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Las naciones africanas figuran entre las primeras en el mundo en reclamar que Cuba sea excluida de una vez por todas de la unilateral lista de EEUU de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
No pocas son las dudas de analistas sobre cuáles propósitos y resultados tendrá la cumbre entre EEUU y los jefes de Estado africanos que se celebrará del 13 al 15 de diciembre en Washington: ¿Será para una colaboración genuina o una nueva colonización?
Los cubanos rinden especial tributo por estos días al líder histórico de su Revolución, Fidel Castro, de quien hablan con una mezcla de admiración, respeto y añoranza, pero siempre lo hacen en presente, pese a su partida física.
Por sus cualidades y por ser la ciencia del ejemplo, como lo calificó un gran amigo de Cuba, Fidel continúa acompañado de millones de sus coterráneos en la construcción y resistencia de la Revolución del 1 de enero de 1959, y en su eterno anhelo de que un mundo mejor es posible.
Cuba abrirá sus fronteras el próximo 15 de noviembre, gracias al control epidemiológico y sus propias y efectivas vacunas contra la Covid19, y celebrará ese acontecimiento con una gran fiesta en agradecimiento a sus científicos, profesionales de la salud, y otros muchos hombres y mujeres de diversos sectores que han contribuido a ese triunfo.
El presidente Joe Biden sufrirá su primera gran derrota ante Cuba, como le ocurrió a EE.UU. con su invasión mercenaria en Girón, en 1961, cuando el venidero 23 de junio en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) se adopte un nuevo proyecto de Resolución de condena al injusto y cruel bloqueo de Washington a la nación caribeña.
En una carrera desesperada por recuperar terrenos perdidos a nivel global y como parte de la contienda geopolítica que protagoniza en medio de la pandemia de la Covid19, EE.UU. organiza una eventual nueva ola neocolonial en África, región a la que siempre ha despreciado, pero en la que se ha propuesto acrecentar su influencia ante los augurios de expertos de que puede convertirse en el continente del futuro.
El actual presidente de EE.UU. anunció recientemente una revisión de la política agresiva de su predecesor hacia Cuba, sin embargo, tras casi dos meses de Joe Biden entrar en el Despacho Oval, el fantasma siniestro de Donald Trump sigue imperando en la conducta de Washington hacia la mayor de las Antillas.
A lo largo de la historia EE.UU. ha pretendido siempre dividir y enfrentar a los cubanos, una vieja paroniria que data desde los tiempos del colonialismo y el neocolonialismo, y que se le acentuó aún más a Washingtontras el triunfo de la Revolución del 1 de enero de 1959 en la mayor de las Antillas.
¿Que se pretenda rendir por hambre, enfermedades y carencias a un pueblo no es una forma de terrorismo? El bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a Cuba desde hace casi 60 años siempre ha perseguido ese propósito.