Guadi Calvo | 

La historia poscolonial africana ha estado plagada de golpes de Estado, la inmensa mayoría de ellos destinados a profundizar los sistemas de dependencia con las viejas metrópolis. Los pocos procesos que aspiraron a un cambio radical en el statu quo establecido por los colonialistas fueron violentamente abortados: Lumumba, Cabral, Sankara, son algunos de los nombres que encabezaron movimientos verdaderamente independentistas y oportunamente fueron ejecutados por Occidente como advertencia para aquéllos que intentaran seguirlos.

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Rubén Ramos | 

David Bollero | 

A pesar de que los militares que han derrocado al presidente gabonés Alí Bongo el pasado miércoles no han tenido, hasta ahora, la retórica antifrancesa que sí tuvieron, y sostienen -no sólo retórica, sino muchas acciones directas- los líderes de los golpes en Malí, Guinea (Conakry), Burkina Faso y Níger, la asonada en Gabón ha debilitado, todavía más, la presencia francesa en sus antiguas colonias.

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Gambia estará representada en la Cumbre del G77 y China, a celebrarse en Cuba los próximos días 15 y 16 de septiembre, con una delegación de alto nivel encabezada por su ministro de Asuntos Exteriores Mamadou Tangara.

Cada vez que se produce un golpe de Estado en África, surgen preguntas, especulaciones e hipótesis. La expulsión del ocupante del palacio presidencial de Gabón es el séptimo golpe de Estado en África en menos de 3 años, tras los de Malí, Guinea, Burkina Faso, Chad, Sudán y Níger. Pero, ¿quién está detrás de Oligui Nguema el nuevo mandatario: Francia, Estados Unidos, Rusia, o el pueblo gabonés?

Fabrizio Casari | 

En plena noche del miércoles 30 de agosto, poco después del anuncio de la victoria electoral del presidente en ejercicio, Ali Bongo Ondimba (en el cargo desde 2009 y, por tanto, en su tercer mandato, descendiente de la familia que gobierna el país desde hace más de medio siglo), fue depuesto y detenido por un grupo de miembros de las fuerzas armadas.