A nivel nacional, una vez más, el ganador ha sido el voto blanco o viciado. Luego, están los movimientos independientes que conquistaron la victoria en 19 de 25 regiones. Después está el centro derechista Alianza Para el Progreso (APP), que desplazó al fujimorismo del primer lugar (tenía tres regiones en las elecciones pasadas con San […]
A nivel nacional, una vez más, el ganador ha sido el voto blanco o viciado. Luego, están los movimientos independientes que conquistaron la victoria en 19 de 25 regiones.
Después está el centro derechista Alianza Para el Progreso (APP), que desplazó al fujimorismo del primer lugar (tenía tres regiones en las elecciones pasadas con San Martin, Pasco e Ica), aunque sigue siendo modesto su crecimiento (con dos regiones como Ucayali y La Libertad y cuatro por disputar; 231 alcaldes distritales y 26 provinciales), y perdió la región de Lambayeque (bajó de 33.40% a 18.59%; y que en vez de avanzar en el ex sólido norte aprista se extiende a la selva y sierra con ballotages en San Martin, Madre de Dios, Pasco y Cajamarca, respectivamente).
El APRA quedo reducido a la nada y con una frase para la historia como «maldito JNE, ya pagaran», dicha por el congresista Mauricio Mulder.
Otro factor a destacar es la victoria de algunos dirigentes de «izquierda» que vienen de los movimientos sociales. Es el caso de la candidatura en la clandestinidad (por un juicio de sedición y disturbios durante la explosión social denominada el Aymarazo en el 2011 contra la transnacional minera Bear Creek ), del «radical aimara» Walter Aduviri, que con el partido Mi Casita, conquistó el 43% de los votos (es decir 260 mil votos).
De igual forma, en Arequipa, el ex alcalde provincial cayllomino, Elmer Cáceres Llica, sin mucha publicidad y con poses de izquierda (saludando a Aduviri por las redes), es el favorito para la segunda vuelta a celebrarse el 09 de diciembre. En Moquegua, Zenón Cuevas, del movimiento FIRME, ex militante de Patria Roja y uno de los dirigentes del Moqueguazo del 2008 por la distribución justa del canon minero (donde los batallones de policías fueron derrotados y tomados como rehenes), se alzó con la victoria con el 41.91% de los votos. Para lograr el objetivo, en esta tercera postulación, tejió alianzas con algunos empresarios como Yovana Valdez de la Cámara de Comercio, quien es su virtual consejera.
Sin embargo, en la tierra de lo que fue el epicentro incaico y donde se encuentra Machupicchu (una de las maravillas del mundo), un partido pro sistémico como Acción Popular pasa al ballotage con el 14.96% (87, 083 votos), seguido de la espiga de Restauración Nacional con el 14.75% (85, 865 votos). Y esto es comprensible ya que fueron divididos, los diversos movimientos «progresistas», como el etnocacerismo de Pachakuteq (9.92%), Tahuantinsuyo (9.16%) y la izquierda del Frente Amplio (9.92%). No obstante, si hubieran postulado unidos ganaban en primera vuelta con más del 32% (168 mil votos).
Y en la ciudad heroica de Tacna, Juan Tonconi, del movimiento Unidad por Tacna, pasa como favorito para disputar el ballotage al cuestionado ex alcalde provincial y de Fuerza Tacna, Lucho Torres, con 16.90% y 16.44% respectivamente. Una segunda vuelta donde los votos de Banderas tacneñistas (14.81%), Frente Esperanza (11.01%), Siempre Unidos (7.27%), Restauración Nacional (7.07%), y el Frente Amplio (6.92%), serán decisivos.
Así las cosas, si Antauro Humala tenía como fin ganar la región Cuzco, pues, se va llevar un sinsabor, pero, si su fin era solamente acumular fuerzas, pues, podemos decir que el etnocacerismo está avanzando no solo en esta tierra sino también en Ancash donde el movimiento Acción Nacionalista Peruano obtuvo el tercer lugar con 62 mil votos (12.39%).
Por su lado, la izquierda formal también obtuvo réditos notorios. El Frente Amplio no solo desarrolló un buen performance en algunas regiones (6to en Amazonas, 4to en Apurímac, 5to en Cuzco, 7mo en Tacna, etc.), sino que el médico formado en La Habana y expresidente regional, Vladimir Cerrón, volvió a ganar la región de Junín con el 36.84% (216,996 votos).
Para los que ganaron, después de la guerra política electoral, viene un descanso. Sin embargo, luego viene lo más complejo: Gobernar al servicio del pueblo. Y en el caso de los dirigentes que vienen de los movimientos sociales, pues, poner a prueba su programa y principios. Y es que anteriormente, hemos visto casos como el del tristemente recordado ex gobernador de Puno, Hernán Fuentes, quien después de plantear populistamente la lucha por la República federativa, una vez en el poder, miró para otro lado. Y es que como dicen algunos «una cosa es con guitarra y otra con cajón».
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