
MÉRIDA, Venezuela – Venezuela ha emprendido la tarea de cubrir con un manto plástico los restos de su último glaciar, La Corona, en el pico Humboldt a 4.900 metros sobre el nivel del mar en los Andes del suroeste del país, para desacelerar el inevitable fin de ese gélido retazo de su paisaje de montaña y de sus leyendas.