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El Gobierno de Angela Merkel ha militarizado su política interior

Fuentes: Gara

La cumbre del G8 en Heiligendamm ha marcado un pauta en la política interior de Alemania: su militarización ha dejado de ser un objetivo político y se ha hecho realidad. Lo único que falta es legalizar, a posteriori, la utilización de las Fuerzas Armadas, la Bundeswehr, modificando la Constitución. El Gobierno de la canciller cristianodemócrata Angela Merkel ha anunciado que este cambio fundamental formará parte del nuevo programa de su partido, la CDU.

El Ejecutivo liderado por la canciller Angela Merkel empleó por primera vez en Heiligendamm varias unidades de las Fuerzas Armadas para dar soporte técnico y humano a las fuerzas de orden público. El alcance de la intervención de la Bundeswehr como fuerza auxiliar de la Policía se ha conocido una vez finalizada la cumbre, porque el Ejecutivo no informó debidamente al Parlamento pese al cuestionario preciso formulado por el grupo socialista Die Linke.

Según recientes informaciones, el Ejército del Aire mandó varios aviones de reconocimiento para que filmasen los campamentos de los miles de manifestantes altermundistas que se concentraron contra la cumbre oficial del G8 en Heiligendamm y el Ejército de Tierra puso a disposición de la Policía vehículos blindados con sofisticado material de control y con el correspondiente personal para supervisar las inmediaciones del aeropuerto de Rostock. En el mismo lugar, había un destacamento «antidisturbios» de la Policía Militar que, hasta ahora, ha actuado sólo en los Balcanes. Además, médicos castrenses prestaron servicio en los hospitales de la zona y un número aún no determinado de cuarteles militares acogió a varias unidades de la Policía que formaban parte del contingente de 16.000 efectivos desplegados.

Las recientes revelaciones apuntan a que la colaboración entre mandos militares y policiales era «estrecha y eficaz». Se estima que entre 1.300 y 2.100 soldados tomaron parte en este extraordinario, por anticonstitucional, operativo.

Catástrofes y accidentes

El artículo 35 de la Ley Fundamental alemana establece que la Bundeswehr sólo puede actuar en Alemania en casos de catástrofes naturales o accidentes. El mantenimiento del orden público corresponde exclusivamente a las policías de los estados federales y de la Federación. La constitución fija en su artículo 87 la defensa como única misión de la Bundeswehr. Estas limitaciones se deben a que en la República de Weimar (1919-1933) las Fuerzas Armadas se erigieron como un poder autónomo que en diferentes ocasiones intervino como fuerza policial en la política interior.

«Nosotros tenemos que pensar de una manera nueva», dijo la canciller Angela Merkel cuando presentó el nuevo programa de su partido hace unos días. La presidenta opina que en tiempos de la «guerra contra el terror» no se puede separar la seguridad interior de la exterior y que, por eso, la Bundeswehr ha de actuar también en Alemania. Así ha hecho suya la idea de su correligionario y ministro de Interior, Wolfgang Schäuble.

En Heiligendamm, ambos consumado un hecho, por anticonstitucional que fuera. En setiembre, el congreso de la Unión Cristianodemócrata (CDU) debe dar su visto bueno a esta política y después Merkel puede empezar a buscar la mayoría absoluta que necesita para el cambio constitucional. Las perspectivas no son del todo malas a pesar de que su socio de Gobierno, el SPD, critica los planes de la CDU. En la legislatura anterior, socialdemócratas y verdes promovieron una ley para legalizar que el ministro de Defensa pudiera ordenar el derribo de un avión civil secuestrado. La Corte Constitucional ordenó su suspensión por no ser compatible con la Carta Magna.

colaboración

La colaboración entre mandos militares y policiales fue «estrecha y eficaz» durante la cumbre del G8. Se estima que entre 1.300 y 2.100 soldados tomaron parte en aquel extraordinario, por anticonstitucional, operativo.

unidas

La canciller Angela Merkel ha señalado recientemente que en tiempos de «la guerra contra el terror» no se puede separar la seguridad interior de la exterior y que, por eso, la Bundeswehr ha de actuar también en Alemania.

Las Fuerzas Armadas alemanas pierden información secreta

A finales de junio se conoció que las Fuerzas Armadas habían informado al Parlamento alemán de la pérdida de datos secretos debido a un fallo técnico. Se trata de informes relativos a las operaciones internacionales que la Bundeswehr realizó entre 1999 y 2003. Entre la información extraviada hay datos sobre interrogatorios que militares alemanes presenciaron en las cárceles secretas que EEUU tiene en Afganistán y en Bosnia.

La institución competente para guardar estas informaciones es el Centro de Información de la Bundeswehr (ZNBw). En un búnker subterráneo de seis pisos, las Fuerzas Armadas almacenan y clasifican todos los datos que necesitan para realizar sus operativos, que se introducen en un banco de datos llamado «Jasmin». Este sistema informático empezó a funcionar en 1998 pero a los pocos años su capacidad era insuficiente, por lo que los datos calificados como «antiguos» se pasaron, según la Bundeswehr, a unas cintas externas para dejar espacio en los ordenadores. Más tarde se descubrió que las cintas eran ilegibles y se procedió a destruirlas.

Además de este «error técnico», las Fuerzas Armadas traspapelaron también un CD con datos relativos a los presos en manos de EEUU en Afganistán. Entre ellos se encontraba el ciudadano alemán Murat Kurnaz, que, víctima de un secuestro por parte de agentes estadounidenses, denunció que soldados del grupo de élite KSK le habían maltratado en una cárcel secreta. La pérdida del CD hace que persistan las sospechas sobre las actividades ilegales de la Bundeswehr.