
La izquierda estadounidense ha abandonado completamente el enfoque antimperialista. Es necesario recuperarlo.
La izquierda estadounidense ha abandonado completamente el enfoque antimperialista. Es necesario recuperarlo.
Si utilizáramos un análisis anarquista interseccional podríamos ver cómo el racismo, el patriarcado y la sociedad de clases se entrelazan para crear una sociedad que está cambiando activamente el clima. Podemos comenzar a desenmarañar estas relaciones profundizando en la historia de la supremacía blanca para ver cómo refuerza las relaciones sociales capitalistas y produce la crisis ecológica que enfrentamos. El movimiento Black Lives Matter nos ofrece la oportunidad, tanto a través de su crítica como de sus métodos, de acercarnos a una sociedad que no siga incidiendo negativamente sobre el clima.
El tribunal antiterrorismo saudí sentenció la activista al-Hathloul con varios años de cárcel aunque amagó con una posible libertad condicional, mientras miles de personas migrantes siguen atrapadas por distintas razones tanto en Arabia Saudí como en Yemen en el mismo mes en el que se cumplen 10 años de las llamadas primaveras árabes. Además, Israel vuelve a elecciones por segunda vez en la pandemia, Washington aumenta las sanciones contra al-Asad y Líbano registra un duro ataque contra refugiados sirios
La derecha clama contra una supuesta revolución en ciernes dirigida por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Eso contrasta con la etapa de atomización y debilidad de la izquierda social y política.
En junio de 2016, después de un ajustado referéndum, una exigua mayoría de británicos apoyo abandonar la Unión Europea iniciándose uno de los divorcios mas largos y complejos de nuestra reciente historia continental.
Reducir la brecha social y territorial, establecer una economía sólida e instituciones creíbles: las y los líderes posteriores a 2011 no han logrado abordar las debilidades estructurales del modelo tunecino. Pero la ira crece en todo el país.
El lobby marroquí en Chile tuvo este 2020 un año pleno de movimiento.
Para China, y desde hace ya algunos años, la cuestión ambiental se ha convertido en un asunto de la máxima importancia, inseparable de la transformación de su modelo de desarrollo. Entre las “tres duras batallas” enunciadas por el liderazgo chino se incluye la lucha contra la contaminación, lo cual la señala rotundamente como una prioridad política.