
Al llegar a los 4 años de la sublevación de abril la dictadura que oprime a Nicaragua ha exacerbado sus medidas represivas, acosando y capturando opositores, desterrando a nicaragüenses a quienes impide entrar al país, continuando con los juicios espurios contra secuestrados políticos, allanando viviendas e ilegalizando a organizaciones independientes.