
La coyuntura internacional ha soportado un 2023 convulso, con una crisis bancaria, alto voltaje geopolítico, escaladas históricas de tipos de deuda, batallas comerciales y una intensa volatilidad en los mercados. También ha mostrado una feroz resistencia a la espiral de precios o a la disrupción en las cadenas logísticas que deberá prolongar para controlar un aterrizaje suave en 2024 que eluda los ‘números rojos’