M.H.: Premio Simón Bolívar 2017 a la Comunicación. Una distinción que entregó el Presidente Nicolás Maduro. ¿Qué significa para vos y para Resumen Latinoamericano este premio? C.A.: Es un reconocimiento importante viniendo de Venezuela y de los compañeros y colegas venezolanos, tanto periodistas como comunicadores sociales de allá. El año pasado nos dieron el premio […]
M.H.: Premio Simón Bolívar 2017 a la Comunicación. Una distinción que entregó el Presidente Nicolás Maduro. ¿Qué significa para vos y para Resumen Latinoamericano este premio?
C.A.: Es un reconocimiento importante viniendo de Venezuela y de los compañeros y colegas venezolanos, tanto periodistas como comunicadores sociales de allá. El año pasado nos dieron el premio Aníbal Nazoa que también es importante en lo que hace a la actividad periodística en Venezuela, pero este premio nos parece fundamental porque es una distinción reconociendo el trabajo que estamos haciendo en solidaridad con Venezuela.
En ese sentido es un reconocimiento que nos llena de orgullo y nos convoca a redoblar la tarea en una circunstancia en la que Venezuela esta pasando por mucho acoso, no solamente mediático sino también por una escalada muy potente de guerra de baja intensidad que a veces parece de alta intensidad.
M.H.: En la última semana de junio estuviste presente en la Conferencia mundial de los pueblos donde se dieron cita en Bolivia delegaciones de movimientos populares latinoamericanos y algunas personalidades internacionales ligadas al tema de la migración. Me gustaría que nos comentaras un poco acerca de esa actividad.
C.A.: Esa actividad fue convocada por el gobierno boliviano, fundamentalmente por la sensibilidad que tiene Evo Morales frente al tema de la migración que es uno de los temas que se habló, así como de la construcción de los muros que separan a los pueblos. Evo piensa a futuro viendo el presente, y lo dijo claramente cuando abrió el encuentro, que es increíble que estemos hablando de muros para separar pueblos, para separar gente, para separar familias y que este es un producto típico de la concepción capitalista salvaje de tratar de, en vez de acercar y amalgamar a las sociedades, dividirlas para poder dominarlas mejor. Amén de que toda la política guerrerista que las grandes potencias desarrollan sobre el Tercer Mundo genera miles y miles de inmigrantes que desesperados por huir de la guerra van a dónde pueden, muchos van hacia Europa y allí se encuentran otra vez con el maltrato, con que los hacinan, les queman los campamentos.
Evo intentó formar un núcleo de gente sensible a eso y que pudiera dar propuestas, aunque como dijo él, la única receta es acabar con el capitalismo y con el colonialismo. El encuentro estuvo signado por la participación de muchas organizaciones sociales bolivianas y también del continente.
También hubo algunas presencias no gratas, creo que hay que decirlo porque si no escondemos la tierra debajo de la alfombra. Estaba Rodríguez Zapatero allí sentado, que no tiene nada que hacer porque cuando él fue gobernante en España persiguió a los inmigrantes y ayer mismo lo veía con Aznar y Felipe González coincidiendo muchísimo en el tema de que no hay que darle la independencia a Cataluña y que si se siguen retobando hay que aplicarles la fuerza. Esto opina el señor Zapatero que finge ser progre en Venezuela y en Bolivia.
La otra presencia que nos cayó muy mal fue la de Baltazar Garzón, un tipo vinculado a la ley anti terrorista en España, asesor en su momento de Uribe y amigo de los escuálidos en Venezuela.
Estas son las cosas que a veces uno no entiende de la gente progre en serio, porque se juntan con gente que los desmerece y esto también hay que decirlo. Más allá de esto el encuentro fue importante y necesario, destacó mucho el perfil de estadista de Evo Morales porque es uno de los hombres que tiene un cable a tierra permanentemente, consulta con las bases y la base le grita desde donde esté sus propuestas y él las escucha y esto no es muy habitual en los mandatarios de ningún tipo.
M.H.: Una importante delegación argentina llegó a Quitipaya, allí en Bolivia junto con delegados y delegadas de Cuba, Chile, Colombia, Panamá, Uruguay y otros países de la región. ¿Quiénes estuvieron presentes de nuestro país?
C.A.: De aquí fue la gente de la CTEP como Juan Gravois y Lito Borello, gente vinculada a Patria Grande, al Movimiento de Trabajadores Excluidos, La Dignidad, el Movimiento Evita, Resistir y Luchar; diferentes organizaciones populares y también organizaciones que tienen que ver con el trabajo de género porque se habló mucho del rol de la mujer en toda esta pelea contra la prepotencia, el racismo, la xenofobia y se lo encadenó mucho al tema de «ni una menos» porque es un planteo anti patriarcal, anti racista y anti xenófobo.
El único que habló de Argentina en el acto fue Gravois, pero en todas las demás mesas y talleres los argentinos tuvimos una participación bastante fuerte. Había compañeros de todos los países y también de Europa, gente que había venido para participar porque allí también hay muros y racismo.
M.H.: ¿Cuáles fueron las principales conclusiones y a futuro las actividades que se van a desarrollar respecto de la problemática de los refugiados y las migraciones?
C.A.: La principal conclusión es un sueño de Evo que ojalá pudiera ser realidad, que es la ciudadanía universal, que no haya fronteras en el sentido de que funcionen como divisiones más allá de lo que ya dividen, que cualquier ciudadano del mundo pueda transitar por cualquier país sin dar explicaciones. Él lo plantea con esa cosmogonía que tiene el movimiento indígena de Bolivia pero también el movimiento indígena de toda el Abya Yala, la idea de fraternidad sin especulaciones de ningún tipo, el acercamiento pueblo a pueblo.
Por otro lado, la idea de trabajar fuertemente para terminar con estos muros físicos aparte de los muros ideológicos. Evo dedicó un párrafo largo a Trump diciéndole que es un personaje que no entiende lo que es un ser humano, que cree que está arriba de un púlpito y desde allí nos habla a todos como si fuéramos animalitos. Y se planteó terminar con los muros apuntando a los más fuertes, al de México, Sahara y Palestina que son los muros ya construidos y que generan mucho mal.
Se va a formar una comisión no burocrática, sino de supervisión que va a organizar el gobierno de Bolivia, para que de alguna manera se sigan las resoluciones que se tomaron, que también incluye el exhortar a los países europeos a que cesen la represión contra los inmigrantes y que les den alguna vía de solución a los problemas de integración o la posibilidad de vivir decentemente en los países que generaron las guerras por las cuales los inmigrantes huyeron.
Tarde o temprano Nicolás Maduro va a tener que ponerse las botas y terminar con esta escalada que ya tiene características de guerra civil
M.H.: ¿Cuáles son las últimas informaciones que tenés acerca de la situación en Venezuela?
C.A.: La situación de Venezuela es bastante complicada, la escalada de violencia no se frena, se repiten episodios lamentables, la semana pasada hubo heridos, muertos, quemados, estamos viendo un ataque realmente bestial por sectores de la oposición que dicen estar infiltrados, dicen que son los paramilitares, pero todo eso está protegido por el manto de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y obviamente incentivado desde Washington, la OEA y todos los medios de comunicación hegemónicos.
Se aplaude la muerte de chavistas y se llora permanentemente cuando es detenido o muerto en alguna circunstancia uno de la oposición, pero los muertos fundamentalmente son del chavismo.
La guerra económica continúa, hay desabastecimiento, hay gente que ya está cansada de poner la otra mejilla, lo que sucedió ayer (5/7) en la Asamblea Nacional es una muestra de eso, gente de los movimientos populares que dicen a gritos basta de poner nosotros los muertos y, por otro lado, hay una decisión popular y gubernamental de llegar al 30 de julio con la Constituyente. Una Constituyente con mucha participación pero sesgada hacia el lado del chavismo porque la oposición no va a participar, es más, ha convocado a un plebiscito para el 10 de julio con la idea de armar luego un gobierno de unidad nacional y derrocar a Maduro.
Es muy difícil reconciliar a estos dos sectores, el legítimo que tiene el gobierno y que cuenta con gran apoyo popular y el otro que también tiene apoyo, pero de los sectores de clase media, media alta y del campo internacional, del imperio. Yo creo que tarde o temprano el gobierno de Nicolás Maduro va a tener que ponerse las botas con todo lo que eso significa y terminar con esta escalada que ya tiene características de guerra civil. Cuando te hacen la guerra hay que responder, con todo lo que eso significa, pero lo peor es seguir poniendo los muertos y hacerte el demócrata, porque la democracia es la que te circunda y te condiciona para que no respondas al que te tira con una bazooka, que es lo que está pasando con los cuarteles, son atacados, hieren y golpean soldados que tienen las armas y no tiran porque saben que si lo hacen comienza algo imparable. Pero el problema es hasta cuándo se puede soportar eso.
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