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Costa Rica

Libertad de Internet vs Ley Mordaza

Fuentes: Rebelión

Dentro de las tantas contradicciones de este Gobierno que lo dejan a uno a la deriva y sin entender un rumbo definido, ahora surge otro doble-juego en la cancha que me hace recordar al predecesor de doña Laura, don Oscar Arias Sánchez, quién en su primera presidencia, mientras dejaba en abandono el País a lo […]

Dentro de las tantas contradicciones de este Gobierno que lo dejan a uno a la deriva y sin entender un rumbo definido, ahora surge otro doble-juego en la cancha que me hace recordar al predecesor de doña Laura, don Oscar Arias Sánchez, quién en su primera presidencia, mientras dejaba en abandono el País a lo interno, se esmeraba por un «Nobel de La Paz» en el campo internacional.

Ahora, en este período «Chinchilla Miranda», esa doble imagen de nuestra Nación se enfatiza con la suscripción en el campo internacional, a la «Declaración por la Libertad en Internet» de la «Fundación Free Press (Prensa Libre)» mientras paradójicamente a lo interno, se nos amordaza con la polémica «Ley de Delitos Informáticos», con la cual toda la población, comunicadores y no comunicadores, estamos sujetos al encarcelamiento según lo que a criterio del Gobierno se deba o no publicar, tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales (Internet).

Ya desde hace varias décadas, existe una enorme desconfianza sobre nuestro país, producto de ese doble juego (doble-moral), donde los inversores extranjeros, salvo raras excepciones, han preferido migrar a Nicaragua y Panamá. A Nicaragua en el campo económico con las maquilas y otras industrias exportadoras, y a Panamá en el campo turístico; emigración que frenó en seco las fuertes inversiones en turismo que se venían desarrollando en la zona de Guanacaste y que golpearon fuertemente al sector de la construcción.

Vendemos a lo Internacional (gastando sumas millonarias en publicidad), la imagen de un «paraíso ecológico» que desmienten en las redes sociales, blogs y medios de comunicación, los mismos turistas que se atrevieron a venir y no quieren que otros cometan el mismo error en llegar y encontrase con ríos contaminados, playas llenas de basura ostentando «una bandera azul», playas donde reina el enorme negocio de la prostitución, la drogadicción y la filmación de pornografía que impiden a grupos familiares venir a disfrutar nuestra riqueza natural de hermosas playas, Flora y Fauna.

Continuamos participando, cabeza erguida en foros internacionales (viajecitos que nos cuestan millones), publicitando (con más milloncitos) ser abanderados de los «Derechos Humanos» y un ejemplo de «Democracia» que en realidad pasó a ser un fósil de aquella que heredamos en 1948, y de la cual solo quedan los recuerdos, pues ya no existe; la han aniquilado con actuaciones contradictorias como la «Ley Mordaza», oficiales que ordenan matar a sangre fría (Medio Queso, Los Chiles) a humildes que antes protegíamos, corrupción generalizada, amenazas subliminales en cadena nacional de la presidencia, periodistas asesinados cuyos crímenes no han sido esclarecidos, eliminación paulatina de la «Clase Media» que fortaleció nuestra «Democracia» etc., solo falta que nos eliminen el «derecho al voto» para darle así el «tiro de gracia» a la «Democracia» creando una nueva que podríamos llamar «Dictatocracia».

Diario leo en las redes sociales y en artículos de opinión en medios internacionales, que el extranjero ya conoce nuestra realidad… ¿para qué entonces seguir gastando millones en mantener esa doble-cara que ya nadie cree?

Recibimos el comunicado presidencial sobre la firma antes mencionada, pero no tuvimos el valor y la desfachatez de publicarlo, porque nosotros… mantenemos «una sola cara». Quítenos la «mordaza», y luego firmen apoyos a «libertades» que ya no practicamos.

Julian Frech Ayub – Lic en Administración de empresas con énfasis en Comercio Internacional. Periodista y escritor en Política Internacional.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.