
¿Será que perdimos la capacidad de indignación? Vemos fotos y videos de cadáveres tirados en las calles en Guayaquil o La Paz, a diario recibimos noticias sobre el genocidio de nuestros pueblos originarios por desatención sanitaria. La “limpieza” étnico-política que sucede a nuestros alrededor parece no inmutarnos siquiera.