipes, ni responsables, todos lo somos más o menos (en el trabajo, en la escuela, en el consumo, en las relaciones sociales, en nuestro barrio, en nuestras casas…). Negar ese hecho es vivir en el delirio.
Porque estamos convencidos de que el mero hecho de la abstención no les preocupa en el fondo, sin embargo un NO activo que lucha a diario, en las calles, en las casas, en los centros de enseñanza, en los puestos de trabajo…., les acojona.
Porque tu abstención es su coartada.
Porque en las últimas elecciones europeas hubo una abstención del 54 % y no pasó nada.
Porque no existe eso que se llama «abstención activa». A efectos prácticos no existe diferencia entre los que se abstienen conscientemente y los que lo hacen por desconocimiento o porque prefieren ir de picnic.
Porque el referéndum aunque no sea vinculante es una forma de democracia directa y es una oportunidad de hacer daño al sistema. Y porque un referéndum no tiene nada que ver con unas elecciones partidistas, aunque el sistema quiera hacernos creer lo contrario.
Porque el VOTO NO es un voto contra los poderes políticos y fácticos que se han unido en esta campaña para pedir el SÍ: PP, PSOE, PNV, CiU, CCOO, UGT, CEOE-CEPYME, etc.
Porque no creemos en la delegación, ni les hacemos la bola, ni les seguimos el juego, por eso votamos NO.
Porque estamos convencidos de que la abstención en el referéndum favorece a la Europa de los mercaderes y a la Europa del capital y la guerra.
Porque el poder político cree que el resultado va a ser SÍ y hay que darles una sorpresa.
Porque nunca nos preguntan nada y por una vez que lo hacen hay que responder como «se merecen».
Porque no sabemos si actualmente los obreros conocen y viven eso de la «lucha de clases» pero lo que sí creemos es en la justicia y en la ética, que no tiene que ver con el derecho y la ley, tal y como los conocemos hoy.
Porque por su origen y por el perfil de los encargados de su elaboración, el tratado europeo nunca habría podido ser una panacea de derechos sociales, distinto de un modelo neoliberal militarista.
Porque no participar es una contradicción con la lucha anticapitalista y promover la abstención por prurito ideológico aparta a los que lo promueven de los ciudadanos que no entienden de tanta pureza y coherencia, sobre todo, si no vienen avaladas por los hechos.
Porque mienten y mienten y vuelven a mentir, y hay que ponerlos frente a frente con sus mentiras.
Porque a compañeros de movimientos sociales, sindicatos y organizaciones políticas los han detenido, encarcelado y multado por decir NO en las movilizaciones de los últimos años (antiglobalización, contra la guerra, Prestige, 13-M) al capitalismo y al gobierno.
Porque participar en el referéndum (votando NO) no significa que apoyes sus medios y sus fines. Lo único que haces es aprovecharte un poco de sus medios para un objetivo loable.
Porque todos los días hacemos cosas chiquitas, que no sabemos si cambian algo el mundo, pero lo seguimos haciendo y una de esas cosas chiquitas es el voto NO.
Porque no nos gusta que nos traten como a ganado, cual masa borreguil y por eso votamos NO.
Porque hay otras maneras, más practicas y útiles, de participar en la vida. Por supuesto que sí. Pero ello no implica contradicción alguna con el hecho de participar en el referéndum.
Porque pensar que votar NO es una forma de colaboracionismo con el sistema es lo mismo que pensar que hacer manifestaciones o acciones directas también lo son. Y porque votar NO es más bien una forma de enfrentamiento con el sistema que una forma de colaboracionismo.
Porque no queremos que nadie nos gobierne, ni nos consulte, por supuesto que sí. Queremos gobernarnos y consultarnos a nosotros mismos en un mundo carente de jerarquías, por supuesto que también. Pero para lograrlo necesitamos hacer cosas que refuercen al movimiento contra el capitalismo, como el hecho de votar NO.
Porque si «gana la abstención» las instituciones y partidos entonarán un mea culpa durante unos pocos días y se preguntarán hipócritamente por qué los ciudadanos están «tan lejos de Europa», para a continuación seguir jodiendo al personal. La deslegitimación del sistema sólo está en nuestras rojas o rojinegras mentes, el poder puede manipularlo casi todo. Además, una gran abstención para que sirva a nuestros objetivos debe estar apoyada por un gran movimiento y eso creo que no existe por el momento.
Porque si gana el NO, por supuesto que el gobierno puede hacer lo que le de la gana, pero me pregunto cómo iban a gestionar ese NO ciudadano. El daño al sistema sería increíble y produciría sin lugar a dudas un efecto dominó en otros referéndums (Gran Bretaña, Francia, Holanda, etc.). Por otro lado, va a haber una abstención altísima, pero no de nuestra gente, activa y concienciada (?), sino del ciudadano de a pie, independientemente de sus inclinaciones políticas (sean votantes del PP, del PSOE, o abstencionistas de picnic). Y es precisamente esa alta abstención (64 % según el Eurobarómetro) la que puede propiciar que gane el NO, siempre y cuando nuestra gente vote. En estas condiciones con un porcentaje relativamente pequeño ( en torno al 15 %) sobre los electores se podría ganar la votación. No es un delirio, porque la abstención puede estar cerca del 65-70 %. En esta consulta casi me resulta más inteligente el voto en blanco que la abstención, aunque no esté de acuerdo con dicha opción, porque la abstención no discrimina entre los que la practican activamente o los que se abstienen por desidia o desconocimiento. El voto en blanco se computa, la abstención no. Pero lo que realmente se computa es el voto contra el capitalismo, el voto contra la UE, el voto contra el tratado europeo, EL VOTO NO.
Ni sí, ni abstención: por el voto NO