El ALBA es una organización integrada por países de América Latina que nació en 2004 como una forma de lucha contra el Tratado de Libre Comercio que los Estados Unidos de América promovía entre los países latinoamericanos para beneficiarse con sus empresas privadas de los recursos naturales y servicios básicos de los países del sur […]
El ALBA es una organización integrada por países de América Latina que nació en 2004 como una forma de lucha contra el Tratado de Libre Comercio que los Estados Unidos de América promovía entre los países latinoamericanos para beneficiarse con sus empresas privadas de los recursos naturales y servicios básicos de los países del sur del continente. A lo que se llamó Área de Libre Comercio de América (ALCA).
Los países fundadores del ALBA, Venezuela y Cuba, han visto como otros 7 países se han sumado a su iniciativa en tan sólo 5 años. Bolivia y Nicaragua fueron los siguientes en unirse, en 2006 y2007 respectivamente; Honduras y Dominica se integraron en 2008 y en este año Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas y Ecuador también ha decidido sumarse a esta institución que es el máximo exponente de la integración latinoamericana que defiente el presidente Hugo Chávez.
Otros países que participan en el ALBA como observadores son Paraguay que ya ha expresado su deseo de unirse mediante su vicecanciller Jorge lara, Haití, República Dominicana y Uruguay, coincidiendo con el ascenso de José Mujica en el gobernante Frente Amplio.
Durante el pasado fin de semana, 17 y 18 de octubre de 2009, se llevó a cabo en Cochabamba, Bolivia, la VII cumbre del ALBA, con la asistencia de delegaciones de todos los países anteriormente nombrados, incluidos los observadores y Honduras que estuvo representada por Patricia Rodas, jefa de la diplomacia hondureña. También participaron los presidentes Hugo Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega y Rafael Correa.
A propuesta de Evo Morales todos los integrantes del ALBA suscribieron el Tratado de Comercio para los Pueblos, hasta ahora sólo ratificado por Cuba, Venezuela y Bolivia. Este tratado supone todo lo contrario al de Libre Comercio propuesto por los Estados Unidos de América, ya que descansa sobre los principios socialistas en los que el ALBA basa sus relaciones comerciales: la complementación, cooperación, solidaridad y respeto a la soberanía de los países.
En ese tratado se establece que las empresas grannacionales que lleven a cabo los trabajos del ALBA estarán nacionalizadas y sus beneficios serán para los pueblos, se fomentan las cooperativas como liberación de los trabajadores, se establece que los intercambios de cualquier tipo (comercial, cultural o técnológico) serán de mutuo beneficio basándose para ello en las potencialidades de cada país y no en sus recursos económicos, y se llama a impulsar «el desarrollo de planes culturales conjuntos que tengan en cuenta las características particulares de las distintas regiones y la identidad cultural de los pueblos».
Para llevar a cabo ese tratado sin los límites que impone el dólar, los países del ALBA han creado el Sistema Unificado de Compensación de Pagos Recíprocos (SUCRE) como forma de pago que promueve el comercio justo a iniciativa del presidente ecuatoriano Rafael Correa, el cual ha expresado que «nos tienen a su merced, si dependemos de su moneda«, refiriéndose a que EEUU capta parte de su dinero cuando hacen transacciones al usar el dólar. El reglamento del SUCRE será aprobado en la próxima cumbre del ALBA a celebrarse en La Habana.
El presidente venezolano expresó que deberá basarse siguiendo el principio marxista que dice «cada quien según sus capacidades y a cada quien según sus necesidades».
El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha llamado a fortalecer el Banco del ALBA, el cual está funcionando desde el 1 de septiembre y se dedica a financiar los proyectos de salud, cultura, alimentación e infraestructura que los pueblos de los países del ALBA desarrollen.
Pero en esta cumbre del ALBA no sólo se ha avanzado en la economía de corte socialista que promueven sus miembros sino que además se han incrementado las sanciones contra la dictadura hondureña, se ha creado junto con 700 organizaciones sociales una lucha contra la contaminación que según el ALBA ha sido provocada por el capitalismo, y se ha llamado al fin incondicional del bloqueo estadounidense a Cuba: «el cuál debe terminar de manera incondicional, unilateral e inmediata«.
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article10630