Si se perdió el seminario que por segundo año consecutivo organizó la Fundación Internacional para la Libertad que preside el nobel de literatura 2010, Mario Vargas Llosa, no se preocupe, yo se lo resumo en tres frases: (1) Privatizar sectores estratégicos, (2) «Probada» ineficiencia de instituciones estatales (si es así, yo no sé cómo el […]
Si se perdió el seminario que por segundo año consecutivo organizó la Fundación Internacional para la Libertad que preside el nobel de literatura 2010, Mario Vargas Llosa, no se preocupe, yo se lo resumo en tres frases:
(1) Privatizar sectores estratégicos, (2) «Probada» ineficiencia de instituciones estatales (si es así, yo no sé cómo el norte de Europa sigue siendo un ejemplo mundial) y (3) Rajemos de Venezuela, pero también de los países donde gobierna la izquierda de América Latina.
Para el ponente, expresidente de Ecuador Osvaldo Hurtado, uno de los principales retos de Latinoamérica es «recuperar la democracia y la libertad en aquellos países (…) como Venezuela, Ecuador, Bolivia…».
El expresidente, que entre 1983 y 1984 triplicó la inflación en Ecuador haciéndola raspar el 50% y que hizo crecer la economía al 0.6% anual -ocho veces menor al promedio anual del gobierno de Rafael Correa-, ha decidido que los gobiernos de los citados países, elegidos en las urnas por una amplia mayoría de votos, paradójicamente mantienen secuestrada la democracia y la libertad.
Este es el tipo de disparates que usted se perdió en el seminario auspiciado por la Universidad -sin fines de lucro- de Lima, y que así como escuchamos a este expresidente que obtuvo el 1% de los votos en las elecciones presidenciales de 2002 en Ecuador, también hubo otros exmandatarios que hoy por hoy obtendrían resultados similares en sus Estados. ¿Y por qué? Pues porque profesan una doctrina que obvia convenientemente las profundas asimetrías del mercado, una ideología que oculta que las desigualdades sociales se reproducirían hasta el infinitum sin un Estado fuerte que interviniese en la redistribución de las riquezas. En Latinoamérica pocos votarían por estos personajes que hablan de poner a merced del libre mercado a países pobres como el nuestro, para que los ricos y colonizadores nos aplasten como hormigas, como siempre lo han hecho, olvidando que no somos solo expansiones de tierras, sino que somos personas que viven en ellas.
Señal de que el germen de rechazo al neoliberalismo -que se ha expandido por gran parte de Latinoamérica- también está penetrando en nuestro país, es el acto de protesta pacífica que una decena de jóvenes llevó a cabo en rechazo de lo que en el seminario se repetía monocordemente.
Una señal de que el liberalismo se confunde fácilmente con el imperialismo es la siguiente frase que el Sr. Mario Vargas Llosa pronunció momentos después de ocurrido el evento que acabo de relatar: «(Esta es) una reunión que ha traído a muchos jóvenes, no todos entusiastas partidarios del liberalismo, como ustedes han visto.»
RPP Noticias, junto con el diario La Primera, otros periódicos y varios portales web, registran al día de hoy esa frase en sus ediciones digitales, solo que han cambiado la palabra «liberalismo» por «imperialismo». Hasta hoy no hay ninguna corrección. Puede que haya muchos despistados o simplemente no chirría porque no apreciamos diferencia alguna.
En conclusión, usted no se perdió ningún discurso que no esté oyendo ya en la mayoría de medios de comunicación. Sin embargo, no quisiera acabar esta columna sin cuestionar desde esta tribuna que el representante del Poder Judicial peruano estuviera presente en el evento. Es especialmente preocupante e incluso denunciable que en este seminario de clarísimo posicionamiento político, social y económico se dieran cita tanto el presidente de la Corte Suprema como el del Tribunal Constitucional del Perú, figuras que tras ese proceder estarían faltando a la independencia y neutralidad que exige su cargo pagado por todos los peruanos.