Categoría: Cuba
Como parte del Dossier «A estas alturas del Partido», La Tizza conversó con militantes del Partido Comunista de Cuba, varios de ellos vinculados a la investigación e instituciones académicas radicadas en el país. Hoy compartimos el intercambio realizado con la Dr.C Caridad Massón Sena, investigadora del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y quien se ha acercado a temáticas como la historia del Partido y del nacionalismo, el socialismo y el comunismo en Cuba.
Los hechos del 11 de julio en Cuba han provocado un derrame de análisis, narrativas, interpretaciones y repertorios de salida a lo que ha sido la mayor protesta pública en la historia revolucionaria. Desde enfoques coincidentes y conciliatorios, materiales que capitalizan, distorsionan y disputan lo acontecido, hasta posturas polarizadas, irreconciliables y confrontativas.
En el stiling de su mercamusica Yotuel no escatima en hacer ruido. Es la acción por la acción, la corrupción de todo referente histórico, incluso los más sagrados de nuestra identidad.
En medio de esta coyuntura marcada por la peligrosidad de la pandemia y el acentuado incremento de las medidas impuestas por el bloqueo norteamericano, desde hace meses en las redes sociales se han multiplicado la frecuencia y la intensidad de los debates en torno a diversos asuntos que afectan la vida social.

He estado leyendo diversas ideas que se debaten de manera a veces dispersas, a veces más concentradas, sobre la existencia o no de un discurso legítimamente de derecha en Cuba.
El futuro de la sociedad cubana plantea diferentes hipótesis sobre el rumbo a seguir.
Antes de transfigurar las ideas en palabras, ya los seres humanos –o lo que sea que hayamos sido en aquel instante– conocíamos lo que era el dolor, el miedo, la alegría, el calor, el frío, el cansancio, la muerte, la desconfianza, la traición, aunque no les pusiésemos nombre a nada de esto ni dijésemos con lenguaje articulado: me duele, temo, estoy contento, la tierra quema mis talones, tiemblo, ya no puedo, la extraño, no me fío, me fallaste…
Asumir el diálogo como parte del metabolismo político cubano es el cambio estructural más significativo que demanda el actual contexto de la Isla.
No necesitamos expansión de desigualdades para nada. Ya crecieron durante el período especial y no deben crecer más.