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Entrevista a Ricardo Napurí, ex diputado constituyente y senador peruano

«Castillo se encuentra que una cosa es aspirar a hacer reformas y otra es el ejercicio del poder»

Fuentes: Rebelión

Es difícil poder expresar lo que es la reacción feroz en el Perú contra un modesto hombre que quiere traducir la rebelión de los de abajo en reformas y se lo impiden en cada minuto.

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M.H: Ricardo conociste a Salvador Allende. 

R.N: Más que conocerlo tuve un vínculo con él y en mi libro Pensar América Latina cuento mi entrevista en los primeros días de 1971. 

M.H: La última vez que te entrevisté hiciste un paralelismo entre la situación política que se vivió en Chile en aquellos años (1973) y el presente de tu patria, Perú, con el gobierno de Castillo. 

R.N: Las comparaciones son difíciles por la especificidad, no solamente de cada país, sino del momento político de cada uno de ellos. Lo que yo siempre resalté de la realidad de Chile de ese momento tiene que ver con esa entrevista que yo relaté porque ahí Allende cuando fui a pedir ayuda para impedir el golpe de estado de Banzer me dijo que no podía hacerlo porque él era socialdemócrata, socialista de izquierda, y que ellos tenían como consigna de carácter estratégico la vía pacífica al socialismo; y que no fomentaba ninguna revolución tipo cubana, menos en la frontera con Bolivia.   

Esto es muy importante porque tiene que ver con el presente, no solamente de la realidad peruana si no de la realidad latinoamericana en general, y en particular con los acontecimientos que se han venido produciendo.  

Lo de Allende es muy importante, era muy querible, tenía un formidable pasado demócrata y de socialista consecuente, pero lo que yo siempre resalté es que cuando la revolución llegó a las calles y la contrarrevolución organizada por Estados Unidos, él se fugó, se pegó un tiro, llamó al porvenir de las alamedas que llegarían, pero llegó Pinochet.  

El ejemplo es muy importante por cómo se están dando los procesos en América Latina, porque Allende llegó más lejos que nadie desde el punto de vista reformista porque él tenía una formación anticapitalista, pero era contrario a la violencia, quería un socialismo dentro del sistema capitalista con la anuencia de las fuerzas opositoras, lo cual era una ilusión.  

Cuando llegó la revolución, él que había realizado un proceso con reformas profundas como la reforma agraria, la minería y montones de reformas, se encontró que tenía que optar entre la revolución y la contrarrevolución.  

No es solamente el caso de Allende, en América Latina todos los reformismos de tipo nacionalistas o democráticos están sometidos a la misma ley del comportamiento ante los procesos sociales y políticos, sea Cuba, sea Chávez o los fenómenos actuales.  

Lo que es importante para resaltar es que uno no puede analizar la realidad de un país teniendo en cuenta que cada realidad es una partícula de un sistema mundial que es el capitalismo mundial. Y el sistema mundial que es el que determina todos los procesos por vía de derrames particulares está en una decadencia feroz porque el sistema puede sobrevivir y desarrollarse con el 30 % de la población y tiene que ser eliminado el 70 % si no físicamente en la degradación.  

De tal manera que el sistema se ha vuelto inmoral e inhumano, si uno no considera eso no entiende la realidad de cada país donde cada representante progresivo de la izquierda del sistema que quiere reformar se encuentra con que toda la estructura, todo el sistema se opone a cualquier tipo de reforma. Se vio con Allende se ha visto con Chávez, la excepción fue Cuba y en cada realidad los procesos aparecen de la misma forma. En Perú con Castillo, que es un caso particular porque ha habido una rebelión de los de abajo que se expresó a través del voto imponiendo a este maestro de la misma cara que ellos.  

Castillo ha tenido que enfrentar la realidad de un país de características feroces, porque el sistema de poder en Perú es oligárquico, y desde la derrota de Sendero Luminoso en 1992 donde aprovechó la burguesía para pasar a la ofensiva total han depredado al país. Seis presidentes ladrones, incursos en delitos, corrupción general, presidentes que son echados, y entonces la gente dijo basta y se levantó.  

La coyuntura y la particularidad del país es que la realidad escogió a un maestro de rostro parecido a ellos con cierta presencia sindical. Y Castillo se encontró en su soledad que una cosa es poder representar las demandas de los de abajo que ha intentado a través de un programa de gobierno, y cómo gobernar un país con una existencia política de carácter traumático si no una dominación de clase feroz, una oligarquía que no permite nada, una corrupción del Ejército, de la burocracia.  

Castillo no tiene partido propio, él era un candidato prestado y le pasan la factura diciendo nosotros ganamos las elecciones y tú eres apenas un representante nuestro. En Perú se ha dado una disyuntiva por la cual el presidente, magnífico hombre, maestro de escuela, querido y amado por los de abajo que desean que cumpla con su programa, que pueda realizar las reformas que ellos le demandan y se ha comprometido, se encuentra que una cosa es aspirar a hacer reformas y otra es el ejercicio del poder.  

Él no puede ejercer el poder, está en una soledad total, tiene conflictos con la gente que lo llevó al poder y una ofensiva feroz de la derecha que desde la muerte de Abimael Guzmán saca provecho de todo y por la disputa entre qué es lo que tienen que hacer si cremarlo o no acusan al gobierno de ser agente o socio de Sendero Luminoso.  

Es difícil poder expresar lo que es la reacción feroz en el Perú contra un modesto hombre que quiere traducir la rebelión de los de abajo en reformas y se lo impiden en cada minuto. Pero el problema central no solamente es la oposición feroz que tiene de todos los factores de poder reaccionarios si no la incapacidad de articular un gobierno porque no tiene poder propio ya que llegó por una coyuntura excepcional. 

Aunque sea brevemente yo estoy citando los ejemplos de las particularidades de los países que los que llegan al gobierno por vías reformistas, sean de un nacionalismo progresivo o los demócratas progresivos se encuentran con el problema de la estructura del poder degenerado en cada país, de la degeneración del sistema actual. El sistema quiere vivir con el 30 % solamente de la población mundial y no se deja reformar.  

El llamado populismo que sirve para todo significa que ellos están diciendo que no van a aceptar reformas de ningún tipo. La reflexión es que en cada país se ve, incluso en la Argentina donde la derecha dice ‘Hasta aquí nomás llegaste’ y los obliga a los reformistas, a los nacionalistas progresivos o no a plantearse el problema hasta dónde pueden ir.  

La dicotomía de siempre es si se van a enfrentar a las poderosas fuerzas opositoras apoyándose en las masas, yendo tan lejos como las masas lo demanden, o ir capitulando progresivamente.  

Te digo eso porque aunque el oyente se encuentre sin instrumentos mayores para elaborar es un aviso para decir cómo el reformismo de nuestros países se encuentra hoy con la realidad de un capitalismo mundial que en su etapa degenerativa no permite reformas, y en cada país menos.  

Los representantes del capital están traduciendo ese hecho del sistema impidiendo cualquier tipo de reformas importantes pues de ahí la exigencia de la capitulación a los gobiernos. El ejemplo de América Latina está signado de hermosas expresiones de intentos reformistas, el más avanzado el de Cuba, el de Chávez en segundo lugar y el de Allende también en la medida que él se puso al filo del anticapitalismo real, el resto son expresiones de capitulación progresiva.  

Ese el ejemplo que viniendo de tu pedido de las realidades de Chile y Perú yo agrego la de los otros países donde todas las fuerzas progresivas están sujetas a esta realidad. Van a enfrentar un sistema de opresión salvaje que impide la reforma de tal manera que la dilución del reformismo o va más lejos a la vía anticapitalista o capitula perdiendo la virginidad en el camino. 

M.H: Mencionaste a Sendero Luminoso y el pasado 11 de setiembre falleció Abimael Guzmán, el líder del Partido Comunista de Perú que estaba preso hace 29 años en la cárcel naval del Callao en Lima. Tenía 86 años de edad.  

¿Que nos podés contar de Abimael Guzmán y de Sendero Luminoso? 

R.N: El hecho central es por qué en Perú pudo surgir un movimiento comunista de tipo polpotiano, porque la realidad para que los oyentes en la brevedad se informen porque también leen en los diarios del carácter terrorista inusitado del movimiento que Guzmán desarrolló y a su vez la oposición salvaje de los militares y de los gobiernos que la auspiciaron. 

Esa especie de guerra civil tuvo 70.000 muertos reales, y de esos, por lo menos 50.000 fueron miembros de comunidades campesinas o sea gente que no tenía nada que ver.  

Yo no puedo señalar la particularidad en la que se dio, pero sí puedo señalar directamente porqué en un país como Perú puede surgir un movimiento como el de Sendero Luminoso que asume formas polpotianas, por ejemplo, el hecho que Guzmán se declarara cuarta espada de la revolución mundial siguiendo a Marx, Lenin, Mao y él, asumiendo formas fundamentalistas propias y típicas de un país atrasado.  

Las características del proceso de Sendero Luminoso es la realidad peruana y llevaron a un enfrentamiento feroz entre los de abajo que él dirigía en forma terrorista y a su vez la acción de contragolpe de las Fuerzas Armadas y policiales que aplicaban el terrorismo de Estado en la forma más infame posible.  

Lo de Sendero Luminoso y Abimael Guzmán no tiene que ser visto solamente como la expresión de un profesor de filosofía loco que dirige un movimiento maoísta y crea el terror en el país, es más profundo, hay que preguntarse por qué es posible que en un país como Perú puedan surgir movimientos de ese tipo apoyados por sectores importantes de las masas por más de diez años en una guerra civil sangrienta y cuenta, y por qué esta realidad puede producir hechos de ese tipo. Expresión particular del país como otras expresiones que ya hemos citado, pero a su vez también de parte de la realidad de cada uno de estos países que presentan fenómenos parecidos al caso de Colombia en una guerra civil que comenzó hace más de medio siglo y sigue hasta ahora y no cito fenómenos como Brasil y otras realidades. 

Hay que hacer una reflexión más profunda. ¿En qué momento del mundo vivimos? ¿En qué momento de las realidades de nuestros países vivimos? ¿Cuál es el destino de las luchas sociales? Que están esperando su reivindicación y tienen derecho a expresarse políticamente incluso si pueden acercarse al poder en los momentos que el capitalismo impide cualquier reforma y actúa contrarrevolucionariamente para impedir todo gesto de reforma o de intento de impedir que los de abajo puedan expresarse políticamente.  

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.