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Uruguay

Acatar requerimiento jurídico internacional. Continuar la lucha por Verdad y Justicia

Fuentes: Rebelión

«Hemos convocado este acto público en cumplimiento de lo resuelto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en sentencia del 24 de febrero de 2011 en el caso Gelman – Uruguay. De acuerdo al mencionado fallo del orden jurisdiccional del sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos, el Estado debe realizar en […]


«Hemos convocado este acto público en cumplimiento de lo resuelto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en sentencia del 24 de febrero de 2011 en el caso Gelman – Uruguay. De acuerdo al mencionado fallo del orden jurisdiccional del sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos, el Estado debe realizar en el plazo de un año un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional por los hechos del presente caso.

Así pues, comparezco entonces ante ustedes, en representación del Estado uruguayo en el carácter de Presidente de la República, Jefe de Estado y Jefe de Gobierno de la República Oriental del Uruguay y mando superior de las Fuerzas Armadas de este país.»

Así comenzaba el Presidente José «Pepe» Mujica el discurso del 21 de marzo en el acto público de reconocimiento de responsabilidad nacional del Estado uruguayo. Mujica fue acompañado por el Vice Presidente y titular del Poder Legislativo Danilo Astori, el titular del Poder Judicial Daniel Gutiérrez, Ministros de Estado, los tres jefes de las FFAA así como el Jefe del Estado Mayor de la Defensa Daniel Castelá. La mayor parte de los parlamentarios también participaron del acto. Familiares de Detenidos Desaparecidos, la familia Gelman así como centenares de uruguayas y uruguayos acompañaron el acto.

Fue una víctima directa del terrorismo de Estado quien asumió la responsabilidad política, «El presidente de la República, víctima del terrorismo de Estado, tuvo que reconocer la responsabilidad a nombre del Estado de las acciones de sus victimarios. Para eso se necesita coraje moral.» señalaba en conferencia de prensa al finalizar el acto público el poeta Juan Gelman.

«Como víctimas de violaciones de los Derechos Humanos María Claudia García y su familia tienen el derecho que obliga éticamente al Estado al reconocimiento, asunción de responsabilidad y reparación por los actos que padecieron. A tales efectos hemos avanzado hacia el cumplimiento de la sentencia dispuesta removiendo los obstáculos jurídicos que impedían investigación y adoptando todas las medidas necesarias para favorecer e impulsar la misma, y en tanto ella no cesará hasta la ubicación definitiva de María Claudia García Irureta Goyena de Gelman e individualización de los responsables de los hechos.» señala el mandatario en su declaración. Mas adelante en la declaración menciona que «En febrero del año 2000 fue localizada Macarena [Gelman]. Los hechos que fueron conocidos por la Corte Interamericana comenzaron a perpetuarse en colaboración con fuerzas de seguridad y autoridades argentinas en el marco de la denominada Operación Cóndor. En ese contexto de cooperación, centenares de personas fueron victimas de detenciones arbitrarias, torturas, ejecuciones y desapariciones forzadas como parte de una practica sistemática del terrorismo de Estado.»

Es importante recordar el marco histórico a los hechos relacionados con el conocimiento de la Verdad y la intervención de la Justicia. El ex presidente Julio María Sanguinetti, presidente a la salida de la dictadura en el período 1985-1990 indica que «opté por la paz y no por la justicia». Durante su mandato se realizaron la remoción de tierras y desenterramientos en locaciones militares conocida como «Operación Zanahoria». También durante su mandato se aprobó la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado (Ley de Impunidad) que impedía a la Justicia actuar ante denuncias de violaciones de DDHH y daba al Poder Ejecutivo la potestad de decidir si la Justicia podía actuar. La independencia de poderes fue gravemente violada con esta ley: el Poder Judicial debía pedir permiso al Poder Ejecutivo para actuar. Cientos de denuncias fueron presentadas entre 1985 y 2005 (gobiernos de Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle, Julio Maria Sanguinetti y Jorge Batlle); todas archivadas al amparo de la vergonzosa Ley de Impunidad.

En carta abierta al presidente Julio Ma. Sanguinetti en 1999 el poeta Juan Gelman indicaba «…saber que María Claudia, secuestrada el 24 de agosto de 1976 por un grupo de tareas argentino y llevada al campo clandestino de detención Automotores Orletti, fue trasladada por militares uruguayos en la segunda semana de octubre de ese año -junto con los niños Anatole Julien Grisonas de 4 años y su hermana Victoria de 18 meses, hijos de uruguayos desaparecidos en la Argentina- al local que la División III del Servicio de Información de Defensa (SID)… Fue un operativo típico del Plan Cóndor… salió (María Claudia) a fines de diciembre de 1976 con su bebé en un moisés y rumbo desconocido…» Mas adelante Gelman plantea al ex mandatario «Ojalá nunca padezca usted estas angustias… se lo considera el más culto de los presidentes de América Latina y seguramente usted recuerda esta frase de su compatriota, el gran poeta Lautréamont: ‘Ni con un océano lavarás una sola mancha de sangre intelectual’. Especialmente cuando de por medio hay sangre de verdad. Las capas de silencio depositadas sobre el robo de bebés conforman una mancha intelectual que no cesa de extenderse, porque el silencio sobre el crimen lo prolonga». Para finalizar indicando que «El 1º de marzo de este año… reiteró usted que ‘en el Uruguay nunca hubo casos de niños secuestrados, como en Argentina’. Bueno. Pero en el caso de mi nieta o nieto: ¿qué piensa hacer, Señor Presidente?».

La primera parte del acto de reconocimiento de responsabilidad del Estado tuvo lugar a la mañana en el local de la ex SID donde estuvo detenida María Claudia. En el lugar se descubrió una placa (1) que lleva el nombre de todos los ex presos políticos detenidos allí y donde se ubicará la sede de la Institución Nacional de Derechos Humanos. «La oveja negra pace en el campo negro/ sobre la nieve negra/ bajo la noche negra/ donde lloro vestido de rojo». El poema que Marcelo Gelman escribió con 17 años y que fue leído por su padre Juan Gelman fue uno de los momentos de mayor carga emotiva.

El acto enmarcado en la condena de la CIDH del pasado febrero de 2011 no marca ni un antes ni un después en la lucha y el reclamo de Verdad y Justicia por parte del pueblo uruguayo. Está en manos del Poder Judicial llevar a cabo las investigaciones y dar luz a la Verdad. El trabajo lento pero constante por parte del gobierno uruguayo de investigación, búsqueda de restos humanos y los resultados obtenidos hasta el momento, ha demostrado de que la lucha por la Verdad y Justicia es un deber humano y moral que el pueblo todo no debe abandonar.

Nota:

(1) Texto de la placa:

«María Claudia García Iruretagoyena y Macarena Gelman y todas las personas víctimas del Terrorismo de Estado, que estuvieron privadas de su libertad en este lugar, sede del Servicio de Información de Defensa (SID) y centro clandestino de detención, y en cumplimiento de la sentencia dictada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el 24 de febrero de 2011, en el caso Gelman vs Uruguay.

En este lugar estuvieron detenidas María Claudia García Iruretagoyena, nacida el 6 de enero de 1957, y Macarena Gelman. María Claudia, ciudadana argentina que se encontraba embarazada, había sido secuestrada junto a su esposo Marcelo Gelman en Buenos Aires, el 24 de agosto de 1976. Trasladada a Uruguay en el marco del ‘Plan Cóndor’, permaneció detenida desaparecida y dio a luz a Macarena en Montevideo, presuntamente el 1º de noviembre de 1976. Separada de su madre, Macarena fue sustraída y privada de su identidad, permaneciendo desaparecida hasta conocer su historia, 24 años después, como consecuencia de la búsqueda incansable realizada por su familia, con la colaboración de organizaciones y personas de la sociedad civil. Montevideo, 21 de marzo de 2012″.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.