Transcurría el año 2003 y comenzaba, bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo, una ofensiva en contra de los pueblos del mundo que no se mostraban sumisos a los designios imperiales. En ese momento un grupo de intelectuales mexicanos y cubanos se reúnen con el Comandante Fidel Castro y comienzan a reflexionar sobre […]
Transcurría el año 2003 y comenzaba, bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo, una ofensiva en contra de los pueblos del mundo que no se mostraban sumisos a los designios imperiales. En ese momento un grupo de intelectuales mexicanos y cubanos se reúnen con el Comandante Fidel Castro y comienzan a reflexionar sobre el nuevo momento que vive la humanidad. Las victorias electorales que dejaban atrás el fin de la historia y daban inicio a transiciones posneoliberales no parecían ser suficientes para enfrentar los ataques de un imperio en decadencia, pero doblemente peligroso en su desesperación por hacerse con los recursos naturales del planeta. De esas reflexiones surge primero el «Llamamiento a la conciencia del Mundo», leído el 1 de mayo de 2003 en la Plaza de la Revolución de La Habana por uno de los padres fundadores de la Red, el intelectual mexicano Pablo González Casanova. Llamamiento que dio paso al «I Encuentro de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad» durante los días 24 y 25 de octubre de 2003 en Ciudad de México. Ya en 2004, el «Llamamiento de Caracas» reúne en diciembre de 2004 en la capital venezolana a más de 400 invitados de 52 países en el «Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad». Es en ese encuentro donde González Casanova lanza la pregunta de cómo hacer para que ese evento tuviera un impacto de verdad en la realidad. Esa pregunta es recogida por el Comandante Chávez, que responde que la mejor defensa que se puede hacer de la humanidad es el ataque, pasar a la ofensiva: «Esa es su mejor defensa, nuestra mejor defensa. Pero toda ofensiva requiere un plan, una estrategia, unos actores coordinados, estructurados, conscientes y además se requiere saber hacia dónde es la ofensiva, quien es el oponente principal».
10 años después y sin la presencia física del Comandante eterno, la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales surgida de aquel encuentro en 2004, se ha reunido entre los días 11 y 13 de diciembre para reabastecerse y rearmarse antes de emprender la segunda parte del partido en defensa de la humanidad. Han sido 10 años de tejer complicidades y cohesión ideológica, además de dotarse de una estructura organizativa que tiene en su haber dos oficinas en Caracas y La Habana además de capítulos nacionales en 30 países. Pero el escenario de 2014 es diferente al de 10 años atrás. La crisis estructural del capitalismo y la transición a un mundo multipolar en la que nos encontramos inmersos hacía necesaria una relectura de las tareas, objetivos y métodos de trabajo de la propia Red. Jugamos en cancha contraria y con el árbitro comprado, por lo que no podemos salir a jugar esta segunda parte con titubeos, debemos prepararnos para resistir cuando sea necesario, pero también para construir propuestas en clave ofensiva y de cambio.
Bajo esas coordenadas se ha producido el evento de Caracas donde han acudido más de 100 invitados/as del ámbito intelectual, artístico o de los movimientos sociales de más de 30 países. El primer mensaje que ha querido transmitir la Red En Defensa de la Humanidad al mundo es el de apoyo irrestricto a la revolución bolivariana y chavista que encabeza el Presidente Nicolás Maduro. La ofensiva pasa en primer lugar por la defensa de un proceso que supone un dique de contención para todo el continente ante la ofensiva imperial contra América Latina y el Caribe.
La sola presencia de figuras reconocidas del ámbito intelectual apoyando a Venezuela, rompiendo el bloqueo aéreo y mediático, y realizando una serie de foros y debates públicos durante 3 días en Caracas ya supone por sí misma una victoria política. Un segundo elemento a subrayar es la declaración política de la Red leída por Gilberto López y Rivas, miembro del capítulo mexicano, en el acto de clausura en el Cuartel de la Montaña. Esa declaración, además del apoyo a Venezuela, pone la atención en México, ese país tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos como diría Porfirio Díaz. Ayotzinapa cristaliza y sintetiza la ofensiva que sufre la humanidad por parte del capitalismo y el imperialismo, las dos caras de una misma moneda que da una nueva vuelta de tuerca a la doctrina del shock, un adelanto de lo que se nos viene encima si no construimos un proyecto alternativo que, como reafirma la declaración, tiene que estar sustentado en los principios del antiimperialismo, anticapitalismo y anticolonialismo, bajo un horizonte llamado socialismo. Y como un faro de luz para alcanzar ese horizonte aparece Cuba, país para el que la Red En Defensa de la Humanidad pide el fin del bloqueo y reconoce su aporte en el cambio de época que vive el continente.
La declaración continua construyendo una agenda de trabajo para el futuro de la Red, la Paz en Colombia, que solo puede venir acompañada de justicia social y de la participación política de la insurgencia; apuestas para dejar atrás las formas de neocolonialismo moderno, como la defensa de la independencia de Puerto Rico (acompañada de la petición de liberación del patriota Oscar López Rivera); el cierre de la base militar de Guantánamo; el apoyo a Argentina tanto en su legítimo reclamo histórico de soberanía sobre las Malvinas como en la defensa de la agresión que sufre por parte de los fondos buitre; y la solidaridad con el Presidente Evo (fundador de la Red) y el pueblo boliviano en su reclamo ante la Corte Internacional de Justicia demandando una salida soberana al mar Pacifico. Asimismo el texto abraza dos causas relacionadas con el Derecho de Autodeterminación de los Pueblos, la defensa de un Estado Palestino libre del acoso y represión israelí y el compromiso con la paz en el País Vasco una vez finalizado el ciclo de lucha armada.
El tercer logro del X aniversario de la Red es haber generado los suficientes espacios internos de reflexión y debate sobre el futuro de la propia Red. Bajo el principio de unidad en la diversidad, la Red, que en algunos momentos pudo parecer una fábrica de comunicados, pasa a convertirse en una factoría de construcción de pensamiento crítico y apoyo militante a los procesos de cambio, otorgándole una gran importancia a la batalla de ideas y la contraofensiva insurgente frente a la agresión mediática al servicio del capital. La Red se reestructura organizativamente con 7 plataformas o nodos que van a enfrentar las guerras mediáticas, económicas y el militarismo, además de trabajar la educación popular y formación política, la integración latinoamericana y la memoria y verdad, construyendo asimismo una plataforma cultural que coordine las redes ya existentes de teatro, poesía y cantautores. Para hacer frente a los viejos y nuevos retos y coordinar todo el trabajo a realizar, la Red En Defensa de la Humanidad se dota de una secretaría operativa conformada por 10 personas de 8 naciones de Nuestra América y Europa.
El imperialismo no duerme y menos puede dormir un revolucionario porque en ello le va la vida, como nos recuerda Carmen Bohórquez, Coordinadora General de la Red. Los retos a enfrentar en esta nueva fase de ofensiva en defensa de la Humanidad son grandes, y para ello necesitaremos una mayor articulación entre la vanguardia conformada por los pueblos, que son los que hacen la historia, sus partidos políticos, sindicatos y movimientos sociales, y los intelectuales en la retaguardia. En 2015 se cumplirán 10 años desde que los pueblos latinoamericanos y caribeños derrotaron al ALCA, y si pensábamos que la victoria era definitiva, el imperio llega en este momento histórico con nuevos camuflajes y armas más sofisticadas. Es tarea de los intelectuales orgánicos, militantes de la causa de la emancipación, enfrentar de la mano de los pueblos y sus gobiernos esta nueva fase imperial.
Como escribe Ángel Guerra en La Jornada [1] , la delegación mexicana, cubana y vasca al X aniversario de la Red en Defensa de la Humanidad tocó la historia con las manos volando de La Habana a Caracas en «El Camastrón», el avión que utilizaba el Comandante Chávez los primeros años de gobierno; y todavía nos llenamos aún mas de emoción cuando a nuestro regreso a Cuba recibimos en las calles de La Habana Vieja la noticia de la liberación de los 3 compañeros antiterroristas. Que estos hechos sean un buen presagio de una nueva etapa para una Red que aporte en la construcción de una revolución democrática para Nuestra América y el mundo entero, de una democracia revolucionaria inspirada en las ideas de Fidel Castro y Hugo Chávez, con una proyección martiana y bolivariana de unidad, unidad y más unidad. Recordando las palabras finales de la declaración política del encuentro por el X aniversario de la REDH: «A pesar de las dificultades, podemos afirmar que la revolución está más viva que nunca, ¡Viva Chávez, viva Nicolás Maduro, viva el pueblo venezolano!
*Katu Arkonada es vasco y nuestroamericano, miembro de la secretaria operativa de la Red En Defensa de la Humanidad
[1] http://www.jornada.unam.mx/2014/12/19/opinion/036a1mun
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.