9,5 millones de bávaros eligen hoy un nuevo Parlamento regional. Aunque las particularidades de Baviera aconsejan no proyectar su resultado en las generales, la cita sí influirá en la recta final de la campaña.
Una de las características de Baviera es que, junto a Sajonia, es el único de los 16 länder que se denomina «Estado libre», recordando así que fue uno de los reinos en territorio alemán hasta 1918.
Otra peculiaridad es que es el único estado federal donde la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller, Angela Merkel, no concurre a las elecciones. A cambio, los bávaros no salen con su partido fuera de sus límites.
Por un lado, a la jefa de Gobierno le vendría bien que las encuestas acierten y la CSU del actual ministropresidente, Horst Seehofer, recupere la histórica mayoría absoluta perdida hace un lustro.
Según los sondeos, la hermana bávara de la CDU lograría alrededor del 47 % de los votos. Por otro lado, un sobresaliente resultado supondría para Merkel que Seehofer actuara aún con más autoconfianza a nivel nacional, por ejemplo queriendo renegociar el cupo para Baviera, uno de los länder más ricos de la República Federal.
A pesar de los buenos augurios, o justamente por ellos, el ministropresidente bávaro considera el posible resultado como «la menos probable de todas las posibilidades».
En el segundo lugar quedaría el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) con unos estimados 18 puntos. Le seguirían el partido ecologista Los Verdes y la agrupación de los Votantes Libres, posiblemente con el 12 % y 8 % de los votos, respectivamente.
Las encuestas prevén que ni el actual socio de Seehofer, el Partido Liberaldemócrata (FDP), ni el partido socialista Die Linke ni la euroscéptica Alternativa para Alemania (AfD) consigan superar el límite del 5 %.
Pero todos los partidos en Baviera se ven ante la necesidad de tener que movilizar a sus votantes una segunda vez, el 22 de setiembre. A partir de ahí, cada formación actuará en base a sus propios intereses.
Los liberales
El mayor problema de Merkel es su socio liberal. Si el FDP se queda fuera del Hemiciclo de Munich, peligra su bipartito en Berlín.
Si eso ocurre, la CDU podría ganar los comicios como primera fuerza, pero tal vez tendría que buscar un nuevo socio, si el SPD y los Verdes lo logran hacerse con el poder.
Para salvar al FDP, el ministro de Asuntos Exteriores Guido Westerwelle, ha acordado con la CDU de su distrito electoral, que los liberales darán su primer voto al candidato de los demócratacristianos y estos, su segundo voto al partido liberal. Sin embargo, el plan no cuenta con el beneplácito de Merkel que teme perder valiosos votos, y tal vez también el poder. Eso ya ocurrió este año en los comicios regionales de Baja Sajonia.
Por su parte, el SPD, los Verdes y el Linke harán todo lo posible para que el resultado bávaro les favorezca en la recta final de la campaña electoral, que hasta ahora no han conmovido mucho al electorado.