La familia Bush, Aznar, Uribe, y el ex-primero ministro de Canadá, Brian Mulroney, se reunieron en la República Dominicana, invitados por el empresario venezolano Gustavo Cisneros, para preparar acciones contra la victoria y reelección de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales de 2012.
Varios fenómenos políticos importantes han sido ocultados debido a acciones anecdóticas que sucedieron. Los medios de comunicación en lugar de explicar la trascendencia política que había centraron la noticia al toque humorístico, generando así una estrategia de desinformación. El 12 de junio de 2001, George Bush hijo como Presidente de los Estados Unidos viajó por primera vez a Madrid a reunirse con el Presidente español José María Aznar. Los medios en lugar de acentuar la noticia sobre el peligro del fortalecimiento de las relaciones entre la derecha española del Partido Popular (PP) y la derecha norteamericana del Partido Republicano, hecho que recordaba la reunión del dictador fascista Franco y el Presidente republicano Dwight Eisenhower en 1959, dio como núcleo de la noticia que Bush nombrara al Presidente español «Ansar». Otra risa internacional fue cuando Aznar, en una rueda de prensa con Bush en el estado de Texas en 2003, dijo con acento mexicano «Estamos trabajando en ello….» [1]. La anécdota volvió a ganar como crónica principal por encima del peligro del estado español de seguir las injerencias bélicas de los Estados Unidos. Y por último, el humor político continuó cuando el hermano del Presidente de los Estados Unidos, el gobernador de Florida Jeb Bush, de visita diplomática al estado monárquico español dijo que agradecía el apoyo del «Presidente de la República Española» [2], en referencia a Aznar. Finalmente las relaciones entre Bush y Aznar dejaron de ser una nube de humor, y el respaldo del estado español a los Estados Unidos en la Invasión de Irak generó el atentado terrorista islámico de Al Qaeda en la estación ferroviaria de Atocha en Madrid el 11 de marzo del 2004, provocando 198 muertos.
Injerencias de Bush y Aznar
Bush y Aznar no solamente trabajaron juntos sobre la beligerancia en Oriente Medio, también participaron conjuntamente con injerencia contra los gobiernos progresistas de América Latina en defensa del mercado neoliberal y de los intereses de las multinacionales españolas y norteamericanas, principales expoliadoras en la región latinoamericana. Además, buscaron socios de la derecha de América Latina como el Presidente mexicano Vicente Fox o Álvaro Uribe en Colombia.
Aznar ganó las elecciones generales de marzo de 1996 recibiendo el PP dinero para su campaña electoral por parte de la Fundación Nacional Cubana Americana (FCNA) presidida por el anticastrista Jorge Mas Canosa, sujeto vinculado al servicio secreto de inteligencia de los Estados Unidos (CIA). Aznar desde un primer momento, a finales de 1995, ya se posicionó contra Cuba en los seminarios organizados por el Think Tank del PP, la Fundación por el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), con presencia de anticastristas como Carlos Alberto Montaner o el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Denominado nuevo Presidente del Gobierno español, Aznar empezó la propaganda contra Cuba como la isla que «viola» los Derechos Humanos, las libertades y la democracia [3]. En diciembre de 1996 Aznar propuso a la Unión Europea aprobar la «Posición Común», donde los 15 países anularían la cooperación con Cuba, finalizarían los acuerdos empresariales y cerrarían los créditos que Cuba recibía de Europa en el momento económicamente más crítico que vivía la isla tras la caída del bloque soviético en 1991. Así, con la estrategia del PP, relacionados con la mafia anticastrista de Miami que estaba vinculada mayoritariamente con el Partido Republicano de los Estados Unidos, Europa aprobó un nuevo tipo de bloqueo económico a Cuba como el que sufría la isla por parte de los Estados Unidos desde principios de los años 60 y endurecido en los años 90 con la aprobación de la ley Torricelli y la ley Helms Burton. Estados Unidos también trabajaba paralelamente para romper las relaciones internacionales de Cuba con terceros países, no solamente con el bloqueo económico, sino también político. México, históricamente ha sido el país de América Latina que ha tenido mejores relaciones con Cuba, pero desde su giro neoliberal en los años 80 y su dependencia con los Estados Unidos una vez aprobado el Tratado de Libre Comercio de Norte-América (TLCAN) en 1994 ha cambiado su táctica política. Vicente Fox en el año 2002, en la Cumbre Iberoamericana de Monterrey, le dijo por teléfono a Fidel Castro «comes y te vas» [4] en referencia al acto de la cena entre presidentes. Esta grosería de Fox, que fue por presiones del Presidente Bush, rompió, por primera vez, las relaciones de Cuba con México.
Otro escenario de injerencia fue Colombia. En 1999 Bill Clinton y el Presidente colombiano, Andrés Pastrana, aprobaron el convenio militar bilateral denominado el «Plan Colombia». La estrategia informativa que se dio era la lucha contra el narcotráfico pero latentemente era potenciar el ejército contra los avances de la guerrilla de izquierdas, las Fuerzas Armadas Revolucionarías de Colombia (FARC). Bush, en 2002, con la llegada al gobierno colombiano del conservador Álvaro Uribe, acusado de vincularse con los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fortaleció las relaciones militares para luchar contra la guerrilla. La Unión Europea, no quedó ausente. Aznar volvió a liderar la injerencia europea en América Latina. Después de la visita en Madrid del Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Guillermo Fernández de Soto, presentando a Aznar el Plan Colombia, el Presidente español consiguió que Europa diera 1400 millones de euros al gobierno colombiano por su lucha contra el «narcoterrorisme marxista». Pero no todo va quedar en asuntos internos en Colombia. Según Frank Pérez, Secretario de Derechos Humanos de la coalición Izquierda Unida, en una entrevista en abril de 2004 por el Semanario Las Verdades de Miguel, Aznar vendió tanques AMX-30 y obuses a Colombia para incentivar un conflicto armado con Venezuela [5].
No solamente, Cuba fue el objetivo anticomunista de Aznar, también el gobierno de izquierdas venezolano. En abril de 2002, el intento de golpe de estado contra Hugo Chávez liderado por Pedro Carmona, representante de la ultraderecha política y presidente de Fedecámaras, principal gremio empresarial, fue apoyado por el gobierno español que disponía en aquel momento de la presidencia rotatoria europea. Incluso, el antiguo Canciller español, Miguel Àngel Moratinos, presentó en noviembre de 2004 un informe denso al Congreso de Diputados sobre la intervención del Partido Popular en el golpe de estado en Venezuela [6].
¿Expresidentes retirados?
El 20 de Febrero, Aznar, los expresidentes Bush padre y Bush hijo, Uribe, y el exprimer ministro de Canadá, Brian Mulroney, se encontraron en una gran villa en la Casa de Campo, a las afueras de la capital de la República Dominicana, invitados por el empresario venezolano, y uno de los más ricos de América Latina, Gustavo Cisneros. El periodista venezolano, José Vicente Rangel, según fuentes extraoficiales, confirmó que el encuentro tenía un objetivo político, preparar y coordinar acciones para las elecciones generales de Venezuela en diciembre de 2012 contra la reelección del Presidente Hugo Chávez, y así indirectamente contra todos los países progresistas de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de nuestra América (ALBA) al afectar al motor económico de la organización regional. Según los últimos datos del Grupo de Investigación Social Siglo XXI (GIS XXI) sobre el resultado de encuestas electorales presentadas el pasado domingo, Chávez obtendría la victoria de las elecciones presidenciales con el 56,8% de los votos, aumentando el Presidente venezolano dos puntos sobre el estudio realizado el mes de febrero [7]. Estos datos molestan a los expresidentes y a sus imperios. Ya lo reveló Hugo Chávez al afirmar el domingo que un grupito de países están dispuestos a «decidir la suerte del mundo y a dominarlo», y «van a tratar de crear una coyuntura violenta antes, durante o después del proceso electoral» [8] en Venezuela. Rangel en su denuncia confirmó que, principalmente, las acciones de injerencia consistirán en «una campaña contra el gobierno de Chávez y su candidatura, y la ayuda económica a la oposición» [9] venezolana, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Rangel se sorprendió de la poca difusión de este encuentro de expresidentes, a pesar de que es fácil de explicar. Otra vez los medios de comunicación han centrado la noticia en un acto anecdótico donde los expresidentes se reunían para hacer un simple encuentro turístico, para disfrutar del sol y las playas caribeñas en sus vidas «tranquilas y pacíficas». Finalmente no todo eran vacaciones y risas, una vez más injerencia.
Notas:
[1] http://www.youtube.com/watch?
[2] El titular de El País se centró en la anécdota, Jeb Bush agradece el apoyo «del presidente de la República española», cuando la reunión tenía puntos mas trascendentales para centralizar: http://www.elpais.com/
[3] http://contrainjerencia.com/
http://contrainjerencia.com/
[4] http://www.eluniversal.com.mx/
[5] http://www.soberania.org/
[6] http://www.rebelion.org/
[7] http://www.telesurtv.net/
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