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Elección del Secretario General de la OEA

Fuentes: Rebelión

La probable reelección de José Manuel Insulza, como Secretario General de la OEA, ha dado lugar a una soterrada polémica en América Latina y EEUU. El chileno ha cosechado reacciones ácidas como la del Washington Post que llamó al gobierno de EEUU a vetarlo porque: «Insulza ha servido descaradamente a los líderes de la izquierda […]

La probable reelección de José Manuel Insulza, como Secretario General de la OEA, ha dado lugar a una soterrada polémica en América Latina y EEUU.

El chileno ha cosechado reacciones ácidas como la del Washington Post que llamó al gobierno de EEUU a vetarlo porque: «Insulza ha servido descaradamente a los líderes de la izquierda de la región, lo que con frecuencia significó ignorar la Carta Democrática de la OEA», También ha logrado respaldos explícitos como el de Lula, que señaló: «Brasil ya se definió públicamente en apoyo al compañero Insulza, que estará dignamente representando a toda la OEA y, sobre todo, con el compromiso de ser chileno y merecer nuestro cariño especial».

Entre estos dos extremos se alinean los gobiernos latinoamericanos, que al no encontrar una figura alternativa prefieren reelegir al experimentado Insulza y acotar su segundo mandato, para evitar nuevas crisis como la de Honduras y obteniendo a cambio un discreto acompañamiento al accionar de Hilary Clinton,

A menos de una semana para la votación y con el apoyo de Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Ecuador, El Salvador, Costa Rica y Colombia entre otros, se considera como casi segura la reelección de José Miguel Insulza en el cargo. La reglamentación de la OEA acepta candidaturas hasta el último minuto, de manera que -como en el fútbol- el partido termina cuando se acaba. Pero salvo sorpresas de un candidato que más que ganar busque darse a conocer, todo apunta a la reelección.

Está previsto que el miércoles 24 de marzo, en una sesión fijada para las 11:00 horas de Washington, voten los países miembros y quien resulte electo desempeñará el cargo hasta 2015.

La gran incógnita es Barack Obama, quien ha guardado discreto silencio respecto al tema. Esto tiene dos lecturas básicas, ambas importantes, porque nadie puede desconocer la importancia del rol que juega EE.UU. en una de las instituciones políticas multilaterales más sensibles del Continente.

Puede ser que la Casa Blanca no quiera hacer pública su posición y sus desconfianzas respecto a Insulza hasta el último momento, sobre todo por su conducta en los casos de Venezuela y Honduras, o bien, sabiendo que el apoyo estadounidense genera fuertes resistencias entre los Jefes de Estado más radicales, ha preferido no dar a conocer su apoyo antes de emitir su voto.

En este terreno, de analizar indefiniciones de Obama, hay que incluir por un lado que en la actual administración norteamericana el Secretario de Estado Adjunto para el Hemisferio Occidental es el chileno Arturo Valenzuela, unido a José Miguel Insulza por una larga amistad e innumerables encuentros académicos y, por el otro, que a pesar de reticencias chilenas y regionales, el gobierno de derecha de Piñera respaldará a un militante socialista confeso para la OEA.

Probablemente, el respaldo mayoritario a Insulza en la región, sumado a la ausencia de un candidato alterno, hicieron que Piñera decidiera apelar a la «razón de Estado» y optara por sumarse al potencial ganador, antes que restarle respaldo y arriesgarse a la paradoja de un chileno ganando la elección sin el voto de su país.

Dado que Piñera dio a conocer su respaldo oficial sólo dos días después del virulento editorial del Washington Post, es probable que la Administración estadounidense optara por no contradecirlo en público y operar en privado para imprimir una lectura más conservadora a temas como la promoción de la democracia y defensa de los derechos humanos en el Continente, que determinan la agenda de la OEA.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.