Oscar Vargas | 

La petición de abolir la policía hasta hace poco tiempo parecía imposible, pero hoy se discute gracias a la presión popular. Las premisas de dicho movimiento pueden ser igual de válidas para todos aquellos territorios que se atrevan a soñar con otras formas de garantizar la seguridad de la gente.

“Tremendo, tan pequeño y tan tozudo ya”, desobediente, el niño Jacob Flanders aparece en una playa de la costa de Cornualles con su madre –Betty Flanders (viuda, madre de tres chicos y en relaciones con un capitán casado, muy puntual y tullido tras haber servido a la patria)-, y uno de sus hermanos, Archer.

Alarma entre expertos y sindicatos de Argentina y España