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Guatemala

Ganancias de la «idea» de despenalización de las drogas

Fuentes: Rebelión

Es imposible saber si las intenciones del gobierno guatemalteco, encabezado por el general retirado Otto Pérez Molina, respecto a la «idea» de despenalización de las drogas, que ha levantado polvo en Centroamérica y provocado escozor en el gobierno estadounidense, coinciden con su formulación exacta. Pero se puede considerar que, independientemente de las intenciones existentes, hay […]

Es imposible saber si las intenciones del gobierno guatemalteco, encabezado por el general retirado Otto Pérez Molina, respecto a la «idea» de despenalización de las drogas, que ha levantado polvo en Centroamérica y provocado escozor en el gobierno estadounidense, coinciden con su formulación exacta. Pero se puede considerar que, independientemente de las intenciones existentes, hay algunos efectos que tienen cierta funcionalidad para este gobierno.

En palabras más sencillas, el anuncio de la despenalización de drogas, además de que puede mostrar efectivamente una preocupación sobre el tema (o no), le sirve al gobierno de Otto Pérez Molina como una carta de juego para negociar con el gobierno de Estados Unidos.

Es claro que el gobierno estadounidense se ha mostrado intransigente respecto al tema y emitió una respuesta inmediata contra la «idea» de Otto Pérez. Ahora manda al vicepresidente Biden para poner en cintura al general y a los que compartan la misma idea en una reunión de jefes de Estado centroamericanos en Tegucigalpa.

No obstante, la discusión que se ha levantado le sirve al gobierno guatemalteco como posibilidad para negociar algunos aspectos importantes respecto a las relaciones que se mantienen con el gobierno estadounidense. Inmediatamente se observan dos: la negociación del TPS (permiso temporal especial) para la estancia de los miles de migrantes guatemaltecos en Estados Unidos y el apoyo económico, técnico y en armas para mantener la lucha contra las drogas, lo que permitiría superar la prohibición efectuada desde el gobierno de Jimmy Carter por las masivas violaciones a derechos humanos sucedidas durante el conflicto.1

Secundariamente, la caída de un obsoleto helicóptero del ejército guatemalteco, en el que fallecieron varios militares, ha motivado, entre otras cosas, a señalar la «necesidad» de suministrar armamento al ejército guatemalteco.2

Sería exagerado suponer que esto es más que una simple coincidencia, pero lo seguro es que el gobierno de Otto Pérez encuentra condiciones favorables para iniciar un proyecto que incluye un mayor apoyo al ejército. Basta recordar que existen varios militares en su gobierno y que estos vienen de un enfrentamiento que, como dice el sociólogo Carlos Figueroa Ibarra, crea hábitos contrainsurgentes.

En otras palabras, más allá del propio tema de la despenalización, sobre el cual es cierto que urge una discusión seria, existen posibilidades de ganancias secundarias para el gobierno de Otto Pérez Molina.3

Notas:  

1 Violaciones que incluyeron la realización de crímenes contra la humanidad y genocidio, por los que ahora se ha levantado proceso penal al ex jefe de Estado Efraín Ríos Montt, caso único en Latinoamérica.

2 Ver http://www.prensalibre.com/opinion/asistencia-batalla_0_658734147.html.

3 Otra cosa es que esto signifique ganancias para el pueblo guatemalteco.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.